Latinoamérica desprotegida contra el ‘cibercrimen’
Cuatro de cada cinco países están desprotegidos contra el cibercrimen en Latinoamérica. Es uno de los durísimos datos que esgrime el Informe Ciberseguridad 2016 elaborado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Organización de los Estados Americanos (OEA) en colaboración con la Universidad de Oxford. Este 80% de gobiernos que suspenden carecen de planes estratégicos de ciberseguridad y de protección de las infraestructuras críticas, según detalla este estudio que ha sido publicado este lunes.
“Una enorme mayoría de nuestros países aún están poco preparados para contrarrestar la amenaza del cibercrimen. Su análisis es un llamado a la acción para empezar a hacer todo lo necesario por proteger esta infraestructura clave para el siglo XXI”, afirma Luis Alberto Moreno, presidente del BID, en el prólogo del estudio. Qué significa este diagnóstico se mide en cifras, los 80.000 millones de euros que pierde al año Latinoamérica por el cibercrimen, una cantidad, según el informe, suficiente para multiplicar por cuatro los investigadores científicos en la región.
El estudio ha medido 49 indicadores en 32 países. Cinco marcos fundamentales agrupan los factores a analizar con una nota de uno a cinco, de inicial (el nivel más bajo de ciberseguridad) a dinámico (la máxima nota): Política y Estrategia, Cultura y Sociedad, Educación, Marcos Legales y Tecnología. Brasil, el corazón tecnológico de la región, raspa el aprobado en muchos de estos ejes principales. Y en algunos de importancia capital, como Política y Estrategia, suspende: una nota media de 2,3 sobre cinco. México, otro país en alza en su panorama TIC, se queda en torno al dos en estos cinco apartados. En parte, los problemas de este país son contar con un marco legal todavía incipiente. El informe concluye que esta inmadurez “dificulta el enjuiciamiento” del cibercrimen.
Y hay países totalmente fuera de la ciberseguridad, como ocurre con Nicaragua (prácticamente en el uno de nota media) o Venezuela (suspende con claridad en los cinco frentes), un caso especialmente grave porque casi la mitad de la población (el 47%) ya tiene acceso a Internet. A la cabeza de los más seguros se encuentran países como Urugay, Colombia o Chile, aunque en todos ellos hay apartados que bajan del tres de valoración media.
La clasificación de los 32 países según estos parámetros refleja otro diagnóstico claro: Latinoamérica vive la dimensión online de manera fragmentaria. Chile, el país mejor valorado en economía digital de Latinoamérica —puesto 38 según el Índice NRI del Foro Económico Mundial (FMI)— le lleva casi 100 puestos al peor clasificado, Haití. En su artículo que abre el informe, el Consejo sobre la Agenda Global en Seguridad Cibernética del FMI concluye: “Una vez más, la inversión pública y la participación en las industrias de TIC locales podrían ser el catalizador”. Sector público y sector privado actuando como motor de la defensa de la economía digital.
¿Las conclusiones? Preocupantes. Solo seis países cuentan, de momento, con una estrategia de ciberseguridad nacional: Brasil, Colombia, Jamaica, Panamá, Trinidad y Tobago y Uruguay. La sociedad, por lo general, desconoce los riesgos de la red. Y en el desarrollo de un marco legal, el estudio es claro: “El enjuiciamiento de los delitos cibernéticos en la región todavía se ve obstaculizado por la ausencia, en la mayoría de los Estados, de un mecanismo formal para denunciar incidentes cibernéticos”. Eso sí, el informe deja la puerta abierta a la esperanza: “Si bien ningún país está listo cibernéticamente, muchos están empezando a tomar medidas significativas para evaluar sus desafíos específicos de seguridad cibernética en términos económicos y comprometer recursos limitados para lograr sus objetivos”.
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