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La dana que causó el peor temporal en 140 años

Se han batido al menos dos récords de lluvia: nunca desde que hay registros había caído tanta agua en un solo día ni en Murcia ni en Almería

Un hombre inspecciona su garaje después de la intensa lluvia de El Raal, cerca de Murcia, este sábado. En vídeo, el temporal deja ya seis muertos.Vídeo: EP | EPV
Victoria Torres Benayas

El jueves, en la fase más adversa de la gota fría que lleva castigando el Levante peninsular desde el pasado lunes y que todavía este fin de semana dejará un reguero de lluvia, el grifo del cielo se abrió sobre Almería y Murcia y al operario que día tras día les niega el agua se le olvidó cerrarlo. Nunca, desde que hay registros, había llovido tanto en un solo día en estas dos capitales del sureste español, conocidas por su escasez de lluvias. En la estación que la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) tiene en el aeropuerto almeriense se contabilizaron 99,3 litros por metro cuadrado, la precipitación diaria máxima más elevada desde que se instaló el observatorio en 1968. En Murcia ocurrió lo mismo: se recogieron 169 litros, la cantidad más alta desde 1984.

¿Está siendo histórica esta depresión aislada en niveles altos (dana) —un embolsamiento de aire en capas altas conocido popularmente como gota fría—? En un análisis preliminar hecho este mismo sábado, Aemet Comunidad Valenciana estima que "las lluvias de estos días en la Vega Baja de Alicante probablemente sean las más catastróficas en 140 años en la comarca, desde octubre de 1879", cuando la llamada riada del día de Santa Teresa causó gran impacto en la sociedad española de la época, ya que entre Murcia y Orihuela y otras localidades de la zona, hubo más de 1000 muertos. "Tuvo un amplio eco en la prensa nacional e internacional e incluso desató una oleada de solidaridad internacional", cuenta el organismo. 

Cuando en unas horas llueve lo mismo que en todo el año

Rubén del Campo, otro de los portavoces de Aemet, destaca que en Orihuela (Alicante) se registraron solo el jueves 259,2 litros y su media anual es de 280. “En unas horas ha caído lo que suele caer en promedio en un año, pero hay que tener en cuenta que gran parte del acumulado anual en muchos puntos de Levante es a base de lluvias torrenciales en pocos días o incluso en horas”. “Son registros extraordinarios. Orihuela ha tenido observatorios meteorológicos en distintos emplazamientos de forma casi continua desde 1911. En estos más de 100 años de datos, sólo hay un registro en 24 horas superior y lo fue durante la histórica riada del 4 de noviembre de 1987. Ese día se recogieron 316 litros en el observatorio de la pedanía de los Desamparados”, recuerda en su cuenta de Twitter Aemet Valencia.

“Los 283,2 litros recogidos el jueves en Ontinyent hasta las 17.00 superan a la precipitación total anual de los años 1954, 2005, 1938, 2017, 1983 y 2015 en el Observatorio de Madrid Retiro y está muy próxima a la de los años 1994 y 1950”, anota César Rodríguez Ballesteros, del Banco Nacional de Datos Climatológicos. Es decir, que la manta de agua que cayó sobre la localidad valenciana fue mayor que lo que se recoge en varios años completos en la capital.

No todas las gotas frías son una dana

“Es imposible hacer balance de un episodio que está todavía en marcha y con datos por verificar, pero sí tenemos cifras importantes de precipitación. En 48 horas [hasta el viernes por la mañana] se han recogido 452,4 litros por metro cuadrado en Beniarrés (Alicante), 425,4 en Orihuela (Alicante) y 339,2 en Ontiyent (Valencia)”, señala Beatriz Hervella, una de las portavoces de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Hervella destaca otro dato relevante del viernes: en el observatorio de San Javier aeropuerto (Murcia) cayeron en dos horas, de las cinco a las siete de la madrugada, 144,3 litros. “La media de lo que se acumula allí en un año es de 313, llovió en dos horas la mitad de lo que llueve en un año”.

El veterano meteorólogo Francisco Martín, coordinador de la revista RAM Meteorología y que trabajó 36 años en la Aemet, empieza por delimitar qué significa dana, ya que hay mucha confusión y solo en algunas ocasiones es sinónimo de gota fría. “Una dana es simplemente una borrasca de niveles altos, lo que ocurre es que muchas veces dicha baja [borrasca] no tiene reflejo en superficie”, aclara.

El término dana, que equivale al inglés cutt-off-low (baja aislada o desprendida), lo inventó a finales de los años ochenta Ángel Rivera, entonces jefe de predicción de la Aemet y después su portavoz, con el fin de acabar con el mal uso y abuso de la expresión gota fría. “Estábamos buscando un nombre para el fenómeno porque su introductor, Mariano Medina, lo había utilizado muy bien pero el término caló hasta tal punto que se estaba llamando gota fría a cualquier lluvia torrencial o inundación y no todas están causadas por una dana. Puede haber lluvias torrenciales sin gota fría y gota fría sin lluvias torrenciales”, recuerda. “Dándole vueltas, se me ocurrió como homenaje al apellido de un histórico maestro de predictores Aemet, Francisco García Dana, que acababa de morir”, prosigue el padre de la dana, que en su momento pensó que el acrónimo "no iba a hacer fortuna". Rivera define dana como un fenómeno que se produce cuando “se estrangula un meandro muy profundo del chorro polar o corriente general en altura”.

En estos 30 años ha habido muchas danas, “pero la mayoría no trascienden a los medios porque no generan fenómenos adversos”, precisa Martín, que describe una dana como un director de orquesta que pone de acuerdo a distintos músicos para generar destrucción. “Para que una dana cause este tipo de fenómenos tan violentos tienen que concurrir varios factores: la intensidad de su chorro de aire, la posición de la estructura y otros actores invitados, que en este caso ha sido un potente anticiclón sobre el centro de Europa, que ha favorecido un río atmosférico o temporal de viento húmedo y cálido de origen marítimo. Esta dana ha sido muy intensa, a lo que se suma que se haya situado sobre el Mediterráneo en septiembre, del que succiona combustible”, detalla.

El huracán Dorian, determinante en esta dana

Para Rivera, otro actor fundamental para la formación de esta dana ha sido el huracán Dorian. “Cuando subió hacia el norte, interaccionó con la corriente en chorro, la desestabilizó y creó una vaguada sobre Inglaterra, Francia y el Cantábrico, que es donde se formó esta dana”. No hay una época del año más propicia que otra, pero cuando se forman en septiembre, octubre y noviembre y se colocan sobre el Mediterráneo “se encuentran con un caldo de cultivo ideal para ser catastróficamente dañinas”, continúa Martín.

La clave es que “esta estructura provoca nubosidad y lluvias en su zona delantera, donde se producen succiones de aire, que sube, se condensa y forma la lluvia. Si esa parte delantera está en el centro de la Península caen 30 o 40 litros, pero si aparece en el Mediterráneo, cargado de aire cálido y húmedo después del verano, se convierten en 200”, ahonda Rivera, que compara el fenómeno con  "una esponja a tope de humedad que se escurre”.

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No existe un ranking de danas al estilo de la escala de Saffir Simpson que se aplica a los huracanes —ni tampoco se las nombra como a las borrascas profundas—. “Lo que se evalúa a posteriori son los daños y las zonas afectadas”, añade el director de RAM Meteorología. Pero a su juicio, esta “va a batir récords por su extensión, duración y persistencia”. El experto recuerda como la peor dana a la que se ha enfrentado la llamada pantanada de Tous, en la Comunidad Valenciana, que derribó un embalse, arrasó dos pueblos, dejó ocho muertos, 300.000 damnificados y lo que hoy serían 360 millones de euros en daños materiales. Cayeron más de 600 litros en 15 horas, aunque “hay un dato no contrastado de un pluviómetro perdido por la sierra que midió hasta mil litros en 36 horas”, anota Rivera.

“Esa dana cambió a la sociedad española y a la Aemet, que se modernizó a partir de ella”, añade Martín, que subraya que mal llamadas gotas frías ha habido muchas. “El 3 de noviembre de 1987 se produjo el récord de 24 horas de lluvia en España: 817 litros en Oliva (Valencia), 1.000 en 30 horas, pero no fue una dana sino fuertes lluvias muy localizadas”, rememora.

Rivera, que coincide con los demás expertos en que no se puede decir cuál ha sido la peor dana hasta ahora porque no existe una cuantificación global de sus precipitaciones, apunta a que en los siglos XVII y XIX provocaron grandes inundaciones que se recuerdan con el nombre de los santos del día en que ocurrían, como la riada de San Fulgencio.

Entre las más duras con las que ha tenido que lidiar, este experto recuerda la primera a la que se enfrentó, la de 1973 en el sureste peninsular, que provocó inundaciones en La Rábita y Albuñol (Granada), con 600 litros en 24 horas en Zurgena (Almería). También cita las “famosas inundaciones del Vallés (Barcelona)”, la mayor catástrofe hidrológica de España, con un millar de muertos en 1962. “También está la inundación de Gandía de 1987, en la que cayeron 800 litros”, añade. Esta dana "ha sido muy extensa y duradera y con un desplazamiento relativamente lento”, así que los expertos están a la espera de tener todos los datos y poder sacar conclusiones.

¿El cambio climático está teniendo algún tipo de impacto en las danas? Se desconoce. Rivera ha observado que en los últimos años se “están formando menos danas buenas, que son las que entran por Gibraltar y dejan lluvias abundantes pero no torrenciales, al tiempo que los episodios de lluvia extremos no ligadas a danas son cada vez más frecuentes”.

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Sobre la firma

Victoria Torres Benayas
Redactora de la sección de Madrid, también cubre la información meteorológica. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Navarra, cursó el máster Relaciones Internacionales y los países del Sur en la UCM. En EL PAÍS desde el año 2000, donde ha pasado por portada web, última hora y redes, además de ser profesora de su escuela entre 2007 y 2014.

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