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Unidas Podemos busca una larga negociación y marca distancias con el programa del PSOE

El equipo negociador de la formación de Iglesias estudiará punto por punto la propuesta de Pedro Sánchez, pero antes pedirá un marco para el diálogo: ¿acuerdo de coalición o programa?

Las diputadas Aina Vidal (izquierda) e Ione Belarra, en el Congreso de los Diputados. En vídeo, Sánchez comienza la ronda de contactos.Foto: atlas | Vídeo: ULY MARTÍN
Ana Marcos

Unidas Podemos buscará, a partir de la reunión clave de este jueves con el PSOE, una negociación larga en la que se discutan, punto por punto, la propuesta socialista y la oferta que la formación planteó en agosto. El equipo negociador de Pablo Iglesias se reunió la tarde del miércoles para planificar la estrategia de ese encuentro: bajar al detalle, marcar distancias en asuntos medulares como las subidas fiscales y, sobre todo, pedir claridad al PSOE para definir el marco de la negociación. Acuerdo de coalición o de programa: la respuesta a ese dilema marcará el tono de la negociación.

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El equipo de Unidas Podemos, ampliado a seis negociadores, —con representantes de Podemos, IU y las confluencias— llegará este jueves a la mesa de reuniones dispuesto a alargar lo que haga falta la negociación. “Ya nos conocen”, afirma una fuente de ese equipo al recordar las largas noches de trabajo previas al pacto de Presupuestos. Durante los últimos días, la consigna ha sido esperar, mantener un escrupuloso silencio y cerrar filas. Cualquier palabra más alta que otra puede convertirse en munición en un escenario que, desde el 25 de julio —tras la investidura fallida—, se parece más a un combate electoral que a un espacio de entendimiento entre dos partidos que parecían llamados a entenderse.

Los seis negociadores se reunieron la tarde del miércoles con la cúpula del grupo para planificar la táctica negociadora: alargar al máximo las conversaciones, mirar con detalle las propuestas, exponer las discrepancias respecto al programa del PSOE y pedir a los socialistas la máxima claridad sobre el marco de las conversaciones, según las fuentes consultadas.

Ninguno de los negociadores —y absolutamente nadie en Unidas Podemos— contestó a la insinuación de la vicepresidenta en funciones Carmen Calvo, que sugirió que miembros de Unidas Podemos podrían ocupar responsabilidades en organismos como el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), el supervisor bursátil o RTVE. “Llama la atención que ofrezcan puestos en organismos que Unidas Podemos siempre ha pedido que no sean politizados sino profesionalizados”, se limitó a decir Yolanda Díaz, diputada de IU, cabeza visible de En Galicia en Común y miembro del equipo negociador.

Pero el quid de la cuestión era y es la fórmula del pacto de Gobierno. “Entendemos que el acuerdo debe ser de coalición”, reiteró Aina Vidal, parlamentaria de En Comú Podem. La diputada catalana dejó claro que su compañero Jaume Asens se sentará en la mesa de negociación para representar los intereses de su confluencia, pero con matices. Pese a la diversidad de sensibilidades dentro del grupo confederal, ni los comunes pondrán como línea roja la celebración de un referéndum pactado en Cataluña ni IU defenderá este jueves un acuerdo sustentado en el programa como sí hizo en julio.

Las costuras están bien cosidas: no se detectan, por ahora, brechas en el partido. Unidas Podemos descarta una y otra vez aceptar cargos fuera del Consejo de Ministros como les ofreció el martes Pedro Sánchez en la presentación del nuevo programa progresista. Ese mensaje se ha pulido durante las últimas semanas y se plasmó en el documento de 290 medidas (con cuatro opciones de estructura de Gobierno conjunto) que la formación envió al PSOE a mediados de agosto.

Temas sensibles

Los perfiles de los negociadores y su acervo político marcarán su papel en la mesa. Todos defenderán un pacto de coalición. Díaz, abogada laboralista, ya negoció los capítulos de pensiones y trabajo del acuerdo de Presupuestos. La diputada gallega será clave para intentar que el PSOE cumpla con una promesa de campaña: derogar la reforma laboral del PP aprobada en 2012. En el último documento de los socialistas se incluye la redacción de un nuevo Estatuto de los Trabajadores y revisar “los aspectos más lesivos” de la reforma de los populares. Podemos, además, desconfía de la fórmula utilizada en el texto del PSOE: la revisión de esos capítulos no será automática sino que se analizará “con carácter de urgencia” la conveniencia de aprobar las modificaciones. “El propio Simancas propuso y defendió en el Congreso esta iniciativa la pasada legislatura”, recordó Ione Belarra, negociadora que repite como líder del grupo después de participar en las conversaciones de Presupuestos y en el intento de pacto de julio.

La fiscalidad es otro de los caballos de batalla de Podemos. Las siete subidas de impuestos planteadas por Sánchez no son suficientes: Podemos defiende un impuesto a la banca que permita recuperar el dinero del rescate a las entidades financieras. Y ese tributo no aparece entre las más de 300 medidas del PSOE.

“Nos llama soberanamente la atención el tema de vivienda”, añadió Noelia Vera, portavoz de la dirección de Podemos, en RNE. “No se habla del freno a los desahucios”, dijo. En el programa socialista hay un bloque dedicado al mercado del alquiler; en uno de los apartados se incluye una medida para “frenar los abusos” que plantea la creación de un índice estatal de rentas de referencia. Un mecanismo, recuerda Podemos, que ya se aprobó por decreto el 5 de marzo.

Esa no es la única propuesta ya aprobada en sede parlamentaria. Sucede lo mismo con la partida de 40 millones de euros que el PSOE asegura que destinará a los ayuntamientos para luchar contra la violencia de género. El 31 de julio de 2018, un mes después de que Sánchez ganara la moción de censura, Calvo anunció que los consistorios tendrían el doble de fondos para combatir esta lacra. Entonces la partida ya subió de los 20 millones iniciales a 40 millones que ahora aparecen en el plan del PSOE. “Son cosas que explican por qué es necesario un Gobierno de coalición, para que haya garantías de cumplimiento”, resumió Vera. “La primera impresión es que esa propuesta se parece más un programa electoral que a un acuerdo de Gobierno”, subrayó Belarra.

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Sobre la firma

Ana Marcos
Redactora de Cultura. Forma parte del equipo de investigación de abusos en el cine. Ha sido corresponsal en Colombia y ha seguido los pasos de Unidas Podemos en la sección de Nacional, además de participar en la fundación de Verne. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y Máster de periodismo de EL PAÍS.

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