Una cartera acepta un año de cárcel por tirar 268 cartas a la basura
La trabajadora sustituía a un compañero y decidió tirar las cartas, sin que se sepa el motivo, cuando finalizaba su contrato eventual
Una trabajadora de Correos acusada de tirar 268 cartas a contenedores de basura de la localidad sevillana de Écija ha aceptado la imposición de una condena de un año de cárcel antes de que se celebrara el juicio por un delito en la custodia de documentos. La acusada, que sustituía a un compañero que estaba de vacaciones, había decidido desechar las cartas que portaba, por motivos que se desconocen, poco antes de que finalizara su contrato eventual, en agosto de 2016.
La Fiscalía, la Abogacía del Estado y la defensa de la acusada han llegado a un acuerdo de conformidad por el que la cartera acepta un año de prisión, el pago de una multa de 840 euros y tres años de inhabilitación para trabajar en Correos, así como el pago de las costas del juicio.
En el escrito de la Fiscalía se relata que la encausada fue contratada por Correos y tenía encomendada la función de repartidora de correspondencia para trabajar en el municipio de Écija (Sevilla) en sustitución de un empleado titular de ese puesto que estaba de vacaciones. La trabajadora formalizó un contrato laboral eventual desde el 1 hasta el 17 de agosto de 2016, siendo cesada el día 17 de ese mismo mes.
Los hechos ocurrieron el 8 de agosto de 2016, cuando el jefe de Equipo de la Unidad de Reparto de la Oficina de Correos de Écija le asignó el reparto a realizar en la Sección 12 de dicha localidad, que correspondía a "un total a repartir de unos 700 envíos". La investigada, "lejos de cumplir con su obligación de custodia y reparto y con incumplimiento de las obligaciones inherentes a su cargo, se apoderó de, al menos, 268 envíos de correo ordinario y los arrojó a dos contenedores de basura" de una calle y una plaza de Écija, que ni siquiera correspondían a sus zonas de reparto.
El fiscal añade que las cartas fueron encontradas ese mismo día por una compañera de trabajo que se encontraba de vacaciones y por un vecino del municipio, quienes las entregaron "de inmediato" a la Policía Nacional. Según la Fiscalía, todas las cartas encontradas se correspondían con correo ordinario, pertenecientes a la Sección 12, y estaban cerradas, a excepción de dos de ellas, "con claros signos de haber sido violentadas", y otra perteneciente a un envío procedente de Italia.
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