Caída del cabello, el terrible efecto secundario de la covid-19 que se ceba con las mujeres
Hablamos con Óscar Muñoz, tricólogo del Hospital Ramón y Cajal, que lidera una investigación para esclarecer si la pérdida de pelo es provocada por la medicación o por el propio virus. Aunque afecta a ambos sexos, los médicos aseguran que en mujeres es «más escandaloso» y acuden más alarmadas en busca de ayuda.
‘Pasé la covid-19 en abril. Y ahora se me ha empezado a caer el pelo a puñados. En unas semanas, la coleta me sale mucho más fina que antes. Estoy muy agobiada, la verdad”, se desahoga una vecina tras la mascarilla y manteniendo la pertinente distancia social. “Pero es que tengo un colega en la oficina que está igual. ¿Es que el bicho este no se detiene, incluso cuando ya no lo tienes en el cuerpo?”.
No son dos casos aislados. Los tricólogos (dermatólogos especializados en cabello) vienen observando un aumento de los casos de personas que han pasado el coronavirus y, al cabo de 2-3 meses, empiezan a perder el pelo. “Es una caída extremadamente escandalosa. Las pacientes que lo sufren vienen muy alarmadas porque piensan que van a perder todo su pelo en cuestión de semanas”, explica el doctor David Saceda Corralo, dermatólogo y tricólogo en el Grupo de Dermatología Pedro Jaén.
Habla de las pacientes porque son en su mayoría ellas quienes más lo sufren. Y porque al tener el pelo más largo, los mechones que se caen son más grandes, y también, más alarmantes. El patrón de caída es conocido por los dermatólogos como efluvio telógeno. “Normalmente aparece de forma secundaria a procesos como un parto, una operación quirúrgica o una enfermedad. En este caso, la covid. Se manifiesta en forma de caída muy llamativa en la ducha, almohada, cepillado… En muy poco tiempo se pierde un volumen considerable de melena, pero no conduce a una calvicie definitiva”.
En otras palabras: se cae mucho y en poco tiempo. Luego, se detiene y vuelve a salir cabello nuevo con normalidad. Lo malo es que ese período de caída descontrolada e inevitable (los pelos ya están muertos y se van a caer de todas formas) es muy angustiosa. Mucho más en personas que acaban de superar una enfermedad tan devastadora como la covid y pueden estar emocionalmente vulnerables.
Que suceda a los tres meses de haber pasado la enfermedad no es casual. Es el tiempo que pasa desde que el cabello muere en el folículo piloso (coincidiendo con el momento álgido de la enfermedad) hasta que se desprende por completo. Quienes están perdiendo ahora el pelo se contagiaron de coronavirus en abril. “Normalmente, este tipo de caída del cabello aparece fundamentalmente en mujeres porque son las que más sufren algunos problemas que lo causan, como cambios hormonales, partos o bajadas de hierro. Es muy curioso que en esta caída por covid también lo estamos viendo en varones. Personalmente, nunca había visto tantos casos de efluvio telógeno en hombres. Es lógico: el virus no ha entendido de sexo ni edades”.
El virus no solo ha afectado al cabello de los que lo han padecido. También ha tenido consecuencias indirectas en los que no han dado positivo a la covid. Este 2020 pasará a la historia como uno de los más duros de nuestras vidas. También, de los más estresantes. Con un enemigo invisible ahí fuera llevándose a personas a diario, obligados a confinarnos en casa durante meses, a extremar la higiene, a permanecer alejados de los nuestros, teletrabajando o viendo cómo nuestros empleos se volatilizaban… Lo que en abril se aventuraba como una posible plaga de caída de cabello por estrés, se ha convertido en una realidad: personas que no han pasado el coronavirus y que están perdiendo el pelo. “Es absolutamente impresionante la cantidad de pacientes (sobre todo, mujeres) que estamos recibiendo con efluvio telógeno agudo. Lo importante: evoluciona muy bien a medio plazo”, explicaba el dermatólogo Sergio Vañó, director de la unidad de alopecia del Hospital Ramón y Cajal y en el Grupo Pedro Jaén, desde su cuenta de Twitter. En otro tuit ilustraba el motivo de alarma con una foto de los mechones caídos al lavar el cabello de una de sus pacientes. “Esta cantidad tan llamativa entra dentro de lo normal en este proceso, que tiene un pronóstico muy bueno”, tranquilizaba después de dejarnos mal cuerpo con la imagen.
Siguen ⬆️ los casos de #EfluvioTelogenoAgudo tras #COVID/ confinamiento! Imagen del cabello caído tras un lavado en una d mis pacientes! 👩🏻
— Dr. Sergio Vañó (@SergioVanoG) July 11, 2020
Esta cantidad tan llamativa entra dentro de lo normal en este proceso, q tiene un pronóstico muy bueno!👍🏻#tricoHRChttps://t.co/t68lWng1Zt pic.twitter.com/ckcSNTLwdO
El truco para que pase antes
Aunque el proceso suele resolverse por sí solo, podemos hacer cosas para que acabe cuanto antes. Uno de los consejos que dan los tricólogos es, por paradójico que parezca, lavar el cabello con frecuencia. Al enjabonar, ayudamos a eliminar ese pelo que iba a caer tarde o temprano y aceleramos su recuperación. Si sigue cayéndose, no está de más hacer una analítica básica para descartar otras causas, como una alteración del tiroides o una bajada de hierro.
A la vista de la incidencia de este efecto secundario, la Academia Española de Dermatología (AEDV) ha puesto en marcha un estudio con 100 personas para determinar si la causa es, como parece, resultado del estrés posenfermedad o si pudiera tratarse de la reacción a algún tipo de medicamento para tratar el coronavirus. “Vamos a tratar de describir las características de estos pacientes y ver si existe algún otro dato de interés. Esperamos que todo quede en una caída transitoria secundaria al covid del tipo efluvio telógeno”. La investigación la coordina el doctor Óscar Muñoz, tricólogo del Hospital Ramón y Cajal de Madrid. El doctor Saceda forma parte de ese equipo de investigadores, donde también hay dermatólogos de toda España. “Aún estamos en la fase inicial, recogiendo casos de todas las edades”, asegura.
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