Podemos insiste en seguir negociando en agosto para intentar otro pacto
El candidato socialista solo cuenta de nuevo con el voto seguro del Partido Regionalista de Cantabria
“No lleve a los españoles a elecciones, negocie con nosotros desde el respeto”. Fue la última frase, como un ruego, que dirigió este jueves Pablo Iglesias a Pedro Sánchez desde la tribuna del Congreso. Unidas Podemos no tira la toalla tras el fracaso de la investidura y mira ya a una segunda oportunidad en septiembre. Aunque los puentes han saltado por los aires en dos duros debates parlamentarios, Iglesias quiere reabrir los contactos para evitar una repetición electoral.
Los rostros de los diputados de Unidas Podemos, y en especial el del líder, Pablo Iglesias, reflejaban abatimiento. El fracaso de la investidura de Pedro Sánchez se vivió con sensación de fiasco en el partido de Iglesias, que empeñó todo en conseguir un Gobierno de coalición con el PSOE, hasta el punto de formular una última oferta in extremis desde la tribuna. El líder de Podemos renunció en directo al Ministerio de Trabajo —el último escollo— a cambio de las competencias en políticas activas de empleo, pero ya era demasiado tarde. Con todo, Podemos —para el que unas nuevas elecciones podrían ser demoledoras— quiere reconstruir puentes y volver a empezar.
“Tenemos la mano tendida y estamos disponibles para negociar. Lo vamos a seguir estando porque pensamos que no hay ningún motivo para amenazar a los españoles con una repetición electoral”, subrayó tras el pleno la portavoz adjunta del grupo confederal de Unidas Podemos, Ione Belarra. “Hay margen para negociar hasta el próximo 25 de septiembre”, enfatizó. En realidad es un día antes, el 24, cuando, si no ha prosperado una nueva investidura, el Rey disolverá las Cortes y el BOE publicará la convocatoria electoral de nuevos comicios.
El equipo de Iglesias cree que es posible retomar la negociación con el PSOE para una nueva investidura antes de esa fecha, pero es consciente de que el debate parlamentario ha arrasado como un incendio la confianza entre las dos partes, que nunca fue sólida. Ahora, creen fuentes de Unidas Podemos, hará falta dejar pasar unos cuantos días para que todos pasen el duelo, y especialmente Sánchez, que es quien ha visto fracasar por segunda vez su investidura. Después, ya en agosto, cuando todo el mundo parezca estar descansando, comenzarán los contactos discretos para reconstruir esos puentes demolidos.
A esa demolición contribuyeron ambos: la intervención de Iglesias ayer fue también un listado de reproches al PSOE. “Señor Sánchez, le pediría que hiciera una reflexión: si alguna vez en estas tres semanas se ha referido a nosotros con el respeto que debería merecer un socio de Gobierno”, arrancó el líder de Podemos, que repasó también todas sus cesiones: desde su paso atrás para no entrar en el Gobierno a la renuncia a su posición política en Cataluña, y la renuncia a ocupar ministerios de Estado y a un reparto proporcional de carteras.
“No se hace así”
Iglesias reprochó también a los socialistas el modo en que han pretendido negociar algo tan complejo como una coalición de Gobierno: “Es muy difícil negociar en 48 horas lo que no se ha querido en 80 días. A contrarreloj y en tiempo real, filtrándolo todo a los medios. Es evidente que las cosas no se deben hacer así”, lamentó el líder de Podemos, aunque omitió que su partido también ha participado en esas filtraciones. “Una negociación de Gobierno merece al menos no ser cutre”, llegó a decir tras acusar a la vicepresidenta, Carmen Calvo, de haber manipulado su documento inicial de peticiones para cambiar el enunciado de “propuestas” por “exigencias”. Ni su tono fue conciliador ni tampoco el de la portavoz del PSOE, Adriana Lastra, que le dedicó duras críticas desde la tribuna.
Iglesias sale del proceso con magulladuras, y su espacio político tensionado, pero al menos consiguió que no se rompiera la unidad en el voto del grupo confederal. IU también optó por la abstención, aunque era más favorable a no entrar en el Gobierno con el PSOE. Y otras fuerzas próximas —como ERC o Compromís— también se abstuvieron: el PSOE no consiguió moverlas al sí.
El líder de Podemos cuenta además con la ventaja de que estas formaciones de su entorno político apoyan el intento de evitar una repetición electoral. Hay miedo a lo que pueda pasar. El portavoz de Compromís, Joan Baldoví, pidió ayer al PSOE y Podemos que retomen las negociaciones porque unas nuevas elecciones, alertó, podrían hacer ganador al “trío de Colón”.
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