_
_
_
_
_

Dudas en el PP por las similitudes con Vox y la estrategia de agitar la calle

El discurso duro de Casado reabre el debate interno sobre el alejamiento del centro que sucedió al batacazo electoral de abril

Pablo Casado y Cayetana Álvarez de Toledo, durante el debate de investidura el pasado domingo. En vídeo, declaraciones de Casado.Vídeo: Uly Martin
Natalia Junquera

El duro discurso de Pablo Casado en la investidura y el anuncio de movilizaciones ha reabierto el debate interno sobre la estrategia a seguir y el temor a alejarse del centro. Dirigentes populares consultados por EL PAÍS recuerdan que la estrategia de agitar la calle fracasó a partir de 2004, cuando hacían oposición al Gobierno de Zapatero, y temen que si se aproximan demasiado al tono de Santiago Abascal, terminen “potenciando” a Vox.

En sus últimos cinco minutos de discurso antes de que Pedro Sánchez fuera investido presidente por dos votos de diferencia, Pablo Casado acusó al líder del PSOE de ser “un ultra” que pretende “cambiar el régimen del 78” y con sus socios, “atentar contra la legalidad, la igualdad, la tolerancia, la propiedad privada, el libre mercado, la libertad individual y de prensa”. “La democracia española ha tenido dos grandes enemigos: los terroristas y los golpistas. Hoy les ha puesto nuestro futuro en sus manos, a costa de desmembrar el Estado y liquidar el socialismo constitucional”, añadió.

El lenguaje duro de Casado ha reabierto el debate interno sobre la estrategia a seguir. El discurso del líder del PP se parece más al de la campaña electoral del pasado abril —cuando se centró en intentar frenar la fuga de votos a Vox imitando el tono de la formación de Santiago Abascal—, que al del pasado noviembre —cuando aseguraba que Sánchez merecía todo su respeto, aunque el PP no pudiera apoyar su programa—. Con la primera estrategia, los populares se estrellaron en las urnas: pasaron de 137 a 66 diputados. Con el intento de giro al centro y el tono más moderado, Casado obtuvo el pasado noviembre 89 escaños.

Un dirigente popular opinaba tras el debate que el PP necesita “calma” y diferenciarse claramente de Vox. La estrategia de agitar la calle a la que el partido recurrió durante los Gobiernos del socialista José Luis Rodríguez Zapatero, recordaba, no funcionó. Y el resultado de abril, que estuvo a punto de provocar un ERE en el partido, aún pesa.

Más información
Pedro Sánchez logra la investidura y formará el primer Gobierno de coalición de la democracia
Podemos y PNV piden a la derecha que no se apropie de la Monarquía
El PP, a Sánchez: “ETA ya ha conseguido su propósito”

Un barón regional se muestra partidario de “esperar” con las movilizaciones que la portavoz en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo, anunció el pasado 3 de enero, cuando llamó a organizar “la resistencia” contra Sánchez. “Es mejor actuar con iniciativas y acción parlamentaria, defendiendo derechos como la libertad de educación. El PP es un partido de Gobierno, con más experiencia que Vox y Ciudadanos”. Este dirigente también cree que es importante marcar distancias con el partido de Abascal. “En algunas cosas coincidiremos con Vox, como la defensa de España, pero tenemos que tener un discurso propio”, añade.

Otro veterano parlamentario del PP señala que el momento actual es “muy complejo” y “encontrar el equilibrio, muy difícil”, pero cree que si no moderan su discurso cederán terreno al partido de Abascal. “Si exageramos mucho, potenciamos a Vox y perdemos credibilidad como alternativa”. “Es otra vez el mismo debate: la lucha entre la moderación y la dureza. Si la dirección secunda finalmente esa estrategia de movilizaciones será, a mi juicio, un error. No nos hará ganar nada y le daremos bazas a Vox”, añade.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

“Retrocederemos 15 años”, lamenta otro dirigente regional, refiriéndose al plan de agitar la calle. “Hay dos bloques que van a promover la polarización y el PP está en uno de ellos. En mi opinión, es un error”.

Otro barón regional señala que lo prioritario es liderar “un amplio espacio constitucionalista”, acogiendo a Ciudadanos —ahora con solo 10 diputados— bajo su ala y desgastar al Gobierno de coalición con iniciativas desde el Parlamento y haciendo mucho hincapié en la economía. Y a partir de ahí, señala, “serenidad”. “La gente puede manifestarse cuando quiera y ocurrirá”.

Otro presidente autonómico del partido opina que la oposición del PP debe ocupar los dos frentes: el Parlamento y la calle. “Los ánimos de la gente están muy calientes y la preocupación es total. Unos por la deriva a la que pueda llevar Podemos a la economía, otros por el protagonismo del independentismo, todos por el blanqueamiento a Bildu...”. Este dirigente señala, no obstante, que el discurso debe ser el del PP, “sin mirar a nadie más”. Tanto el PSOE como Podemos y el PNV destacaron estos días las similitudes en los discursos del PP y Vox.

Los dirigentes que dudan de ese endurecimiento del discurso y las movilizaciones en la calle coinciden en buena medida con los que hace unos meses trataron de convencer a Casado de que no nombrara a Álvarez de Toledo portavoz en el Congreso al considerar que les alejaba del centro. De momento, en este debate de investidura se han impuesto las tesis de la cabeza de lista por Barcelona y no las de otros dirigentes populares que comparten los motivos de rechazo a los pactos de Sánchez, pero no los términos empleados para justificarlo.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Natalia Junquera
Reportera de la sección de España desde 2006. Además de reportajes, realiza entrevistas y comenta las redes sociales en Anatomía de Twitter. Especialista en memoria histórica, ha escrito los libros 'Valientes' y 'Vidas Robadas', y la novela 'Recuérdame por qué te quiero'. También es coautora del libro 'Chapapote' sobre el hundimiento del Prestige.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_