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‘Trolls’ de las patentes: ¿al acecho de Europa?

Las entidades que viven de la litigación de patentes sin fabricar producto alguno, típicas de Estados Unidos, parecen estar llegando a la UE. Estas prácticas dañan la innovación y el crecimiento de las 'startups'

Getty Images

En Escandinavia los trolls son un mito conocido: gigantes desaliñados con malas intenciones que merodean por los bosques y se petrifican si les caza el sol. Por estos lares, algunos les conocimos en Las aventuras de David el Gnomo. La idea era parecida. En Estados Unidos, esta panda tiene un aspecto menos mitológico, más actual e igual de siniestro.

La versión moderna del troll habita en la ciudad y se alimenta de patentes. Son organizaciones que se benefician de los derechos asociados a ellas sin vender ni fabricar los bienes y servicios que describen. En general, se ganan el pan comprando patentes y guerreando por la propiedad de una idea que no piensan hacer realidad. Allende los mares se las conoce como non practicing entities (NPE), es decir, entidades no practicantes. Y podrían estar llegando a Europa.


El desembarco de los trolls


En 2007 darts-ip, una empresa especializada en propiedad intelectual, registró 56 acciones relacionadas con la actividad de NPEs en Europa. Diez años más tarde esta cifra se había triplicado.

Fuente: darts-ip / *la cifra para 2017 es una estimación

Históricamente, Estados Unidos ha sido el hábitat idóneo para los trolls. "El sistema judicial de allí tiene unos costes desorbitados para los demandados por infracción de patentes mientras que los demandantes apenas asumen riesgos", explican desde la oficina española de patentes y marcas (OEPM). Esto sumado a la concesión de protecciones demasiado amplias -debido a la alta carga de trabajo- resulta en un ecosistema donde la riña es barata y las posibilidades de salir ganando, favorables.

No en vano, las cinco NPE más camorristas del viejo continente tienen pasaporte norteamericano, según ha podido comprobar darts-ip.  Intellectual Ventures, Marathon Patent Group, Pan Optis Patent Management y Form Holdings se guisan y se comen un 60% de la incipiente actividad troll en Europa. Según explican en la OEPM, Europa y, en particular, España han podido mantenerse al margen de estas prácticas porque el sistema judicial no es tan prohibitivo y las patentes se conceden después de un examen más riguroso, por lo que son de mayor calidad.

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¿Cómo ha podido pasar esto? Por un lado, las NPE norteamericanas podrían estar llegando en busca de mejores pastos, ahuyentadas por el endurecimiento de las medidas anti-trolls auspiciado por la administración Obama en su lado del charco.

Entre los demandados aparecen con frecuencia empresas dedicadas a las TICs

Además, entre los demandados aparecen con frecuencia empresas dedicadas a las tecnologías de la información y la comunicación y, en concreto, a la fabricación de smartphones y derivados: Vodafone, ZTE, Huawei, HTC, LG, Samsung, Apple... Es bien conocida la guerra de patentes que se ha venido librando durante los últimos años en este mercado, cada vez más fragmentado.


Las TIC, un caramelito para los trolls


Las patentes relativas a tecnologías de la información y la comunicación concentran un 75% de los casos catalogados por darts-ip.

Fuente: darts-ip / *el mismo caso puede aparecer en más de una clasificación

Aún estamos lejos de enfrentarnos a la jauría de trolls cuyas demandas costaron en 2011 unos 29.000 millones de dólares. Sin embargo, el riesgo afrontar la demanda de una entidad especializada cuya subsistencia depende de ganar estos casos no es precisamente abono para el emprendimiento tecnológico.

Así lo ha demostrado una investigación que analiza el efecto de las leyes anti-troll aprobadas en 32 estados norteamericanos sobre las startups. Además de registrar un incremento del 4,4% en el empleo, concentrado principalmente en las startups tecnológicas e inexistente en el apartado de grandes empresas; los investigadores comprobaron que esta legislación "está asociada con un incremento en el registro de patentes y en el número de firmas en etapas tempranas que logran recaudar financiación procedente fondos de capital riesgo".

¿Son las NPE el hombre del saco en el mundo de las patentes? Cuando su actividad se desarrolla con una intensidad razonable, no está tan claro. Según otro estudio podrían fomentar la innovación, si se centrasen en la transferencia de conocimiento y cediesen las tecnologías que han adquirido a las empresas dispuestas a hacerlas realidad e interpusiesen sus demandas como medio de protección cuando otros copian tales patentes sin tener las licencias. "Sin embargo, las evidencias disponibles sugieren que las demandas de entidades no practicante no se producen normalmente estos casos".

Robert Stoll, antiguo comisario de patentes en la oficina estadounidense (UPSTO) tampoco tenía claro si estas entidades pueden considerarse inequívocamente trolls. "A muchos inventores sencillamente les gusta inventar. Algunos no tienen interés en fabricar nada, sino que prefieren regresar al laboratorio y cazar el siguiente descubrimiento", razona en un artículo publicado en la revista de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI). Así, estos inventores sin motivación para fabricar encontrarían un mercado secundario en el que amortizar sus esfuerzos. ¿Su receta para encontrar el equilibrio? Separar trolls buenos y trolls malos: "Necesitamos asegurar que las demandas frívolas y predatorias resultan penalizadas y necesitamos prevenir las tácticas abusivas que dañan nuestra cultura de innovación".

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