Casado amenaza a Sánchez con los tribunales y recupera su discurso más duro, con insultos y alusiones a ETA
El PP ofrece a Revilla su apoyo si el PSOE rompe el acuerdo en Cantabria por su voto en contra en la investidura
Le amenazó con los tribunales y con movilizaciones "en las calles y en las plazas". En los primeros ocho minutos, le llamó sociópata, mentiroso, presidente fake, falto de dignidad, fatuo, arrogante y patético. El líder del PP, Pablo Casado, ha recuperado este sábado su discurso más duro contra el presidente en funciones y candidato a la investidura, Pedro Sánchez. "Muchas gracias por su moderación. Toca afeitarse la barba de nuevo", le replicó el líder socialista al subir a la tribuna.
El presidente del PP ha arrancado su intervención preguntando a Sánchez si había dormido bien, recordando las palabras del líder socialista del pasado verano, cuando dijo que le quitaba el sueño la posible presencia de miembros de Podemos en su Gobierno, que ahora será de coalición. Casado ha reclamado al presidente en funciones que envíe un requerimiento a Quim Torra para que abandone la presidencia de la Generalitat tras la decisión de la Junta Electoral y si no lo hace, que aplique el artículo 155 de la Constitución en Cataluña. En caso contrario, ha advertido, el PP llevará a Sánchez a los tribunales para denunciarlo "por prevaricación". La Junta Electoral Central tomó la decisión de retirar a Torra su credencial como diputado autonómico por la sentencia que le condenó el pasado diciembre a un año y medio de inhabilitación por desobediencia y que todavía no es firme.
El líder del PP empleó un lenguaje duro, plagado de descalificativos, y mucho más próximo a su discurso de la campaña electoral de abril (66 diputados) que al de las elecciones del pasado noviembre (89), tras las que aseguró que Sánchez merecía "todo" su "respeto", aunque no su apoyo. "¿Cuándo se jodió el socialismo constitucional?", preguntó Casado desde la tribuna del Congreso de los Diputados durante la primera sesión del debate de investidura de este sábado, parafraseando a Vargas Llosa y su frase sobre Perú. El PP sitúa ahora al PSOE fuera de la Constitución: "Nos enfrentamos a una operación de derribo constitucional", dijo, en alusión a lo que definió como "un bestiario" de pactos para lograr la investidura. "Es un Gobierno de pesadilla, el más radical de nuestra historia democrática, con comunistas, asesores de dictadores bananeros y blanqueadores de batasunos y separatistas. Y será su epitafio político", advirtió. Sánchez le replicó después que ni España ni la Constitución son solo el PP.
Casado también anunció que si el PSOE rompe el acuerdo de Gobierno con Miguel Ángel Revilla por el voto en contra del PRC a la investidura, el PP apoyará a los regionalistas cántabros para que sigan ocupando la presidencia de la comunidad. "Qué paradoja que su único apoyo en la investidura de julio, ahora sea coaccionado para admitir lo inadmisible", señaló a Sánchez.
Alusiones a ETA
En sus 40 minutos de intervención, Casado apenas se refirió al discurso previo de Sánchez y a las medidas planteadas. Se refirió a los planes de recuperar los bienes inmatriculados por la Iglesia como "anticlericalismo guerracivilista" y ocupó la mayor parte del tiempo en hablar del pacto con ERC —"¿Qué narices de conflicto político hay en Cataluña? ¿Qué inmoral equidistancia es esa?"— y también a ETA, disuelta en 2018. "Qué solos se han quedado nuestros muertos", declaró el líder popular en alusión a la abstención de Bildu en la investidura.
"Hablan sin parar de ETA", le recriminó Sánchez en su turno de réplica. El líder socialista recordó también las palabras de la portavoz del PP en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo, cuando aseguró que el momento político actual es "más difícil" que cuando la banda terrorista mataba.
El presidente en funciones pidió a Casado que dejara "las trompetas del apocalipsis para la ultraderecha" y aseguró que su discurso había sido tan duro que había dejado "poco por decir" a Santiago Abascal, líder de Vox. "Su estrategia es la de cuanto peor, mejor. Por eso no se abstienen", declaró Sánchez. "El PP siempre está dispuesto a sacrificarse por España, pero no a sacrificar España apoyando a un irresponsable como usted", apuntó el presidente popular. "Trae a esta Cámara el acuerdo de investidura que ha buscado y deseado, no el que no le ha quedado más remedio por culpa de los demás. Es lo que quería y es lo que tiene. No ha ofrecido nada, nunca, a nadie", añadió.
"Investidura clandestina"
Los populares hablan de "investidura clandestina" y el secretario general, Teodoro García Egea, aseguró, tras la intervención inicial del líder socialista, que Sánchez "no tiene legitimidad de origen para presidir el país".
El líder del PP y el del PSOE se acusaron mutuamente de avergonzar a sus respectivos votantes con sus cambios de tono y estrategia. El duelo entre ambos, en todo caso, despertó a la bancada socialista (que aplaudió a Sánchez más que en su intervención inicial) y a la popular (que se revolvió contra las acusaciones del líder socialista y aplaudió en pie varias veces a Casado).
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