Rivera se la juega con la mitad de su electorado indeciso
El partido compite además con la dificultad de tres fronteras de voto, a izquierda y derecha
18.954 kilómetros recorrerá Albert Rivera esta campaña para tratar de convencer a los indecisos del centro derecha. El candidato de Ciudadanos sale a la batalla electoral en uno de los escenarios más inciertos a los que se ha enfrentado. La indecisión marca la pugna en la derecha, pero Ciudadanos se la juega a todo o nada en la campaña porque tiene a casi la mitad de su electorado de 2016 dudando qué votar. El partido compite además con la dificultad de tres fronteras de voto, a izquierda y derecha: con el PSOE, con el PP y con Vox.
Albert Rivera pone a prueba su estrategia del giro a la derecha en quince días sin que nadie en el partido aventure qué puede pasar. En dos semanas y con unas vacaciones de Semana Santa por medio el candidato tiene que luchar contra esas dudas y convencer a los que meditan entre él y Pablo Casado, Pedro Sánchez o Santiago Abascal de que la suya es la mejor papeleta el 28 de abril. La incertidumbre es enorme en el partido sobre los posibles resultados porque Ciudadanos es la formación con mayor porcentaje de electorado indeciso: según el macrobarómetro del CIS publicado el miércoles, el 49% de sus votantes de 2016 (3.123.769 electores) no han decidido aún su voto.
La coyuntura no es fácil para Ciudadanos. Son arenas movedizas. Además de la indecisión, Rivera juega acosado por múltiples frentes. El suyo es el partido con más fronteras de voto con otras formaciones —con el PSOE, con el PP y con Vox—, y eso le convierte también en blanco de los ataques de todos.
Aunque la decisión estratégica es la de competir por la hegemonía del centro derecha, esas fronteras obligan a Rivera a no poder descuidar tampoco por completo el electorado que duda entre Ciudadanos y el PSOE. Según el macrosondeo del CIS, un 12% del total de indecisos está meditando entre votar a Ciudadanos o el PP, pero casi otro 10% está dudando entre Rivera o Sánchez. El candidato de Ciudadanos no ha dejado de hacer una crítica frontal al líder socialista, pero también ha lanzado propuestas de corte progresista para tratar de seducir a ese electorado, como la equiparación de las parejas de hecho con los matrimonios o medidas ecologistas. Contra Sánchez era la valla publicitaria situada en el centro de Madrid que Ciudadanos tuvo que retirar ayer tras la advertencia de la Junta Electoral de que podía incurrir en un delito de desobediencia.
El eje de campaña será, igual que en Andalucía, la identidad nacional española y el combate a los independentistas. Lo resumió ayer su ticket electoral, Inés Arrimadas, cuatro horas antes del comienzo oficial de la carrera al 28 de abril: “Estamos a 15 días de que Sánchez salga de La Moncloa y al separatismo se le acabe el chollo”.
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