Inhabilitado dos años un militar por matar de un disparo al gato de un compañero en un cuartel
El soldado, que también ha sido condenado a seis meses de cárcel por un delito de maltrato animal, ha admitido que "disparó al felino"
Un militar ha sido inhabilitado dos años por matar de un disparo al gato de un compañero en el cuartel de Cuatro Vientos, en Madrid. El Juzgado Penal número 15 de Madrid lo ha condenado también a seis meses de cárcel por un delito de maltrato animal. El soldado ha admitido que "disparó al felino" pero que "no le dio", según testificó durante el juicio oral. En cambio, otros testigos de los hechos confirmaron que "sí acertó". La Guardia Civil ratificó el atestado.
El suceso ocurrió en torno al mediodía del 25 de septiembre de 2015. El cabo primero Pablo Y.T. estaba encargado de la Sección de Jardines en las instalaciones de la base área de Cuatro Vientos. Entonces, se topó con Negrito, el gato perteneciente al soldado Francisco S. R.
Pese a conocer que el felino pertenecía a su compañero y que vivía en las instalaciones militares, el cabo acudió a buscar al animal con una de las carabinas de su propiedad que guardaba en el vestuario de su puesto de trabajo, según indica el escrito de acusación.
Acto seguido y "sin motivo ni justificación y supuestamente con la única finalidad de acabar con su vida", el cabo le disparó certeramente, "impactando el perdigón en los pequeños pulmones del felino, saliendo por el hemitórax, lo que produjo instantáneamente la muerte del animal". Después, el militar recogió su cadáver y lo introdujo en una bolsa de plástico, arrojándolo a un contenedor de basuras próximo al lugar de los hechos mientras era observado por el denunciante y otros dos testigos, compañeros del cuartel.
El denunciante tenía conocimiento que el cabo primero poseía un arma de aire comprimido que "había utilizado en innumerables ocasiones para abatir a los animales que pacen por el acuartelamiento". El pasado 30 de septiembre, dos agentes del SEPRONA de la Guardia Civil de Tres Cantos se personaron y llevaron a cabo una inspección ocular. Durante el reconocimiento, extrajeron el cadáver del gato, enterrado en la Base Área, en presencia del denunciante y de un subteniente del Ejército del Aire. El cuerpo del animal y su hoja de custodia fueron trasladados para su posterior necropsia.
La protectora El Refugio solicitó para el acusado la pena máxima establecida en el Código Penal, un año de cárcel, así como la inhabilitación especial para el ejercicio de cualquier profesión u oficio que tenga relación con el cuidado, custodia o compraventa de animales domésticos, durante dos años.
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