La mitad de los migrantes que sufre abusos acusa a la policía marroquí
Un informe del CSIC apunta directamente a las autoridades del país norteafricano
Los abusos que sufren los migrantes que recalan en España no son solo obra de las mafias. El Gobierno ha recibido los primeros indicios de responsabilidad de las fuerzas de seguridad marroquíes. Un 52% de los extranjeros irregulares que denuncian abusos señala a la policía o a otras fuerzas del orden, según un estudio del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). El 92% de quienes arriban a territorio español entra a través de Marruecos, según esos datos relativos a 2017. En la actualidad, el porcentaje es incluso superior.
Las organizaciones dedicadas a la migración y al asilo llevan tiempo alertando de la violencia a la que son sometidas las personas que se embarcan en la peligrosa travesía hacia Europa. Un reciente estudio de la Organización Internacional para las Migraciones ya advertía de que la mitad de los llegados a España habían sufrido esas vejaciones. Pero el nuevo trabajo del CSIC, realizado en colaboración con la agencia de la ONU para los refugiados (Acnur), pregunta por primera vez por la autoría de los abusos. Y el resultado es que más de la mitad de quienes los sufren acusan directamente a la policía.
"Los entrevistados mencionaron con frecuencia que más de un tipo de autor estaba implicado en casos concretos de abuso, por ejemplo, traficantes que trabajan junto con la policía en los pasos fronterizos", asegura el estudio, publicado estos días con material recabado en el último trimestre de 2017. Después de las fuerzas de seguridad, los abusadores más citados son desconocidos o delincuentes (un 23%) y traficantes (21%). En la mayor parte de los casos, los incidentes consistieron en violencia física, psicológica y retención. Un 4% de los adultos entrevistados declaró haber sufrido violencia sexual. Las agresiones se concentraban especialmente en los más jóvenes.
El hallazgo resulta incómodo para las autoridades españolas, que cooperan con Marruecos como principal socio en materia migratoria y argumentan que se trata de un país seguro en este terreno. Las autoridades marroquíes defienden su labor, aunque alegan que están desbordadas por el gran volumen de migrantes al que tienen que hacer frente. El país africano se ha convertido a la vez en territorio de origen, tránsito y destino de migrantes, lo que complica enormemente la gestión de estos flujos.
Entre los entrevistados —un total de 1.002 adultos localizados en centros de atención temporal y Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE) situados en España—, también una mínima parte ha declarado haber sufrido abusos en España. Fueron 23 extranjeros (un 2%) quienes relataron incidentes de ese tipo. Cinco de ellos implicaron a las fuerzas de seguridad españolas. El trabajo se presenta como "uno de los que recopila más datos de entre los realizados por una organización humanitaria en España".
El estudio ahonda en los casos registrados en Marruecos. La mayoría se produjo en las regiones que rodean Melilla (42% de los casos), en los pasos fronterizos y en Tánger (10%); y en los alrededores de Ceuta (5%). Los entrevistados se quejan de acoso policial y desplazamientos forzosos hacia otras zonas de Marruecos más alejadas de las dos ciudades españolas, generalmente cerca de las fronteras con Mauritania o con Argelia.
El perfil de refugiado
Más allá de documentar malas prácticas, el trabajo cuestiona también una de las principales afirmaciones de las autoridades españolas y de las europeas al hablar de migración: que el grueso de quienes llegan a España tienen perfil de migrante económico, no de refugiado. Solo el 39% de los entrevistados alegó su situación económica como único motivo para migrar —en el caso de los ciudadanos procedentes de Gambia o de Malí sí eran una inmensa mayoría—. El resto aportaba otros motivos diferentes, entre los que destacan las guerras o los conflictos (18%); las disputas familiares, también asociadas a discriminación racial o a violencia de género (17%); y el miedo a represalias políticas (8%). Además, entre el colectivo de los marroquíes, uno de cada cuatro decía sentir persecución por su orientación sexual.
Esas cifras se traducen en que casi la mitad de los arribados a España contemplaba la opción del asilo. De hecho, un 23% de los entrevistados ya lo había pedido cuando se hizo el trabajo de campo. Y otro 21% lo estaba pensando. Algo más de un tercio descartaba esa opción y el 22% restante no tenía una decisión tomada.
Viaje de años y con un coste de miles euros
El informe revela otros detalles de la ruta que emprenden los inmigrantes desde su origen. El coste del viaje es superior (la media son 3.900 euros) cuando van pagando cada trayecto que cuando contratan un "paquete completo" hasta España. Esta última opción ronda los 1.800 euros pero es minoritaria: solo la elige un 20% de los 300 extranjeros que quisieron responder a esta pregunta. Según el estudio, además, el 52% tarda menos de un año en arribar a España y un 20% tiene que emplear más de tres años de su vida para poder conseguirlo.
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