Ciudadanos busca mover a los indecisos con el efecto Arrimadas
La líder de la oposición catalana protagoniza estos días la caravana electoral del partido
Estaba tan a gusto que acabó el paseo aspirando las eses como si nunca hubiera abandonado su Jerez de la Frontera natal. Inés Arrimadas se redimió este lunes en Andalucía del regusto amargo que le había dejado su visita el día anterior en Torroella (Girona), donde fue recibida con insultos y abucheos por unas 40 personas. A la candidata de Ciudadanos le gusta la calle, los paseos y los selfies. Ahora da un abrazo, ahora da un discurso: “El sueño de los independentistas es que Pedro Sánchez siga en Moncloa”. Luego más sonrisas, gritos de guapa y ¡olés! El partido busca en la recta final de la campaña atraer a los indecisos -uno de cada cuatro electores, según la encuesta de 40dB. para EL PAÍS- con el efecto Arrimadas.
Los actos de la líder de la oposición catalana se alejan de los corsés que hasta ahora ha mantenido el candidato a la presidencia, Albert Rivera. En dos días como protagonista de la caravana electoral de Ciudadanos, Arrimadas se ha subido al autobús de campaña para hablar con la prensa, ha paseado por Torroella y El Puerto de Santa María y se ha ido “de cañas” con simpatizantes en Huelva. Mientras el candidato preparaba en Madrid, alejado de las cámaras, los debates consecutivos de esta noche y mañana, Arrimadas se compraba unas alpargatas en la tienda de Antonio de la localidad gaditana.
La escena fue la siguiente. La candidata pide su móvil para enseñar una foto del vestido de gitana que lucirá este sábado en la Feria de Abril que se celebra en el Fòrum de Barcelona. Dice en voz alta que le pegan “unas lonas de esparto azules”. Los pide del número 37. Antonio León tiene todo el calzado en liquidación, después de 46 años al frente de la zapatería es hora de jubilarse. Busca en la trastienda y, sorpresa, aparece con el par solicitado. Arrimadas no se los prueba. Pide su cartera a la gente de su equipo. Entonces el candidato a la alcaldía del Puerto de Santa María por Cs comete un clásico error y hace ademán de sacar la cartera. Ella lo frena: “Yo me pago mis cosas”. Cuestan 11,10 euros. Antonio le rebaja 10 céntimos. El zapatero asegura que toda la escena le ha pillado por sorpresa.
Ya en la calle Arrimadas se ha encontrado con su tío Manolo, dice que es el segundo tío con el que se ha cruzado esta mañana, al parecer también por sorpresa. Le pregunta por su tía, la hermana de su madre. ¡Inés!, la llaman. Ella se para con todos y sonríe. La gente que la acompaña se afana por llevársela, “hay que irse a Huelva”, pero ella no dice un no a una foto ni rehúye una pregunta. Y las pensiones qué, pregunta alguien, que las vamos a garantizar; es que el centro del Puerto está abandonado, dice otra, haremos planes de urbanismo. Una pareja joven le pone a su hija recién nacida en los brazos.
A cada paso el acento se hace más y más andaluz. “Se me pega todo, es que soy muy flexible”, explica ella. Hoy, que ha dormido en casa de sus padres, le sale así. Si va a casa de su suegra, en Girona, se le pega el catalán, abunda.
Ya en Huelva, al lado del mar, con un viento que despeina a todos menos a ella, que lo lleva recogido, brinda con una cerveza “sin alcohol”. “Esta noche en el debate Sánchez buscará encandilar a Torra y a Puigdemont", ataca Arrimadas, "Rivera dará el protagonismo a las familias, a los autónomos y a los trabajadores".
Con esta visita Ciudadanos cierra su gira andaluza, protagonista en esta campaña electoral. Tanto Rivera como Arrimadas han recorrido en estas dos semanas prácticamente toda la comunidad. El objetivo es exprimir al máximo el único gobierno del que forman parte tras un acuerdo de investidura con el PP y Vox en las elecciones andaluzas del pasado diciembre.
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