“El MIT trabaja con escenarios de hasta un 80% de desempleo mundial”
Amador Menéndez, investigador y divulgador científico analiza en ‘Historia del futuro. Tecnologías que cambiarán nuestras vidas’ las claves de la revolución tecnológica y los retos venideros para la humanidad
Amador Menéndez (San Pedro de Nora, Asturias; 1969) no entendería su vida sin la ciencia y la tecnología. Doctor en química, colabora con el prestigioso Massachusetts Institute of Technology (MIT) y ahora es investigador en el Instituto Tecnológico de Materiales de Asturias, divulgador científico y amante de la energía solar como motor de la sostenibilidad de la Tierra. A todo esto se le suman sus dotes como escritor, con las que ganó el Premio Internacional de Ensayo Jovellanos 2017 por el libro Historia del futuro. Tecnologías que cambiarán nuestras vidas. Menéndez es un entusiasta de lo disruptivo. De todo aquello que pueda transformar la sociedad tal y como la conocemos hoy en día. Hilvana un argumento tras otro, siempre tratando de que quien le escucha comprenda que no habla de ciencia ficción. “Hace ocho años mis amigos me miraban raro cuando les hablaba del coche autónomo… y fíjate ahora. Vivimos un siglo en el que el tiempo es exponencial y todo va a una velocidad de vértigo”, explica en esta entrevista telefónica.
¿Qué es lo más disruptivo que conoce?
De lo más disruptivo en tecnología es la biónica. Antiguamente, al amputar o perder un miembro se ponía una prótesis rígida, generalmente de cerámica. Ahora, puedes poner prótesis controladas con tu cerebro. Lo que era un sueño de ciencia ficción es una realidad.
¿Y cómo funcionan?
Al mover el brazo o la pierna, las órdenes viajan del cerebro a la prótesis. Se unen las extremidades con cables y por ahí viaja la información. Hugh Herr, un científico que perdió las piernas en la montaña, se las diseñó él mismo y fue el primero. Son inteligentes. Tienen hasta un mecanismo hidráulico para corregir la pisada cuando detectan irregularidades en el suelo. El salto es que hay directamente una comunicación entre el hombre y la máquina.
¿Cree que la inteligencia artificial va a sobrepasar al ser humano?
Hay escenarios futuristas, como Matrix o Terminator, en los que se nos muestra a un robot inteligente capaz de diseñar otras máquinas más inteligentes que al final digan que para qué quieren al ser humano. Incluso gurús como Stephen Hawking o Elon Musk lo defienden. Yo creo que esto no llegará.
Deep Blue ganó a Gary Kasparov…
Eso es cierto, pero ya hablamos de una inteligencia artificial estrecha. Una dedicada a un dominio específico como el de jugar al ajedrez. El coche autónomo de Google es lo mismo: solo sabe conducir. El sueño de la tecnología es crear una inteligencia artificial general, en la que un robot emule y supere al ser humano en cualquier actividad intelectual. De esto, sinceramente, estamos muy lejos. Habrá avances en la reducida, pero no tanto en la otra.
Cooperación entre máquinas y seres humanos
"Yo planteo que en esta era de la interconectividad, gracias en parte a Internet, podemos imaginar millones de seres humanos y máquinas trabajando juntos. De ahí podría emerger una superinteligencia, una inteligencia colectiva mucho mayor que la de humanos y máquinas", concluye.
¿La robótica favorecerá el aumento del desempleo?
Creo que sí. En el MIT llegamos a trabajar con escenarios en los que valorábamos un 80% de desempleo mundial. El ser humano tendrá que desempeñar profesiones muy creativas. Al final, todo lo que sea un algoritmo, puede desempeñarlo una máquina. La creatividad es algo intrínseco al ser humano y eso los robots no lo tienen.
¿Y no se puede revertir ese escenario del 80% de parados?
Es una cuestión principalmente económica y política. Lo ideal sería disponer de una renta básica universal. Ante esta situación, parece que habrá poca gente trabajando y el resto tendrá que ganarse la vida aunque sea con un subsidio. La duda es de dónde se podrá sacar todo ese dinero para pagar la ayuda. Hemos vivido transiciones en la humanidad, como con la era industrial. Las máquinas nos desplazaron hacia lo intelectual y no tanto lo manual. En la cadena de valores ganamos. Si este cambio ahora es intelectual, como por ejemplo a la hora de conducir un coche, ¿hacia dónde nos podremos desplazar?
Trabaja en la creación de nanomateriales y dispositivos para mejorar la eficiencia de la energía solar. ¿Se desaprovecha el potencial que tiene?
El sol es una de las energías renovables más prometedoras. Con una hora de sol se podría abastecer a toda la humanidad durante un año si fuéramos capaces de captar toda la energía, sin dejar escapar un rayo. Hoy en día, solo representa el 1% del consumo energético mundial.
¿Se debe a razones tecnológicas o de otro tipo?
Hay un campo muy grande para los emprendedores en el sector de las energías verdes y la tecnología. Aún así, existen obstáculos políticos y económicos que impiden que penetren con fuerza en los diferentes países. El petróleo sigue estando a la cabeza y es una energía protegida.
¿Resulta muy complejo convertir las investigaciones científicas en un producto?
En Europa se habla del valle de la muerte porque siempre es complicado pasar de una investigación en un laboratorio o universidad al mercado. No lo hacemos bien. En la mayoría de casos, se quedan publicadas en un artículo y punto. Sería mejor fijarse en Estados Unidos. Allí lo hacen mucho mejor.
¿A qué se refiere con que lo hacen mucho mejor?
En el MIT me di cuenta de que es necesario apostar por proyectos de alto riesgo. Una empresa innovadora ha de tener este riesgo. En España se es más conservador y menos disruptivo. Al MIT llegó un chico joven un día que había creado un prototipo de electricidad inalámbrica y ahora su idea saldrá en breves al mercado. Esto es lo que genera valor añadido y lo que permitirá cambiar el mundo.
¿Existe una burbuja tecnológica?
La tecnología es fuente de poder y riqueza. Y también una fuente de oportunidades. Los modelos de negocio están cambiando radicalmente. La mayor empresa de coches, Uber, no los tiene en propiedad. La mayor tienda de productos, Alibaba, no tiene locales físicos. Ponen en contacto directamente a consumidores con proveedores. ¿Alguien pensaba que esto iba a ser así hace un siglo? Son nuevos modelos de negocio que ofrece el mundo digital y la tecnología.
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