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Los pioneros del euro se despiden de la vida en metálico

El barrio que estrenó el euro dos años antes de su puesta en circulación celebra el 20 aniversario del piloto poniéndose al día con los medios de pago móvil

Vale, pero empiezo por lo del euro”, regatea Rosa Mari Vilches. La jubilada churrianera ha subido a la tarima para hablar de Bizum, pero tiene su propia agenda. “Es que me había quedado yo con la espinilla de que no se ha celebrado suficiente que fuimos una barriada pionera en aquello”.

Hace veinte años, dos antes del desembarco masivo de las ahora trilladas monedas de euro en el viejo continente, Churriana viajó al futuro. Los vecinos de este barrio malagueño pusieron a prueba la moneda única, cuando aún no había nacido.

Bizum se ha encargado de arrancar la espinilla de Rosa Mari y ha celebrado el vigésimo cumpleaños de “lo más bonito que ha pasado en Churriana”, volviendo a convertir el barrio en un laboratorio, esta vez para los pagos móviles entre particulares.

Monedas utilizadas en la prueba de Churriana
Monedas utilizadas en la prueba de Churriana

Igualar la experiencia de 1998 no es tarea sencilla: de la aventura vivida entonces, con monedas acuñadas para la ocasión, quedan recuerdos en las casas de todo el que participó. “¡Uy, el euro! Yo tengo como cuatro colecciones. Le hice una para mis hijos, otra para nosotros. Y las tengo metidas en un marco y todo”, comenta María Leal, que se ha acercado sentarse en el bar que da a la Plaza del Mirador atraída por el bullicio. “Su marido lo grabó todo”, continúa, señalando a su compañera de mesa, María Martín. El susodicho, que va pasando tras la mesa en dirección al meollo del evento, confirma los hechos.

-Grabé hasta a los ministros entrando al banco-, se ufana.

-¿Pero vinieron ministros y todo?

-¡Hombre, claro! Vino Rodrigo Rato. Yo fui el único que habló con él. Bueno, yo con el Cristóbal, que está por aquí. Con lo orgulloso que yo estaba... Y mira luego.

Rodrigo Rato le salió rana, pero el euro antes del euro no se lo quita nadie a los vecinos de este barrio, que se convirtió en laboratorio de la moneda única por mediación de Celia Villalobos, entonces alcaldesa de Málaga. Según explican los vecinos, lo que les valió la nominación fue su carácter participativo y colaborativo, y la tranquilidad del barrio, situado a menos de veinte minutos de la zona metropolitana. "Y cuando llegó el euro, nosotros ya estábamos licenciados", sentencia Vilches.

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¿Cómo se celebra el vigésimo aniversario de un viaje al futuro? Con otro. El homenaje de Bizum al espíritu novelero de los churrianeros ha sido volver a ponerlos al frente de la nueva revolución de las transacciones: con euros, sí; pero sin monedas. La plataforma de pago móvil ha organizado formaciones para enseñar a los vecinos a usar sus sistemas para pagos entre particulares. “No se nos ocurrían mejores protagonistas”, asegura Ángel Nigorra, director general de Bizum.

Y ellos encantados. Comidas, cafés, regalos, porras del mundial, donaciones, pagas a los hijos… En las últimas semanas, Churriana ha vivido un ir y venir de bizums. Deudas saldadas sin mediar moneda. “Con esta experiencia se demuestra también como la sociedad, independientemente de edades, está cambiando sus hábitos de pago, reduciéndose así el uso del efectivo”, razona Nigorra.

Un escaparate del barrio malagueño
Un escaparate del barrio malagueño

Ahora Rosa Mari Vilches está licenciada en euros y en Bizums. “Hay que sumarse a los tiempos nuevos”, admite. “Es que tiene ventajas. Cuando se hace un regalito siempre hay una que está por ahí despistada que no te lo paga. Al final a ti se te olvida, a ella de buena fe se le olvida. Y te encuentras un agujero”, explica.

El punto fuerte de Bizum es que convierte el envío de dinero en un trámite que requiere tanto esfuerzo como enviar un mensaje instantáneo. “¿Demasiado fácil, quizás? Bueno, eso es como con las tarjetas, tú tienes que tener un poco el control para que no se te vaya de madre”, advierte Vilches

Las ganas de aventura de María Leal y sus compañeros de mesa quedaron saciadas con la hazaña del euro. ¿Pago móvil? Vade retro. “No, no. Eso mi marido es el que lo controla”, repone. Al otro lado de la mesa, Salvador Salvatierra niega con la cabeza. “El otro día hicimos una compra por internet, al Corte Inglés… Y la hizo mi hija”, desmiente. “Yo ya tengo 75 años y no estoy para calentarme la cabeza con esas cosas. No me gusta ni pagar con el móvil ni por internet”.

Pronto tendrán que hacer una transferencia y también se encargará su hija. “Ellos son los que saben”, asegura Leal. “Los míos igual. Nosotros somos de otra generación. Me lo propusieron, pero no”, coincide María Martín, que no se arruga ante los pagos con plástico pero traza en ellos la línea que no ha de cruzar. “A mí que me dejen pagar con mi tarjeta. Y los móviles los entiendo perfectamente, ¿eh? Pero no quiero pagar con ellos”.

Quién es quién

Actualmente, el capital de Bizum lo forman 26 entidades bancarias: CaixaBank, Banco Bilbao Vizcaya Argentaria, Banco Santander, Banco Sabadell, Bankia, Banco Popular, Kutxabank, Grupo Caja Rural, Unicaja, IberCaja, Grupo Cajamar, Abanca, Bankinter, Liberbank, Caja Laboral, Evo Banco, Banca March, Cecabank, Caja Rural de Castilla la Mancha, Caja de Crédito de los Ingenieros, BNP Paribas Sucursal en España, Banca Pueyo, Banco Caixa Geral, Banco Mediolanum, Caja Rural de Almendralejo y Self Trade Bank.

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