Adiós a las manicuras teatrales: 2022 el año que mató a las uñas largas

Hace unos meses, en el reality show familiar, Kylie Jenner admitió que no sabe cómo no se saca un ojo cada vez que se maquilla, de lo largas que lleva las uñas. La pequeña de las Kardashian lleva años luciendo manicuras extremas: con estampados animales, con todos los colores imaginables, extradecoradas y siempre con una largura afiladísima, casi impracticable. Tan famosas son sus uñas que cuando en 2016 dio un like en Instagram a una de las fotos del manicurista Chaun Legend subió su popularidad al millón de seguidores y lo convirtió en el Nail Artist de referencia en la ciudad de las estrellas. Así que cuando el pasado abril Jenner publicó ante sus casi 400 millones de seguidores unos Stories con una manicura corta esmaltada en un tono rosa suave (“Nunca pensé que diría esto pero es posible que me quede con las uñas naturales”, escribió) el gesto no pasó desapercibido. Poco después, la web de análisis de tendencias de Rachel Zoe (una de las estilistas más famosas de Hollywood) publicaba un artículo asegurando que la manicura corta era uno de los grandes comebacks del año y atribuía este resurgimiento a su practicidad, su salud (entre otras cosas porque una manicura corta hace que el lecho ungueal, la raíz de la uña, sea más duradero y fuerte) y a su higiene (las uñas largas son el entorno perfecto para atrapar bacterias y virus), pero también a un retorno de una estética minimalista y más atemporal. Otro gurú de la manicura perfecta, Tom Bachik, ha enseñado recientemente en Instagram las manicuras cortas de Margot Robbie, Selena Gómez o Jennifer Lopez. A estas alturas no se puede negar que la manicura en versión mini es tendencia: ni siquiera Rosalía las lleva ya largas.

Las búsquedas en internet refrendan esta nueva predilección de las famosas: la manicura corta está de moda y en Pinterest las más buscadas del año han sido las microuñas francesas, con un aumento del 235%.

“Todo el mundo lleva uñas cortas”, confirman a SModa Susana Rojas y Nicole Arai, especialistas de MylittleMomó, uno de los salones de uñas de referencia en Madrid. “La minimanicura francesa se basa en la clásica francesa, pero la principal diferencia es que el grosor de la línea blanca de la tradicional se vuelve mucho más fina en la nueva versión”, un acabado que consideran “más delicado”. Aunque sus orígenes están en la década de 1930, “cuenta la historia que la manicura francesa fue creada por Jeff Pink, presidente y director general de Orly International. Su papel en 1975 era desempeñar labores de proveedor de belleza en trabajos ocasionales en Hollywood, siendo el encargado de que las uñas de las actrices lucieran perfectas y acordes con el vestuario. Debido al largo tiempo invertido en estar constantemente cambiando el color de las manicuras de acuerdo con los estilismos, Jeff Pink resolvió este problema pintando las puntas de las uñas con esmalte blanco y cubiéndolas por un tono brillante y natural”, recuerdan estas dos expertas. Consiguió el efecto echado mano del acrílico. Este estilo de manicura alcanzó un enorme éxito en París y así fue como se llevó su apodo.

El resurgir de este estilo, opinan, “es un revival de los años noventa. Además, la minimanicura francesa puede ser atrevida en colores y tonos, mientras que la clásica simplemente usa un esmalte rosa o natural con la punta blanca”.

Lucero Hurtado es una de las embajadoras de la firma de esmaltes OPI y es, también, la manicurista de confianza de Penélope Cruz (de quien nos cuenta que adora la manicura francesa aunque aún se la hace un poco más larga que la tendencia). Esta especialista confirma a SModa que, efectivamente “está volviendo la tendencia porque la gente se ha cansado de la uña larga, que esclaviza más para cuidar porque pide un mantenimiento mínimo cada tres semanas para poder lucir bonita y elegante. Todo son modas pero la uña corta en realidad nunca pasa de moda porque es la más elegante”, asegura.

Preguntamos a estas tres expertas cómo conseguir, cómo cuidar y cómo la minimanicura perfecta.

¿Con qué forma de uña queda mejor?

Al parecer, no hay una regla infalible. “Yo suelo hacer un pequeño análisis de la uña y la forma de la mano y el dedo. Si hablamos de un dedo muy fino, una uña muy alargada o semicuadrada (de frente recto y lados ovalados) queda muy bonita. Cuando son dedos pequeños se ve muy bonita la forma redonda y ovalada”, cuenta Lucero Hurtado.

¿Resiste mejor el paso del tiempo?

“Por lógica, pensamos que va a resistir mejor. Pero dependerá del esmaltado y de la clienta. Si tiene la costumbre de cuidárselas o no. También depende de si tienes una uña que está fuerte o una uña que está débil. O si la uña tiende a ser muy grasa o qué tipo de esmaltado llevas”, explican desde MyLittleMomó. “No es recomendable dejar la uña demasiado corta, para poder sellar las puntas y que dure más el esmaltado”, añade Lucero Hurtado. Su experiencia le dice que todo depende el tipo de uña que tenga la persona: “Si son uñas muy resistentes va a durar más el esmaltado. Al tercer día de hacer la manicura, recomiendo retocar un poco con un Top Coat para darle un sellado al esmaltado y que dure más”.

La base: ¿cuál deberíamos elegir?

“Siempre hay que elegir una base que sea con protección que sea vitaminada para proteger la uña. Yo recomiendo una de OPI que tiene calcio que se llama Nail Envy pero hay cantidad de bases buenas. Nunca se debe aplicar un esmalte sin base”, insiste Lucero Hurtado.

¿Cuál es el truco para conseguir la minipunta francesa?

“Un buen pincel. Con un buen pincel puedes retocar o hacer cualquier tipo de rayita”, coinciden Susana Rojas y Nicole Arai. Efectivamente, “lo ideal es que sea un poquito larga y con un pincel se puede hacer mejor”, asegura Lucero Hurtado. “Si no tienes un pincel, coge el propio pincel del esmalte y con una tijera le cortas los hilitos para que quede como un pincel fino”, recomienda.

¿Qué podemos hacer según va creciendo la uña para conservar la ‘minifrench’?

Lo primero que hay que tener en cuenta según las expertas de MyLittleMomó es el tipo de esmalte que llevamos. “Si la uña tiene un esmaltado permanente no podemos hacer nada. Tiene que durar 15 días de crecimiento y luego puedes volver a realizarte la manicura. Si es normal, puedes retirar el esmaltado y volver a esmaltar con cualquier base”.

Un truco para que dure mejor más tiempo

Para Lucero Hurtado, el Top Coat es el acabado que consigue preservar mejor la manicura. Esta capa que se aplica sobre el esmalte, por lo general transparente y con acabado brillo, funciona como una barrera protectora. “Siempre hay que usar un Top Coat para finalizar y nunca se debe dejar el esmalte sin aplicarlo. También es buena idea utilizar una gota secante que cree una película y selle mejor la uña”.

Para Susana Rojas y Nicole Arai, secar bien la manicura resulta imprescindible. “Si es esmalte tradicional, usamos el brillo secante Seche Vite. Y si es permanente, la base del Rubber y la base de Victoria son muy buenas”.