Tu ‘app’ saldrá adelante si estás en todas las ‘stores’ posibles (y te centras en los usuarios)

La gran mayoría de startups muere por el camino por la falta de ingresos y financiación. El dinero es esencial para los emprendedores, pero una buena idea también salta por los aires por algo tan sencillo como un mal posicionamiento. Si a esto le añadimos la competencia feroz existente en el mercado de las aplicaciones, la combinación puede resultar letal. Fintonic, una app que ayuda a los usuarios a gestionar sus finanzas personales, es un ejemplo de éxito a lo largo de estos nueve años de existencia. Como explica su CEO y fundadora, Lupina Iturriaga, su finalidad de empoderar al usuario y aparecer en todos los markets móviles posibles es la razón principal de que cuente con 900.000 usuarios activos en tres países diferentes.

“Cada store tiene un posicionamiento y un público diferente. Si tu público es similar al de la store, eso es bueno. Con Huawei ha sido sencillo porque no necesitas cambios para estar en la App Gallery”, comenta Iturriaga. La estrategia desarrollada por esta app no es otra que llegar al mayor número de consumidores posible. La visibilidad externa y las recomendaciones de los usuarios ayudan a que proyectos jóvenes progresen, aunque conviene fijarse en más variables. “Si me quedara en los store típicos, habría mucha gente que no se beneficiaría de mis servicios. Tienes que estar ahí para sacar todo el potencial posible”, sostiene.

Los servicios de Fintonic cada vez ocupan más espacios. Empezaron con el control de los gastos, recibos y pagos y hoy en día lo mismo negocian con aseguradoras y bancos las mejores condiciones para los usuarios que ofrecen préstamos. “Queremos que la gente ahorre dinero, que su dinero esté mejor organizado. Buscamos siempre la mejor tarifa. Por ejemplo, el año pasado ahorramos 14 millones de euros solo en comisiones”, asegura Iturriaga. El recorrido a medio plazo no puede desvelarlo, pero apunta a que el sector energético y de la telefonía son su próximo objetivo. Según sus palabras, la app ha de convertirse en el servicio financiero ideal para cualquier persona.

Otro elemento fundamental para que una aplicación funcione son las propias características internas. Tal y como recuerda Iturriaga, si deja de ser sencilla, lo más probable es que tenga poco futuro. “Las cosas hay que hacerlas fácil, que cualquiera pueda utilizarla. No tienes que pensar cuando navegas por ella. Necesitas que sea clara”, razona. Especial relevancia adquieren estas características si tenemos en cuenta que son bastante similares a las de los móviles, ese espacio donde conviven todas las aplicaciones. Las fórmulas mágicas pertenecen a la ciencia ficción. Llegar a buen puerto no está garantizado por cumplir unos requisitos u otros, pero con las apps existen suficientes experiencias exitosas como valorar el camino que han recorrido.