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Las mujeres luchan por su hueco en las ‘startups’

La cuarta edición de las Innovation Talks pone de manifiesto la falta de diversidad de género que impera en el ecosistema emprendedor y aporta iniciativas para revertir esta realidad

Startups y disrupción son dos conceptos que van de la mano. Lo malo es que no rompen con el sistema establecido en todos los niveles. El ecosistema emprendedor ha calcado la preponderancia masculina que impera en el sector empresarial. Y esto es más acuciante en cuanto hablamos de tecnología, un entorno en el que la presencia de mujeres roza la invisibilidad. Para luchar contra este escenario, la cuarta edición de las Innovation Talks, organizada por PWN Madrid y Telefónica Open Future, ha abierto un punto de encuentro para destacar la importancia de la diversidad de género en el emprendimiento.

Sofía Benjumea durante su intervención
Sofía Benjumea durante su intervención

Para comprender la disparidad de sexos presentes en las startups, basta con atender al dato que ha aportado Sofía Benjumea, responsable de Campus Madrid, durante su intervención: solo el 17% de las nuevas empresas son fundadas por mujeres. ¿Ellas carecen de ambición o es que prefieren buscar otras oportunidades laborales? Como ha precisado, falta un cambio cultural casi radical en el que las mujeres dejen de acomplejarse por querer desarrollar una carrera profesional exitosa. “El capital riesgo busca proyectos innovadores, globales y escalables. Sin embargo, nosotras, en muchas ocasiones, no vamos tan lejos”, ha asegurado.

La diversidad de género no se logra de un día para otro, aunque hay un momento en el que deja atrás la invisibilidad. Según Gonzalo Martín-Villa, director de innovación de Telefónica, el 30% es la clave. Cuando se llega a este porcentaje de presencia femenina, surge el cambio y emerge la conciencia en la propia empresa de que forman parte activa de la organización. “Es bueno para los negocios que haya más mujeres porque terminan siendo más exitosos. Aportan más discusión en la toma de decisiones. Sus ideas también son diferentes. Consiguen que veamos las cosas de forma diferente y huyamos del pensamiento único”, ha explicado.

La innovación, un entorno masculino

La realidad que describen los datos de la economía digital española no resulta muy halagüeña para las mujeres. Ellas solo representan al 4% de las directoras ejecutivas de las compañías STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas), al 8% de las docentes universitarias en carreras técnicas y al 25% de inversoras en innovación. Todos estos números también se ven afectados por una realidad laboral en la que se ven discriminadas, cobran de media 4.745 euros menos al año que los hombres y sufren un mayor desempleo.

Uno de los principales problemas es la falta de referentes. El desconocimiento de proyectos liderados por mujeres y su escasa presencia en las aulas –solo una cuarta parte de los estudiantes de carreras técnicas son chicas, según los números del ministerio de Educación– lastran su ascenso empresarial. Como ha comentado Martín-Villa, incluso ante nuevas vacantes en las que querría dar una oportunidad a una mujer, ha sido incapaz de encontrar a una que cumpliera con los requisitos. “Si queremos que haya innovación para todos, necesitamos perfiles diferentes. Cuanto mayor sea la diversidad, más industrias estarán cubiertas”, ha zanjado Benjumea.

Resulta evidente que los rostros visibles femeninos en las startups representan a una minoría, aunque hay algunos nombres silentes, alejados de la tecnología, que forman parte central del negocio. Blockchain no se entendería sin el impacto que puede tener en la ciencia social; y ahí existe un campo abonado, tal y como ha razonado Almudena de la Mata, cofundadora de Blockchain España, para la notoriedad de las mujeres. “En mi entorno veo que somos muy pocas, pero que no haya tecnólogas al frente de un proyecto no significa que no apliquen sus conocimientos a las iniciativas”, ha añadido.

Cuanto mayor sea la diversidad, más industrias estarán cubiertas

Sofía Benjumea, responsable de Campus Madrid

Todos los participantes en el debate han intentado aportar su solución al problema. Desde los cambios educativos hasta la promoción interna pasando por una mejor conciliación laboral y familiar. No existe una fórmula mágica que permita a las mujeres tener automáticamente su hueco en el entorno del emprendimiento. Lanzar una startup, independientemente del resultado final, exige un gran sacrificio. Y ya si al frente se sitúa un nombre femenino, la tarea resulta casi hercúlea; pese a que, supuestamente, el dinero no entiende de sexos –solo el 2,2% de inversión de capital riesgo se invierte en startups fundadas solo por ellas en Estados Unidos, tal y como explicó la periodista Esther Paniagua, moderadora de la charla–. Como ha concluido Martín-Villa, “lo importante es ir al origen de la situación para cambiarlo y elevar el número de mujeres en este ecosistema”.

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