Sánchez recupera la corrupción del PP para movilizar al PSOE

Pedro Sánchez renació en Dos Hermanas y en Dos Hermanas ha arrancado su tercera campaña a la presidencia del Gobierno. La primera en la que desde que lidera el PSOE parte como favorito. La coyuntura, llámese encuestas y los errores no forzados del resto de candidatos, le beneficia y es tan halagüeña que la desmovilización por el exceso de confianza de su electorado es la gran preocupación de los gurús de la campaña socialista. El resorte para combatir la abstención será la amenaza de la ultraderecha y el temor a que los números les den al PP y Ciudadanos sumando con Vox.

Plenamente consciente del peligro de una baja participación, Sánchez ha abandonado el perfil bajo de las últimas semanas, centrado en reactivar a sus votantes y atraer a quienes se sienten huérfanos en el centro, y elevado el tono contra Pablo Casado, Albert Rivera y Santiago Abascal. “Si suman la confrontación territorial está garantizada, la corrupción volverá a las instituciones porque el partido de los sobresueldos en b no se ha limpiado y regresarán los recortes”, ha afirmado ante los más de 2.000 militantes y simpatizantes que han abarrotado la caseta municipal. Este será el mensaje mollar de Sánchez en las dos semanas de campaña.

“Si la derecha suma van a hacer en España lo que hacen en Andalucía. Hay un riesgo importante y por eso es importante que no nos relajemos”, ha insistido en una llamada a las urnas que trasciende a los votantes socialistas y aspira a convencer a los temerosos de la influencia de la extrema derecha que representa Vox.

La reivindicación de la historia centenaria del PSOE y las políticas habidas y por hacer en los diez meses de gobierno de Sánchez ha sido una constante. “El PSOE no tiene que demostrar nada. Siempre ha defendido España, es el único partido que tiene la “e” de España y el único que ha defendido la Constitución y el diálogo [en Cataluña]”, ha resaltado la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, que estas elecciones encabeza la lista al Congreso por Sevilla. Su tirón entre el público aumenta cada día que pasa frente a figuras en declive como Díaz tras la pérdida de la Junta.

“Estas son las elecciones más importantes seguramente de la democracia”, ha alertado la expresidenta andaluza del riesgo de involución. “Cuarenta años después de que llegara la democracia y acabara la represión, un país moderno vuelve a estar en peligro. El 28 de abril es Pedro o el resto”, ha reiterado Díaz.

Pese a su entrega y a que el PSOE se lo juega todo el día 28, el enfrentamiento de Sánchez y Díaz en las primarias impregnaba el ambiente. “Menuda vista hay desde este atril. Se puede observar perfectamente el corazón del socialismo español”, ha iniciado su intervención el presidente del Gobierno. La intención original era que el acto hubiera sido de nuevo en el Lago de la Vida, el enclave donde Sánchez se decidió en enero de 2017 a presentarse a las primarias. La organización ha aludido a razones de seguridad, que dificultaban algunas hondonadas en el parque que iba a albergar el acto. De trasfondo estaba la difícil situación en que se iba a dejar a la expresidenta de Andalucía, que ha tenido en Dos Hermanas la principal base rebelde. Al final se ha impuesto la lógica de quienes primaron que se transmitiera un mensaje de unidad. Las cuitas internas por resolver se abordarán después de la doble cita electoral del 28 de abril y del 26 de mayo. No antes. “Teníamos que renacer. Aquel 28 de enero de hace dos años, en el Lago de la Vida, aquí, en Dos Hermanas, Pedro no tuvo más remedio que decir que sí. Que iba a liderar ese proyecto”, ha recalcado cada palabra Quico Toscano, el alcalde, con Díaz en primera fila.