Ciudadanos ficha en la única gran plaza que mantiene Feijóo en Galicia
Un 'superconcejal' del PP en Ourense se va al partido de Rivera, mientras tienta a otros cargos en el principal granero de votos de los populares en la comunidad
José Araújo era un superconcejal del PP en el Ayuntamiento de Ourense. Brazo derecho del alcalde Jesús Vázquez, exconsejero de Educación de Alberto Núñez Feijóo, había ocupado sucesivos cargos públicos en el PP ourensano, tenía 27 años de militancia... Pero el pasado 29 de enero, por sorpresa, anunció que dimitía. "No me veo en una futura corporación sin presupuestos, ni plan de urbanismo... Desde dentro no puedo hacer nada; voy a probar desde fuera", afirmaba el edil de Infraestructuras, Medio Ambiente y Limpieza de la única ciudad de Galicia en manos de los populares y en la que sigue siendo el partido más votado con 10 concejales. Dos semanas después se pasó a Ciudadanos.
Araújo se ha convertido así en otro de los fichajes de Albert Rivera, que ha puesto en marcha en los últimos meses un plan para captar cargos entre las filas populares y socialistas. Los nombres: Silvia Clemente (PP, presidenta de las Cortes de Castilla y León, que ha perdido las primarias entre sospechas de fraude; José Ramón Bauzá (PP), expresidente de Baleares; Celestino Corbacho, exministro de Trabajo socialista; Soraya Rodríguez (PSOE)...
"[No se puede gobernar] a base de selfies ni de insultos", afirmaba el edil de Infraestructuras para justificar su marcha el pasado enero, cuando destacó que su intención era construir "en positivo" y evitar "la confrontación". En Ourense, el PP no ha conseguido el respaldo de los independientes de Democracia Ourensana (DO), segunda fuerza con ocho ediles, que le permitiese la aprobación de una sola medida de gobierno.
Ni el alcalde de Ourense, que no ha logrado aprobar ni un solo presupuesto en estos cuatro años, ni el presidente provincial del PP y de la Diputación, José Manuel Baltar, el hijo-heredero del "cacique bueno" y eterno rival interno de Feijóo, se inmutaron con el anuncio, pese a que Araújo había sido hasta entonces el rostro amable del PP en la ciudad. Él consiguió en 2006 congregar a Feijóo y al patriarca de los Baltar en su boda, el primer matrimonio gay de un cargo del PP en España, mientras el partido presentaba recurso de inconstitucionalidad contra la reforma del Código Civil que permitía la unión de personas del mismo sexo.
Tampoco parece haberse inmutado Feijóo, que en diversas ocasiones ha alardeado del muro infranqueable que Galicia suponía para la formación de Rivera. "Es curioso que la nueva política consista en fichar miembros del PP", se limitó a ironizar al respecto el presidente de la Xunta y el PP gallego. Pero Araújo también se ha propuesto incorporar a su lista a otra exconcejala del PP, Isabel Castelo, que dimitió en 2016; y a la ex secretaria general para el Deporte de la Xunta, Marta Míguez, a quien Feijóo cesó hace poco.
El único estrépito por el fichaje del edil popular se generó en la pequeña agrupación de Cs en Ourense, que cuenta con menos de un centenar de militantes en toda la provincia. Supuso la dimisión del coordinador provincial, Alberto Rodríguez, a quien la captación de Araújo para sus filas le pilló con el pie cambiado. En los últimos meses había firmado, en nombre de la agrupación ourensana, 37 notas de prensa criticando la gestión directa del superconcejal, de quien llegó a pedir la dimisión en dos ocasiones.
Rodríguez ha arremetido contra el secretario de organización de Ciudadanos en Galicia, Laureano Bermejo, asegurando que no informó a la directiva provincial del fichaje del exconcejal. Está convencido de que la operación solo beneficia a Baltar, dado que el PP podría pactar la alcaldía con su histórico exedil, oferta que los independientes de Democracia Ourensana (DO), hasta ahora claves para garantizar la gobernabilidad, han rechazado siempre. Alentado por su crecimiento constante, el líder de DO optó por ejercer una dura oposición (más si cabe en la Diputación de Baltar) dejando al gobierno local tocado, incapaz de aprobar nada por sí solo.
Con Ciudadanos poniendo ya la vista en los pactos postelectorales con el PP, la oposición ve en la operación el intento de impedir la fuga de la alcaldía hacia el espectro de la izquierda.
Fragmentación en la provincia
Además de ceder al superconcejal del Ayuntamiento de Ourense a Ciudadanos, el PP ha comenzado a fragmentarse en algunos municipios de la provincia, históricos bastiones del baltarismo que ha dado los mejores resultados de España a la formación fundada por Manuel Fraga.
La concejala de Comunicación de Xinzo de Limia y diputada provincial responsable de Transparencia, Montse Lama, hasta ahora próxima a Baltar, ha anunciado su baja del partido y ha abandonado sus escaños tras mostrar su malestar con la elección del candidato de su municipio. Lama se ha ido a Ciudadanos con críticas hacia Feijóo. Baltar, que la había presentado como su gran fichaje, ha evitado pronunciarse sobre esta fuga y sobre las que puedan continuar en favor de Ciudadanos. "Me parece todo absolutamente normal. Es una cuestión de libertad de las personas", zanjó el asunto el presidente provincial del PP.
En el municipio de Celanova, los vecinos asisten atónitos a un intento de su histórico exalcalde baltarista Antonio Mouriño, que blandió el bastón de mando desde 1991 hasta 2012, para formar una lista independiente alternativa a la del partido en el que milita desde hace décadas y al que todavía hoy representa en el Parlamento gallego. La candidatura promovida por Mouriño, miembro de la dirección del PP ourensano y gallego, competiría con la que encabeza el actual alcalde popular, José Luis Ferro, al que el propio exregidor designó para el puesto cuando renunció para poder presentarse al Parlamento autonómico.
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