Éric Sadin, filósofo: “La IA modificará la naturaleza del ser humano”
El experto en tecnología habla sobre los riesgos que plantea el avance de la inteligencia artificial en la primera jornada del Evento Tendencias 2024, organizada por EL PAÍS este lunes
El mundo vive en constante transformación. Los desafíos geopolíticos y las innovaciones tecnológicas redefinen el presente y marcan las tendencias del futuro. Para muestra un botón: la vuelta de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos amenaza con alterar el equilibrio global, afectando desde la guerra en Ucrania hasta la tensión en Oriente Medio, donde los conflictos y la inestabilidad no ceden. Paralelamente, la inteligencia artificial emerge como el nuevo motor de una economía automatizada, poniendo en cuestión el rol humano y reconfigurando el mercado laboral, en educativo, el sanitario, entre muchos más. En medio de esta avalancha de incertidumbres, se perfila un escenario donde el cambio no solo es inevitable, sino la única certeza.
“Las nuevas tecnologías pueden abrirnos infinitas posibilidades”, ha afirmado Pepa Bueno, directora de EL PAÍS, durante la inauguración del Evento Tendencias 2024, un foro organizado por el diario en colaboración con Abertis, Enagás, EY, GroupM, Iberdrola, Iberia, Mapfre, la Organización de Estados Iberoamericanos, Redeia, Santander y Telefónica.
Sin embargo, ha advertido Bueno, algunos de estos avances pueden llegar en “envoltorios engañosos” que ocultan riesgos del pasado que creíamos superados. “Es nuestra obligación [como periodistas] distinguir esos cambios que realmente pueden mejorar nuestras vidas de aquellos que, en realidad, solo encubren viejas amenazas que nos empujan a peligros”.
De allí que el Evento Tendencias se haya celebrado con el lema “Conocer para avanzar.” Bajo esta premisa, Éric Sadin, filósofo y experto en tecnología, ha hablado sobre los riesgos que plantea el avance de la inteligencia artificial (IA), en particular en su versión generativa. “La IA modificará la naturaleza del ser humano”, ha afirmado durante la primera jornada del encuentro ―que se celebra este lunes y martes―, señalando que la creciente sofisticación de estas herramientas representa uno de los grandes desafíos para la humanidad.
De hecho, en pocos días se cumple el aniversario del lanzamiento de la primera versión de ChatGPT (30 de noviembre de 2022), un hito que, según Sadin, marca “un punto de inflexión intelectual y creativo” que está reconfigurando la sociedad. “Vivimos un momento serio, de gran gravedad, pero no lo vemos”, ha expresado, refiriéndose al impacto de las tecnologías digitales desarrolladas en las últimas dos décadas y a la velocidad vertiginosa con la que están transformando la vida cotidiana, lo que dificulta comprender el presente de manera clara e inmediata.
Sadin —que acaba de publicar La vida espectral: Pensar la era del metaverso y las inteligencias artificiales generativas (Caja Negra Editora, 2024)— cuestiona profundamente la forma en que la inteligencia artificial interpreta y toma decisiones. Como por ejemplo Waze, el sistema de navegación que, basándose en vastos volúmenes de datos, no solo predice las condiciones del tráfico, sino que además sugiere rutas óptimas para los conductores.
Este tipo de herramientas, opina Sadin, inauguran una nueva “dimensión cognitiva” en la que las recomendaciones de acción ya no son el resultado de decisiones individuales, sino de algoritmos que procesan grandes cantidades de información. Para el filósofo, esta dependencia marca un acontecimiento antropológico, así como un cambio profundo en la relación del ser humano con la tecnología y el poder de decisión.
A su juicio, estos cambios afectan incluso a las decisiones más personales, como las compras. “¿Habéis oído hablar a algún legislador de cómo actúa la IA en un almacén de Amazon?”, ha cuestionado Sadin, criticando el vacío legal y la falta de un debate profundo en torno al poder de decisión de estos sistemas de IA. Con cada recomendación, desde qué zapatillas comprar hasta qué contenido ver, se modela nuestra conducta de manera imperceptible, y ello, asegura, está dotando a la IA de una “superioridad cognitiva” que podría limitar nuestra autonomía.
IA en el mundo laboral
Actualmente, los sistemas de IA se expanden con fuerza en todos los sectores económicos. Llegan a las aulas y ocupan largas discusiones en ámbitos como el sanitario (dos de los grandes protagonistas en esta primera jornada del Evento Tendencias 2024). Pero existe un sitio en el que han irrumpido con fuerza: “Hay cambios en los que los sistemas de IA es tan cada vez más presentes en el mundo del trabajo”, ha afirmado Phoebe V. Moore, profesora de la Universidad de Essex. Este avance no es fortuito. “Los grandes negocios tecnológicos, las big tech, están pidiendo un mayor avance de la IA en el mercado laboral a ritmos que no se habían visto”.
Moore ha señalado que hay abundante evidencia de que las grandes empresas están utilizando datos biométricos, como el análisis de emociones y el reconocimiento facial, en la gestión de sus entornos laborales y de sus empleados. Frente a ello, la especialista hace un llamado a reforzar la supervisión y el control en la recopilación de datos, a garantizar un equilibrio justo entre los intereses corporativos y los derechos de los trabajadores, y a asegurar un consentimiento explícito y bien informado para el uso de información personal.
Pero los avances tecnológicos también implican un paso hacia adelante en temas como el cáncer, donde la medicina ha dado pasos de gigante en la detección, análisis, tratamiento y prevención. “Estamos en un momento crucial para entender el potencial y los límites de la IA”, ha aseverado Miguel Luengo-Oroz, CEO de Spotlab.ai, fellow de la Fundación Obama y emprendedor Ashoka.
Este experto destaca el papel transformador de la IA en el ámbito sanitario y la forma en que esta tecnología está redefiniendo las prácticas en casi todos los sectores y en tres escalas: en el nivel individual, en la interacción profesional y en las políticas de salud pública. Para Luengo-Oroz, la IA se convertirá en una herramienta omnipresente en el ámbito laboral, y en el mundo de la salud, esta evolución ya está ocurriendo. En su opinión, la IA ha dotado a los profesionales de la salud de “superpoderes” que antes eran impensables, mejorando desde el diagnóstico temprano hasta la personalización de tratamientos.
Este poder, ha explicado el experto, no solo está en manos de los especialistas: los pacientes también están más empoderados. “Hoy en día, el paciente se sienta a tomar decisiones junto al médico, con un nivel de información y comprensión mucho mayor”, ha afirmado. Luengo-Oroz subraya que la implementación ética y responsable de estas tecnologías será esencial para garantizar que estos avances realmente beneficien a la sociedad en su conjunto, y que no agraven desigualdades.
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