Sánchez va al choque con Díaz para imponer las listas andaluzas del PSOE
La comisión federal de listas vetará a los principales apoyos de la expresidenta de la Junta en las candidaturas al Congreso, que podrían no ir tampoco al Senado
La dirección del PSOE no negociará con Susana Díaz e impondrá su potestad en las candidaturas para las elecciones del 28 de abril en las cuatro provincias andaluzas donde Ferraz y la principal federación del partido no han cerrado un acuerdo. La comisión federal de listas, bajo control de Pedro Sánchez, vetará a los principales apoyos de la expresidenta de la Junta en las candidaturas al Congreso. Si el enfrentamiento se encona tampoco irán al Senado. El PSOE andaluz entiende que Sánchez incumple el discurso con el que se impuso en las primarias al no respetar las listas que votaron los militantes aunque solo son consultivas.
El PSOE revivirá este jueves, a partir de las 17.30, el enfrentamiento que Díaz y Sánchez arrastran desde hace casi dos años. A esa hora está prevista la reunión que el secretario de Organización, José Luis Ábalos, y su número dos, Santos Cerdán, encabezarán con Juan Cornejo, segundo de Díaz y como ambos miembro de la comisión de listas. Nadie duda de los términos en que se producirá la reunión, en la que Ferraz tendrá la última palabra.
El objetivo último es que el grupo parlamentario socialista que salga de las generales del 28 de abril se caracterice por la afinidad absoluta a Sánchez. Justo lo contrario que ha ocurrido esta legislatura. “La acción del Gobierno es la que se va a someter al veredicto del electorado. Debe quedar plasmada en las candidaturas al igual que la dirección política del PSOE debe tener presencia en el grupo parlamentario”, ha recalcado Ábalos.
Para conseguirlo, y ante la falta de acuerdo, Sánchez irá al choque con Díaz y cambiará las listas que vienen de Andalucía en los órganos federales a no ser que su adversaria en las primarias se avenga a su criterio. Todo apunta que no será así. La línea maestra en la composición de las candidaturas es que no haya nadie destacado que apoye a Díaz, por lo que la renovación puede superar el 80%, según una primera aproximación de fuentes de la dirección del PSOE.
Sánchez, que sabe perfectamente lo que es no tener el apoyo del comité federal —máximo órgano del partido que el 1 de octubre de 2016 provocó su caída—, tiene ahora la mayoría y la ejercerá si los líderes territoriales le ponen trabas en la configuración de las listas. Su equipo es muy consciente de que es esencial tener un grupo parlamentario afín, tanto si puede gobernar como si tiene que pasar a la oposición. La mayoría de los líderes territoriales aceptan esa realidad. Salvo algún forcejeo pendiente de cerrar, todos han configurado las candidaturas a su gusto.
La gran excepción es Andalucía. La federación andaluza asume que la comisión federal de listas introducirá cambios relevantes en cuatro de las ocho listas al Congreso y Senado aprobadas por los comités provinciales. Son las de Sevilla, Cádiz, Córdoba y Almería, todas ellas encabezadas por ministros (después de que quedaran en puestos muy retrasados al apenas obtener apoyos en las asambleas de militantes), y donde no aparecen todos los nombres solicitados por la dirección federal. En estas agrupaciones no hubo un acuerdo con Ferraz.
La idea inicial que contemplaban en la ejecutiva de Sánchez era desplazar al Senado a los candidatos que estiman como no afines. Sin embargo, la resistencia de Díaz a aceptar sus condiciones ha abierto un debate en el seno del equipo más cercano a Sánchez entre los partidarios de mantener una postura dialogante y quienes creen que ha llegado el momento de plantarse.
Ferraz decide
Díaz acudirá al comité federal del domingo, que ratificará las candidaturas aprobadas por la comisión de listas. La secretaria general de los socialistas andaluces no planteará ninguna batalla por los cambios, según fuentes de esta federación. El PSOE andaluz reconoce que Ferraz tiene la última palabra sobre la confección de las candidaturas. Aunque no les gusten las modificaciones que introduzcan en Madrid, son conscientes de que tendrán que asumirlas como suyas. “No habrá ninguna consecuencia interna si las cambian”, aseguran desde el PSOE andaluz. Los socialistas andaluces sí enfatizarán que las listas remitidas a Ferraz han sido las que han querido los militantes, que por primera vez han podido votar sus preferencias, como se estableció en el 39º Congreso Federal del PSOE. Con la apelación a la voz y voto de los militantes persiguen poner frente al espejo a Pedro Sánchez, que hizo del apoyo de los afiliados una de sus banderas en las primarias.
Ábalos, que el lunes ya tenía una idea clara de cuál sería la estrategia de la federación andaluza, argumentó entonces que “si algo caracteriza el 39º Congreso es el equilibrio entre la responsabilidad de la dirección política y la voluntad soberana de las bases”. “Ese equilibrio es el que hemos intentado conjugar”, sentenció tras insistir en el que la intervención en las listas sería “puntual” y “excepcional”. Esos cambios se concentrarán en Andalucía.
La dirección andaluza admite que ha habido un intento por parte de los sanchistas de quebrar la mayoría actual de Díaz en Andalucía. Aseguran que no lo han conseguido, y opinan que hay plena sintonía entre las bases y los aparatos provinciales, todos afines, por el momento, a la secretaría general. Otras voces de la ejecutiva andaluza mantienen que el pulso con Ferraz ha provocado las primeras fisuras en el susanismo debido a la incertidumbre de algunos de sus incondicionales por su continuidad en las listas o el final de su carrera política.
Una partida en la que Pradas se juega su futuro
La partida que mantienen las direcciones federal y andaluza del PSOE tienen en Antonio Pradas, mano derecha de Díaz en el Congreso en las tres últimas legislaturas, una de sus principales disputas. La dirigente insiste en ponerle como número dos por Sevilla, detrás de la ministra de Hacienda, María Jesús Diaz. Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, delegado del Gobierno en Andalucía y acérrimo adversario de Díaz, es el preferido de Sánchez para ese puesto.
Pradas representa para Sánchez y su equipo el paradigma de la batalla que libró con Díaz. No olvidan que fue quien entregó los avales de los miembros de la ejecutiva de Sánchez que con su dimisión forzaron el comité federal en el que dimitió. Se trata por tanto de una figura de gran significación a la que Sánchez no quiere en su grupo parlamentario. La opción es que vaya al Senado aunque ni siquiera esta oferta está consolidada. El puesto de Micaela Navarro, expresidenta del PSOE y miembro de la Mesa del Congreso, no peligra en la Cámara alta.
El PSOE andaluz será el último en ser recibido este jueves por la tarde, en una jornada en la que los representantes de diez territorios se sucederán en Ferraz. Las listas del resto de federaciones se solventarán este viernes y se espera que estén resueltas antes del almuerzo. A diferencia de los demás territorios, la reunión con la delegación andaluza no cuenta con un límite horario frente a la media hora reservada para las federaciones más pequeñas o donde no ha habido problemas, como Cantabria o la Comunidad Valenciana, o la hora reservada para pactar las listas de Aragón.
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