02. Mackbook Air: esculpido en aluminio

Jonathan Ive es el tipo de acento británico y ojos abiertos como platos que trabajaba codo con codo con Steve Jobs en sus genialidades, y el responsable del minimalismo blanco del iPod con el que Apple conquisto irreversiblemente al mundo.

Ive dejó Londres para comenzar a trabajar en Apple en 1992, iniciando diversas etapas estilísticas que se pueden recordar en un ejercicio de arqueología digital: fue el creador de aquellos iMacs de plásticos translucidos inspirados en las gominolas que teñiría de colores a finales de los 90. Ive daba forma a las ideas de Jobs y los dos trabajaban en los nuevos diseños en tándem.

Ambos crearían el PowerBook G4 de titanio y aluminio, con el que comenzaron una deriva hacia el diseño industrial y el minimalismo que culminaría con los diseños de los modelos de líneas suaves y colores blancos absolutos, inspirados en la obra del alemán Dieter Rams y sus creaciones para Braun a finales de los 70 (ver página 38). La saga iPod, los primeros modelos con retroiluminación roja y pantalla bicolor en azul representaron a la perfección esa concepción de futurismo retro y simplicidad zen con las que Apple enamoró al mundo. El diseño del iPod se trasladó entonces al iMac, que adelgazó su pantalla y se convirtió en una criatura viva como salida del Brazil de Terry Gilliam.

Una nueva etapa llegaría en 2008 con el lanzamiento del Macbook Air, el portátil ultradelgado, aún en producción, cuyo cuerpo esculpido en aluminio pulido de una pieza le daba la categoría de escultura y objeto de deseo. “Es difícil crear algo que además de bello sea robusto. El Macbook Air es uno de nuestros productos más hermosos”, declaró entonces el hoy vicepresidente Senior de Diseño de Apple y padre de todo lo habido y por haber reciente en la compañía californiana, desde los MacBook al iPhone o el iPad, muchos de cuyos diseños están expuestos en el MoMA de Nueva York. •