Un hombre roba siete olivos centenarios en Vilagarcía de Arousa para saldar una deuda con una tercera persona
El aparatoso traslado de los árboles, valorados en unos 15.000 euros, delató a los presuntos ladrones
No fue un robo cualquiera, sobre todo si el móvil era zanjar una deuda. Los dos presuntos ladrones a los que implica la Guardia Civil tardaron días, tal vez semanas, en perpetrar el robo de siete olivos centenarios en una finca de Vilagarcía de Arousa (Pontevedra), arrancarlos con sus raíces y luego trasladarlos uno por uno a la localidad vecina de Meis, a unos veinte kilómetros de distancia.
El aparatoso trasiego de los longevos árboles, que tenían unos cuatro metros de envergadura, acabó delatando a los ladrones cuando la Guardia Civil comenzó a buscar indicios. Varias personas fueron testigos del insólito robo. Les resultó llamativo que entraran en la misma finca tantos olivos, y sin conocer las verdaderas intenciones de sus vecinos pusieron a los agentes sobre la pista de los dos cómplices.
La dueña de los olivos había denunciado su desaparición a principios de agosto en la Comisaría de Policía de Vilagarcía. Las sospechas de la propietaria se centraron desde un primer momento en la localidad de O Salnés, donde comenzó la búsqueda para dar con el paradero de los siete árboles. Según fuentes policiales, el valor de cada uno de los ejemplares de Olea europea fue estimado entre 1.500 y 3.000 euros.
Por demarcación territorial, de la investigación se hizo cargo la Guardia Civil de la localidad de Cambados. Con la información facilitada por la denunciante y los testimonios recogidos en la zona, se pudo establecer una línea de investigación para averiguar el medio de transporte que los ladrones habían utilizado para llevarse los olivos.
Después de un exhaustivo chequeo de los distintos camiones del entorno que aparecían como posibles candidatos del transporte, la Guardia Civil consiguió localizar los siete árboles en una finca de Meis, un pequeño municipio del interior de la ría de Arousa de apenas 5.000 habitantes. Los olivos fueron entregados bajo depósito judicial a su propietaria, según informaron este martes fuentes de la Comandancia de Pontevedra.
A raíz del hallazgo se procedió a la identificación de dos vecinos del mismo municipio por su presunta participación en los hechos. Según se desprende de las investigaciones policiales, uno de ellos habría sustraído los árboles y se los había entregado al otro de los imputados. Este los aceptó como moneda de cambio para cobrar un dinero que le debía su cómplice.
Las diligencias de la Guardia Civil se entregaron en el juzgado de instrucción de guardia de Vilagarcía de Arousa, donde tendrán que comparecer los dos implicados para aclarar los hechos y responder de un presunto delito de hurto.
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