Desafíos de las tecnologías educativas en España
las tecnologías educativas, más relevantes que nunca: permiten que los procesos de aprendizaje y enseñanza sean cada vez más personalizados y eficientes, asegura la responsable de Udemy en España
El mercado laboral está cambiando a pasos acelerados debido a la creciente adopción de nuevas tecnologías que transforman la forma en que trabajamos. Bajo esta nueva realidad, los conceptos de expertise o de dominio profesional, son ya nociones sujetas a fecha de caducidad, por lo que las nuevas generaciones de profesionales se ven obligadas a asumir una actitud de aprendizaje permanente para seguir siendo competitivas en el mercado laboral. El rol que hoy juegan las tecnologías educativas -conocidas también como edTech- es más relevante que nunca: permiten que los procesos de aprendizaje y enseñanza sean cada vez más personalizados y eficientes, mientras responden a la demanda de nuevas habilidades y conocimientos en tiempo real.
Las edTech tienen como objetivo facilitar el aprendizaje y mejorar el desempeño de los estudiantes a través del uso y gestión de procesos y recursos tecnológicos apropiados. Más que una moda o tendencia temporal, las tecnologías educativas han surgido como respuesta a las necesidades en materia de formación que tienen las empresas en la actualidad. Estas carencias no siempre están cubiertas por las instituciones de educación tradicional. Y es precisamente en este sentido, donde las edTech tienen un gran potencial de crecimiento como complemento a la educación académica.
Las edTech tienen como objetivo facilitar el aprendizaje y mejorar el desempeño de los estudiantes a través del uso y gestión de procesos y recursos tecnológicos apropiados
Este innovador sector se apoya en una enorme gama de medios que permiten personalizar o socializar conocimientos, de tal forma que los individuos estamos expuestos a tiempo completo y en cada vez más canales para absorberlos, lo que estimula un entorno dinámico tanto para la enseñanza como para el aprendizaje. Más allá de su penetración en la educación académica, las edTech se han insertado también en el mundo laboral, desarrollando como consecuencia una nueva industria que, de acuerdo con el foro EdTechXGlobal y la firma de inversión Ibis Capital, en 2020 valdrá 252 mil millones de dólares a nivel global.
En el campo de los negocios, las empresas recurren cada vez más a tecnologías y medios digitales para ofrecer alternativas de capacitación continua para sus empleados. Los trabajadores gozan hoy de mayores vías de acceso a oportunidades para su desarrollo profesional y personal por medio de la oferta de productos y servicios proporcionados por el sector EdTech. Con una población de más de 46 millones de habitantes, España se presenta como un mercado joven para este sector y con un gran potencial para sus distintos jugadores.
Como en muchas otras economías, España ya está asistiendo a la llamada “cuarta revolución industrial”, una profunda transformación tecnológica de los procesos productivos basada en la información y la conectividad global. Esta revolución –cada vez más presente en todos los sectores– ha generado un intenso debate en torno a su impacto sobre el empleo, ya que es innegable que el mercado laboral precisa de nuevos perfiles profesionales, muy especializados e inexistentes hace apenas unos años. Es decir, no se trata de una destrucción de empleos, sino de una transformación sin precedentes del paradigma productivo. A este respecto, el ecosistema EdTech afronta el reto de conseguir que los trabajadores del presente y futuro adquieran las habilidades tecnológicas que demanda esta revolución digital y puedan verla como una oportunidad, algo que pasa por un reciclaje profesional continuo.
En un mundo híper competitivo, dicha formación constante ha sido durante años un privilegio que no todos se han podido permitir, debido especialmente a los altos costes de la educación tradicional. Democratizar el acceso a una formación útil y de calidad durante toda la vida profesional se convierte así en otro de los principales retos de las tecnologías educativas, tanto en España como en el resto del planeta.
Por otro lado, siendo la flexibilidad de horarios y lugar de aprendizaje la principal carta de presentación de la formación en línea, las empresas cada vez ven más en ella la opción más atractiva para formar a sus empleados. Por ejemplo, según el último Informe Anual de la Fundación Tripartita, entre las empresas privadas en España que ofrecen formación continua bonificada a sus empleados, la modalidad online se ha incrementado un 71% respecto al año anterior. Además, el e-Learning requiere de un 40% a 60% menos tiempo dedicado que la formación presencial o tradicional, por lo que las empresas van tomando conciencia de la eficiencia que supone elegir esta alternativa.
En definitiva, en un contexto en el cual el ritmo de cambio tecnológico es cada vez más acelerado, la necesidad de acceso a una formación flexible y actualizada es ya algo crucial. Conseguir que los trabajadores tengan una actitud de aprendizaje constante no solo es un reto sino una obligación que debe ir de la mano entre trabajadores, empleadores y el sector EdTech.
Denisse Halm es directora General para España e Hispanoamérica de Udemy
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