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El Gobierno no presentará decretos cuya aprobación no garanticen Podemos e independentistas

La actitud de distanciamiento del partido de Iglesias complica los planes de Sánchez

Anabel Díez
Pedro Sánchez, en la sesión de control al Gobierno de este miércoles.
Pedro Sánchez, en la sesión de control al Gobierno de este miércoles.javier villanueva

El Gobierno renuncia a presentar iniciativas respecto a las que no tenga plena seguridad de que saldrán adelante. Así con vistas al pleno del Congreso de la próxima semana, el último de la legislatura, y de los decretos que vayan a aprobarse en sucesivos Consejos de Ministros, solo se promoverán si el Ejecutivo tiene la certeza de que los grupos de oposición con los que ha contado hasta ahora van a propiciar su aprobación y que salgan adelante. La actitud de distanciamiento de Unidos Podemos complica los planes del Gobierno. El PSOE no es partidario de hacer gestos con la presentación de iniciativas para las que no tenga mayoría al crearse falsas expectativas y que requieren un desgaste en la negociación inconveniente en plena campaña electoral.

En este penúltimo pleno del Congreso no ha habido sorpresas para el Gobierno -todo ha resultado aprobado- pero no tiene garantizado que vaya a ser así en el próximo y, sobre todo, en las semanas que restan hasta las elecciones del 28 de abril. El Ejecutivo de Pedro Sánchez tiene la intención de no parar la máquina de reales decretos leyes que aprobará en sucesivas reuniones del Consejo de Ministros.

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Después, se requiere su convalidación para que entren en vigor por lo que la mayoría que aupó a Sánchez en la moción de censura a Rajoy tiene que volver a operar como un reloj. Si la actitud de los grupos independentistas puede ser una incógnita, una vez que rechazaron los Presupuestos, lo es mucho más la de Unidos Podemos, habida cuenta de su decisión de distanciarse abismalmente del Gobierno para afrontar la campaña electoral no solo con plena autonomía sino con la voluntad de mostrarse muy críticos con el PSOE y el Gobierno.

CASTAÑAS Y BONIATOS

El portazo de Unidos Podemos a la Comisión del Pacto de Toledo, casi a punto de acordar un plan a corto, medio y largo plazo para las pensiones, tras más de dos años de trabajo, ha hecho al Gobierno tomar conciencia de la nula colaboración que puede esperar de este grupo hasta después de que se celebren las elecciones. El partido de Pablo Iglesias emprende el camino de diferenciarse del PSOE por la izquierda.

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Mientras que el Gobierno selecciona qué asuntos quiere llevar al Consejo de Ministros en este tiempo, ha empezado a contactar con los grupos parlamentarios para conocer su disposición respecto a algunos decretos. El subsidio para parados de más de 52 años es uno de ellos, así como algunos aspectos de la reforma laboral en materia de igualdad entre hombres y mujeres. Si quiere el gobierno elaborar un Real Decreto para recuperar la ultraactividad de los convenios colectivos. Con ello está de acuerdo Podemos pero sin duda considerará insuficiente que solo sea ese aspecto el que se toque cuando ellos aspiraban a la derogación total. Esta negociación será sumamente delicada y sin garantía de éxito.

En el pleno de este jueves no ha habido sorpresas. Todo lo ocurrido ha sido lo previsto. Pocas veces se ha registrado la unanimidad en esta legislatura, pero en el penúltimo pleno de esta legislatura ha habido alegría sincera al aprobarse una nueva Ley de Propiedad Intelectual. Y aquí se terminó la unidad. El resto de los asuntos aprobados tuvieron el acuerdo de los socialistas y los grupos que apoyan a Sánchez desde hace ocho meses, aunque con algunas excepciones. Se aprobó la ley reguladora de los contratos de crédito inmobiliario; la mejora de las condiciones para el desempeño de la labor docente no universitaria y la proposición de ley de mejora de la situación de orfandad de los hijos de víctimas de violencia de género. Esta iniciativa se saldó con aplausos. Otra excepción en los desacuerdos fue la convalidación de las medidas urgentes para paliar los daños causados por temporales o catástrofes.

Este pleno ha estado continuamente salpicado por despedidas de distintos portavoces. Los diputados que por su especialidad y las materias tratadas saben que era su última intervención de la legislatura han entonado palabras, entonadas con sentimiento, de agradecimiento a todos los compañeros de cámara, a los servicios técnicos y a la presidenta del Congreso. El diputado de Compromís, Joan Baldoví, pidió disculpas por haber llamado “boniato” al diputado de Ciudadanos Toni Cantó en la sesión del pasado martes como réplica a que éste había tildado a su partido, Compromís, de “castaña”. “Hable con el hígado y no se lo merecen los miembros de esta cámara ni los ciudadanos”. Pero enseguida se vio que el asunto no estaba zanjado. “Parece que el señor Cantó tiene obsesión conmigo porque en sus cinco minutos de intervención me citó 14 voces”. A punto estuvo de ocurrir un incidente con la presidencia del Congreso, en ese momento ostentada por el vicepresidente primero, Ignacio Prendes, de Ciudadanos, al resistirse Baldoví a terminar su intervención cuando ya había terminado su tiempo. Además, no abandonaba la tribuna. Al tercer requerimiento bajó del estrado.

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Sobre la firma

Anabel Díez
Es informadora política y parlamentaria en EL PAÍS desde hace tres décadas, con un paso previo en Radio El País. Es premio Carandell y Josefina Carabias a la cronista parlamentaria que otorgan el Senado y el Congreso, respectivamente. Es presidenta de Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP).

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