¿Qué es la ‘piel sensible’? Una condición que declara tener un 60% de las mujeres
Los descubrimientos del Nobel de Medicina de 2021 son la base de la que parte lo nuevo de Sisley para pieles sensibles


En 2021 David Julius y Ardem Patapoutian se alzaron con el Premio Nobel de Medicina al ser capaces de identificar los receptores de la temperatura y del tacto en la piel. Empleando capsaicina (el picante de los chiles) los investigadores ubicaron el receptor que responde al calor y, mediante células sensibles a la presión, los sensores del sentido del tacto. “Esta fue la clave inicial”, explica José Ginestar, director científico de Sisley, que hace un par de años partió de estos descubrimientos para adentrarse en los procesos que explican las pieles sensibles. “Intentamos dar una respuesta completa, lo que significa estudiar todos los mecanismos que conducen a una piel sensible y tratar de combatirlos”, añade sobre el enfoque dermatológico de su nuevo lanzamiento, Peaux Sensibles Soin Apaisant.

La condición de piel sensible es difícil de diagnosticar, pero se trata de una preocupación muy extendida, tanto que el 60% de las mujeres declara tenerla. “Una piel sensible es una piel frágil, que envejecerá más rápido”, prosigue Ginestar. Una que responde de manera excesiva a diversos factores que pueden ir desde un cosmético inapropiado a la polución, la temperatura, el estrés, etc. ¿Los efectos más evidentes? Hormigueo, tirantez, picor o rojeces. A ellos se llega por una sucesión de reacciones que se activa cuando las fibras nerviosas envían mensajes proinflamatorios que estimularán los queranocitos. “Es lo que llamamos el círculo vicioso neurogénico”, apunta el doctor Philippe Beaulieu, presidente de la Société Française de Dermatologie, “se desplegará una cascada inflamatoria y los queranocitos estimulados segregarán sustancias que alcanzarán a todas las capas de la piel. El estrato córneo se va a alterar y se volverá permeable a los estímulos exteriores”, lo que paradójicamente aumentará la sensibilidad. En paralelo, además, “los fibroblastos van a generar un cierto número de agentes que se van a fijar en el vaso sanguíneo más cercano, dilatándolo y haciéndolo permeable”, provocando así esas rojeces tan características. Una cadena de efectos adversos a los que Sisley busca poner freno desde dos frentes: fortaleciendo la barrera cutánea y, con extracto de alga dorada y polisacárido de ramnosa, disminuyendo la reactividad.

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