El Gobierno retirará la tercera valla de la frontera de Melilla
La decisión se incluye en el plan de remodelación del perímetro de la ciudad
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, anunció ayer que el Gobierno retirará la sirga tridimensional, o tercera valla, que recorre la frontera melillense, además de quitar las concertinas que coronan las zonas más vulnerables de la alambrada que separa la ciudad autónoma de Marruecos. Esta medida, que se llevará a cabo en los próximos meses, según aseguró Grande-Marlaska en una visita a Melilla, se incluye en el plan de remodelación del perímetro fronterizo que el Consejo de Ministros aprobó el pasado enero, de acuerdo al compromiso del Ejecutivo de Pedro Sánchez de eliminar los elementos más lesivos del vallado.
La tercera valla, o sirga, consiste en un entramado de cables trenzados situado entre los dos tramos de alambrada que rodean los 12 kilómetros cuadrados de la ciudad. Fue instalada en 2006 por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en Melilla y no en Ceuta, como método para dificultar la entrada de inmigrantes tras las avalanchas de 2004 y 2005.
En los últimos años no ha logrado contener, sin embargo, saltos masivos como el que se produjo el pasado octubre, cuando más de 240 personas entraron en la ciudad. Una de ellas murió en el lado español tras saltar la valla. Otro joven falleció en el lado marroquí, posiblemente por la caída desde lo alto de la alambrada, según fuentes del hospital de Nador.
Como contrapartida, se elevará la altura de la alambrada en las zonas más vulnerables, donde ahora sí están instaladas las concertinas. Según confirmó el ministro el pasado 23 de febrero, en Ceuta, la valla se elevará hasta los 10 metros, cuatro metros más de la altura actual, en los puntos que “históricamente, por orografía, han sido objeto de entradas más importantes”. “Las fronteras para ser seguras no tienen que ser dañinas”, reafirmó el ministro.
El plan de remodelación aprobado antes de la convocatoria de elecciones anticipadas del próximo 28 de abril no eliminará, sin embargo, las cuchillas de la frontera. La Autoridad Portuaria de Melilla anunció a finales de 2018 la instalación de más concertinas en el perímetro del puerto, por donde migrantes marroquíes, muchos de ellos, menores, intentan colarse en los barcos que zarpan hacia la Península. Según aclaró Grande-Marlaska, el Ministerio deberá revisar el plan de seguridad a finales de este mes. También permanecerán intactas las concertinas instaladas en algunos puntos de la alambrada y en los puestos fronterizos marroquíes, tanto en Ceuta como en Melilla. “Las fronteras son como cada país las conforma”, apuntó, “también son fronteras de la Unión Europea”.
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