Aitor Esteban: “Si no cambia, la Monarquía desaparecerá”
El portavoz del PNV en el Congreso dice que se fía "lo justo" de Pedro Sánchez
Pilló “el bicharraco” en marzo y se encerró en Zeberio (Bizkaia), el pueblo de un millar de habitantes donde vive desde hace más de 25 años —él tiene 58—. Ha estado varias veces nominado al premio a mejor orador del Congreso, pero el oscar se lo llevó una vez. En el hemiciclo se considera “un dinosaurio”, porque acumula más legislaturas que la mayoría —”Albert Rivera se iba a comer el mundo y míralo. La todopoderosa Soraya Sáenz de Santamaría, excelente parlamentaria, tampoco está”—.
P. ¿Cree que funcionarán los cortafuegos con Felipe VI?
R. Creo que no. Lo tendrá que valorar la sociedad. Podrán retrasarlo lo que quieran, pero si no hay cambios, no tiene mucho futuro y me temo que llega tarde. El mito de Juan Carlos I que nos salvó a todos, ahora queremos convertirlo en el mito de Felipe inmaculado. No caigamos en el mismo error. En pleno siglo XXI no es entendible una monarquía tal y como se interpreta ahora. Entiendo que haya muchos españoles monárquicos, pero no que defiendan que la monarquía pueda ser oscura, inviolable o que pueda aprovecharse de su posición institucional para hacer fortuna. El sentido de inviolabilidad tiene que cambiar. Y la institución tiene que volverse austera y controlada. Si no, creo que está abocada a la desaparición.
P. ¿Qué es lo peor que ha oído en el Congreso?
R. La descalificación personal. Es inaceptable y ahora es reiterada. Creen que pueden decir lo que sea y que al salir de clase somos amiguitos, pero si te pasas de la raya, deja marca. Falta profesionalidad en la política.
P. ¿Y por qué cree que es?
R. Creo que ha sido por imitación. Irrumpe gente que cree que se va a comer el mundo a bocados por chillar. Da la sensación de que esa agresividad es lo moderno, pero la política son acuerdos.
P. ¿Se ha enfriado la relación con Pedro Sánchez?
R. Sí. Llegamos a un acuerdo de investidura como “socio prioritario”, pero se nos está agotando la confianza. No entendemos la negativa a cumplir lo que firmamos sobre el Concierto, que para nosotros es como el comer. El Gobierno picotea aquí y allá, nos avisa a última hora de lo que va a hacer y transmite la sensación de marejada constante. Me fío lo justo.
P. ¿Cree que el pacto del Gobierno con Bildu para derogar la reforma laboral fue una aventura pasajera?
R. No sé. Tienen toda la legitimidad para llegar a acuerdos con quien quieran, pero deberían avisar. Y, ¿qué rayos de acuerdo fue ese? Luego lo desmintieron y lo firmaban grupos parlamentarios sin mayoría para derogar la reforma laboral. Creemos que hay que tocar esa legislación, pero pretender derribarla como un castillo y crear un vacío no tiene sentido.
P. Han pactado con promiscuidad, a derecha e izquierda, y tienen fama de negociadores duros. ¿El PNV siempre gana, como la banca?
R. O cuando perdemos no lo decimos. Somos un partido muy diverso. Nunca diremos cosas del tipo “con esos rojos peligrosos nada de nada” o “jamás pactaremos con el PP”. Sí hay una línea roja con el fascismo, pero mientras sean partidos democráticos, tienes que intentar influir para que los demás no hagan algo que perjudique a tu electorado o a tu programa. Nos votan para eso, no para que vayamos a la tribuna a pegarnos berridos.
P. ¿Cree que Mariano Rajoy le habrá perdonado ya por apoyar la moción de censura después de pactar el voto a favor de sus Presupuestos?
R. ¿Qué me tiene que perdonar? Yo también podría pensar si voy a perdonar a Rajoy porque él sabía que iba a salir la sentencia de Gürtel e igual, si lo llegamos a saber, nosotros no habríamos votado lo que votamos. El primero que le dijo te vas a hundir fue Rivera y el PNV no le daba la mayoría para mantener la legislatura. ¿Deberíamos haberle salvado para morir en la orilla a los tres meses con otra moción?
P. Pregunta del CIS: del 0 al 10, siendo 0 la extrema izquierda y 10 la extrema derecha, sitúe: PP, Vox, Cs, PSOE, Podemos, ERC, Junts y el PNV.
R. El PP es un 8. Vox, un 10, y por nombres y apellidos, alguno un 11. Ciudadanos, un 7. El PSOE (pausa), un 4,5. Podemos, depende. El que está ahora en el Gobierno dice a todo tolón tolón. Ponle un 2,5. ERC, 2,5 también. Junts, un 6 o 6,5. Y el PNV, un 5.
P. ¿El PNV es el único centro?
R. Sí, es lo que nos da fuerza. Por nombres y apellidos alguno está en el 4 y otro en el 6, incluso el 7. Los órganos que lo dirigen suelen estar en un 5. Para políticas sociales tiramos más al 4,5 y para política industrial un 5,5 o 6. Navegamos según el tema.
P. ¿Cree que verán sus ojos un Gobierno del PP y Vox, que pide su ilegalización?
R. He visto tantas cosas aquí que ya no me atrevo a decir esto no pasará. Sería terrible. A este PP lo veo mucho más cercano a Vox.
P. ¿Le da envidia la mesa de diálogo con Cataluña?
R. Ninguna. No necesitamos un instrumento más. Ellos sabrán.
P. ¿Es independentista?
R. Sí, pero antes de nada soy demócrata, y sé que las cosas no se resuelven en un tris-tras. Me gustaría que Euskadi tuviera representación directa como otro país europeo. Tendremos que ir buscando nuestro hueco, desde la convicción amplísimamente mayoritaria de nuestro pueblo y mediante mecanismos democráticos.
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