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Retina Reset

Calviño: “En España se ha avanzado más en digitalización estos meses que en los últimos años”

La vicepresidenta tercera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital también señala tareas pendientes, como las carencias del sistema educativo y la digitalización de las pymes

En la imagen: Nadia Calviño, vicepresidenta tercera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital. Vídeo: primera jornada del evento Retina Reset (Lucas Fuica)

"Muchos estudios apuntan a que en España se ha avanzado más en digitalización en estos meses de lo que lo hemos hecho en años”, apunta Nadia Calviño, ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital durante su intervención en el evento Retina Reset, impulsado por Santander y Telefónica, y patrocinado por Accenture, Novartis, Philip Morris, Renfe, Unir y Red Eléctrica de España. Para la dirigente, es buena noticia que las infraestructuras españolas hayan estado a la altura del tsunami digital que ha traído la pandemia. “Tenemos más fibra óptica que Francia, Alemania, Italia y el Reino Unido juntas”, precisa. Esta ventaja es la que ha podido dar respuesta sin incidentes a los picos del tráfico en Internet que durante el confinamiento llegó a crecer hasta un 80% e incluso condujo a las grandes plataformas de streaming a limitar la calidad de sus contenidos de vídeo como medida de prevención.

Pero Calviño también señala las tareas pendientes que la pandemia ha puesto de manifiesto. Han quedado a la vista las carencias del sistema educativo, que exigen inversión en equipamiento, formación del profesorado y nuevas metodologías de aprendizaje. Las competencias digitales y la digitalización de las pymes también estaban pendientes para España antes de que la pandemia se llevara por delante la vida normal. “En estos meses, incluso aquellos ciudadanos que normalmente hubiéramos pensado que habrían tenido más dificultades han tenido que hacer sus gestiones. Eso nos da una nueva perspectiva de que nadie tiene que quedar atrás”, razona Calviño.

Para aprovechar todo el potencial de ese escenario, Calviño prescribe confianza en Europa y, sobre todo, en España. “Tenemos un estado de bienestar muy desarrollado y empresas que lideran la innovación en sectores estratégicos para el futuro”, insiste. “Tenemos que creer en nosotros mismos. La pandemia pasará y cuando pase tenemos que ser capaces de trabajar juntos para construir ese futuro mejor que todos deseamos”.

De la necesidad, virtud

Por lo pronto, las pymes y el comercio de proximidad han tenido que digitalizarse a la fuerza. Si querían resistir a la crisis, no quedaba alternativa alguna. Y se han transformado en pocos meses como no lo habrían logrado en años. Desde permitir pagos telemáticos hasta incorporar las redes sociales como herramienta de venta. Como expresa José Cerdán, CEO de Telefónica Tech, pese a que el movimiento ha sido reactivo, la covid ha demostrado que España es un país creativo, de mente abierta y con capacidad de adaptación. “Las pymes no estaban preparadas para este cambio, pero han tenido que acelerar la digitalización para no desaparecer. Y esta idea también vale para organizaciones más grandes, aunque, en su caso, en diferentes capas de servicios, como el trabajo en remoto o la nube”.

El coronavirus, así lo entiende Cerdán, ha puesto de manifiesto la importancia de tecnologías como la inteligencia artificial, el cloud, la analítica de datos y la ciberseguridad. Han avanzado a pasos agigantados en buena parte del tejido empresarial. Eso sí, no vale incorporarlas sin una mínima planificación. “Hemos ayudado a las compañías a entender qué necesitan saber de los clientes. Educarlas en qué tipo de datos sirven para sus negocios porque no puedes pedir información indiscriminada a los usuarios”, asegura.

Si algo ha demostrado la pandemia es la relevancia de la innovación. El paradigma ha cambiado por completo. Sea por supervivencia o altruismo, como sucedió durante el confinamiento con la fabricación de respiradores artificiales cuando no había unidades suficientes, es el camino para adaptarse al entorno que asoma una vez finalice la emergencia sanitaria. “Somos un país innovador. Tenemos las capacidades, como una red de fibra óptica como ninguna otra en el mundo y una conectividad 5G, todavía por llegar, que la mejorará más si cabe. Podemos ser un gran hub digital. Nuestra misión es ayudar a que así sea. Conectar y entender las necesidades de los clientes y la industria”, zanja Cerdán.

Una transformación para salvar el planeta

La pandemia también ha marcado un punto de inflexión en cómo percibimos algunos problemas que antes ocupaban mucho más espacio en el imaginario social. Parece haber dejado en segundo plano cuestiones como la emergencia climática, ¿realmente ha cambiado las prioridades en cuanto al medioambiente? "La pandemia nos está ayudando a comprender mejor cómo un problema global puede afectarnos individualmente", señala Fátima Rojas, directora corporativa de sostenibilidad y relaciones externas de Red Eléctrica.

"Estamos tomando medidas importantes a corto plazo para hacer frente a la pandemia y este aprendizaje nos puede servir para el cambio climático también", detalla Rojas. Está cambiando la mentalidad de los ciudadanos y también es necesario un cambio en la cultura empresarial. "Tenemos una visión nueva de la especie que implica que a los demás les debe ir bien para que a ti te vaya bien. Lo vemos en el uso de mascarillas, es un cambio fundamental", cuenta Carlos Barrabés, CEO del Grupo Barrabés.

El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima señala que el 74% de la energía que se consuma en 2030 debe ser renovable hasta alcanzar el 100% en 2050. "En lo que va de año hemos alcanzado el 43%", explica Rojas. "Se han reducido las emisiones de CO2, no solo por la pandemia sino por las tecnologías que hacen posible generar energía renovable. Hay que conseguir que las renovables se integren y que tengamos redes suficientemente inteligente para hacer posible un sistema limpio y sostenible".

"Empezamos a tener una responsabilidad enorme: no acabar con nosotros mismos", sentencia Barrabés. Se refiere al uso de algoritmos y el avance de la automatización como armas poderosas y a la necesidad de pensar sobre la responsabilidad que implican pero ir también un paso más allá. "La tecnología no es suficiente. No podemos pensar en ser sostenibles desde un punto de vista solo técnico, siempre hay que pensar en el impacto. Esta visión es clave", termina Barrabés.

Los gigantes que cambiaron

La reinvención es una constante en el mundo empresarial y la pandemia no ha sido una excusa válida para dejar de hacerlo. Incluso ha sido un estimulante para dos de las mayores empresas en España, Phillip Morris (PMI) y Renfe Operaciones. “Yo me he pasado 25 años haciendo de la oficina mi casa y ahora me ha tocado hacer de mi casa la oficina. Todo esto es una transformación que veo con ilusión y energía”, reconoce Enrique Jiménez, director general de PMI España y Portugal, durante el evento de Retina Reset, junto al presidente de Renfe, Isaías Táboas.

En el caso de Phillip Morris la transformación no solo está en el teletrabajo, también en su producto estrella: el tabaco. Aunque parezca mentira, la mayor fabricante de cigarrillos del mundo se ha propuesto dejar de venderlos. “Esto lo hacemos porque tenemos el deber y la posibilidad de atacar la fuente del problema del tabaquismo”, explica Jiménez. La empresa ha invertido durante una década más de 7.000 millones de dólares en nuevos productos diseñados para modificar la combustión del tabaco y reducir así la exposición del cuerpo a sustancias tóxicas. “Hemos alterado nuestra manera de funcionar, pero gracias a la claridad de nuestro propósito, esta ha sido aceptada tanto dentro de la organización como por el consumidor”, asegura Jiménez. Y ahora, en un mundo que cada vez se preocupa más por la sanidad de sus individuos y espacios, esa parece ser la hoja de ruta conveniente.

“En realidad todas las compañías estamos haciendo un esfuerzo para entender mejor al consumidor”, señala Táboas. Si bien Renfe, la principal operadora ferroviaria de España, se ha reinventado en varias ocaciones como con Renfe AVE y Cercanías, con la covid-19 “ha llegado el momento de la digitalización”. “Hemos convertido la necesidad de digitalizarnos en un reto y ahí hemos encontrado la complicidad de la gente, de los trabajadores a los que les gusta superar retos”, explica Táboas y señala como uno de sus principales logros el hecho de que ahora son capaces de monitorizar el número de personas que hay en las estaciones de Cercanías para evitar aglomeraciones y cumplir con las medidas de distanciamiento social. “Es un ejemplo claro de que estimular la innovación es, al mismo tiempo, apoyar a la ciudadanía”, asegura.

Tanto Jiménez como Táboas coinciden en que el cambio es constante y que las lecciones pueden venir de todas partes, desde un virus hasta los propios competidores. “Siendo una empresa grande hemos tenido que aprender con humildad de las empresas pequeñas y los emprendimientos pues estamos en un proceso continuo de aprender y desaprender”, resalta Jiménez. “Movemos 5.500 trenes al día pero lo más importante son el millón de viajeros diarios que transportamos. Allí está el futuro, en pensar más en el cliente que en la producción”, concluye Táboas.

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