Un Gobierno sin equipos mixtos
La discreción marca la negociación entre Sánchez e Iglesias tras el espectáculo que rodeó a la investidura fallida
Pocas veces tanto hermetismo ha provocado tanta tranquilidad en el PSOE. La sensación generalizada entre los líderes territoriales y la dirección del partido que no forma parte del círculo de más confianza de Pedro Sánchez es que las negociaciones con Unidas Podemos, de las que apenas cuentan con información, están encarriladas. Y no dudan de su éxito. “Lo estamos haciendo con discreción. Toca ser responsables”, destacó el jueves Pablo Iglesias, que desempeñará una vicepresidencia social. Carmen Calvo seguirá de vicepresidenta y la ministra de Economía, Nadia Calviño, asumirá una vicepresidenta económica.
La estructura del que sería el primer Gobierno de coalición desde la Segunda República no reproducirá el modelo de la Generalitat valenciana, en la que el PSOE, Unidas Podemos y Compromís comparten la gestión de carteras en las que cohabitan cargos de las distintas formaciones en diferentes niveles de la Administración en equipos mixtos. Según las fuentes consultadas, esa experiencia no se repetirá en el Gobierno de Sánchez e Iglesias, que mantienen una comunicación fluida.
A punto de cumplirse dos semanas desde la firma del preacuerdo entre el presidente en funciones y el secretario general de Podemos, la delimitación de competencias del Ejecutivo parte de la vicepresidencia y tres ministerios que Iglesias reclamaba en julio. Pero eso no significa que Unidas Podemos vaya a gestionar Trabajo, Sanidad y Ciencia y Universidades. El reparto de funciones depende de múltiples factores, como la posible división de ministerios como el de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social.
No parece que vaya a suceder lo mismo con Fomento, en el que se da por hecho la continuidad del ministro en funciones, José Luis Ábalos, que compagina esta función con la de secretario de Organización del PSOE. La ejecutiva federal de los socialistas da por sentado que Vivienda será uno de los principales puntos de fricción con Unidas Podemos, que reclama regular el precio de los alquileres. Esto no quiere decir que dirigentes de la confianza de Iglesias vayan a asumir esa cartera en un ministerio de nueva creación. Dentro de la demarcación de competencias influirá la recomposición a la que obligará el Ministerio sobre el Reto Demográfico que Sánchez se comprometió a crear en el debate electoral.
El acuerdo entre PSOE y Unidas Podemos para los Presupuestos de este año —que tumbaron el PP, Cs y el independentismo, provocando la convocatoria de elecciones del 28 de abril— es otra de las claves de bóveda en la que Sánchez e Iglesias están reconstruyendo la confianza que perdieron entre el 28-A y el 10-N.
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