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La Policía detiene en Alicante a un hombre condenado a cadena perpetua en Bélgica por matar a tiros a su exmujer

El arrestado, Lei Beaumont, fue juzgado en rebeldía y era el fugitivo más buscado del país de origen de la víctima

Rafa Burgos
El detenido en Alicante, Lei Beaumont.
El detenido en Alicante, Lei Beaumont.PolFed

La Policía Nacional ha detenido en Calp (Alicante) al fugitivo más buscado de Bélgica. Se trata de Leonardus Lei Beaumont, de nacionalidad danesa y 71 años, juzgado en rebeldía y condenado a cadena perpetua por asesinar en 2009 a tiros a su exmujer, Josée Widdershoven. Beaumont pasará hoy a disposición de la Audiencia Nacional para iniciar los trámites de extradición al país europeo. La policía sospecha que se ocultaba en España desde que las autoridades judiciales belgas perdieron su rastro hace menos de un mes.

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Los hechos por los que Beaumont fue condenado sucedieron el 13 de diciembre de 2009 en el municipio belga de Maasmechelen. Tras una prolongada disputa por motivos económicos, el ahora detenido se presentó en el domicilio de su exmujer, con la que tenía dos hijas en común. Cuando esta aparcó en un garaje próximo a la vivienda, Beaumont le descerrajó varios tiros a quemarropa, uno de ellos “en la cabeza y a muy corta distancia”, según las fuentes consultadas, con un rifle del calibre 22. “Un crimen así se considera casi una ejecución”, señalan las fuentes.

Durante la investigación, las dos hijas “declararon que solo su padre podría haber sido el autor”, continúan las mismas fuentes, “ya que su madre llevaba una vida comedida y no tenía enemigos”. El entonces sospechoso fue detenido y el análisis de los residuos de pólvora hallados en su mano demostró que fue él quien disparó a su exmujer.

El pasado 6 de mayo, Beaumont tenía que haberse presentado en la Corte de la provincia de Lindburg en la que iba a ser juzgado, pero “poco antes de la vista” desapareció, probablemente ya con destino a España, afirman las fuentes de la investigación. El tribunal lo condenó in absentia a cadena perpetua, revisable a los 20 años, por un delito de asesinato. Contra dicha sentencia cabe apelación, por lo que una vez que el detenido vuelva a su país, podría tener que repetirse el proceso.

El pasado miércoles, Beaumont se dirigió a un club de regatas para embarcaciones de lujo de Calp, uno de los mayores puntos de atracción turística de Alicante. Allí le esperaban dos agentes de paisano de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) de Alicante, que procedieron a su detención, ya que sobre él pesaba una orden europea de detención y entrega. Hoy pasará a disposición judicial en la Audiencia Nacional, donde se determinará su posible extradición a Bélgica.

Fugitivos de clase alta, escondidos en urbanizaciones

Las detenciones en España de ciudadanos extranjeros por una reclamación judicial internacional sufrieron un fuerte repunte el año pasado. Según los datos proporcionados por el Ministerio del Interior a EL PAÍS, de los 750 arrestos que se produjeron en 2017 a cargo de agentes de la Policía Nacional, la Guardia Civil y la Policía Foral de Navarra, se pasó a 915 el año pasado, una subida del 22%.

Madrid es la provincia con más detenciones de estas características en 2018, 164 en total. Le siguen Alicante (88), Barcelona (85) y Málaga (77), es decir, provincias densamente pobladas y con una fuerte presencia de extranjeros. “Los delincuentes extranjeros buscan el anonimato y pasar desapercibidos, pero también lugares con gran calidad de vida”, aseguran fuentes policiales.

“Van a urbanizaciones en las que nadie les pregunta quiénes son, de dónde vienen o cuál es su pasado”. Algunos pertenecen a una clase social alta y pueden establecerse en un sitio permanentemente, pero otros “viven del delito” una vez fugados a España “y generalmente se trasladan muchas veces de una ciudad a otra”.

El procedimiento que se sigue en estos casos pasa por la colaboración policial internacional. Las emisiones de órdenes internacionales de detención y entrega llegan en España a la Udyco de la Comisaría General de la Policía Judicial. Un grupo especializado en localización de fugitivos inicia las pesquisas y se coordina con las distintas unidades de las provincias en las que se sospecha que puede esconderse cada delincuente. Los arrestos se producen por todo tipo de delitos, según las mismas fuentes. Desde los más “alarmantes”, como homicidios, narcotráfico o evasión de capitales, a robos con fuerza o estafas.

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