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El Gobierno rechaza dar por agotada la legislatura

El PSOE pretende continuar en el poder pese a que los nacionalistas no aprobarán los Presupuestos

Pedro Sánchez y Carmen Calvo conversan con Joan Tardá en el Congreso.

La temperatura política ha llegado al máximo en Cataluña con la petición de la fiscalía de 25 años de cárcel para Oriol Junqueras y el resto de independentistas encausados por el procés. El apoyo a los Presupuestos se da por inviable desde el independentismo y muy difícil desde el Gobierno. Pero tanto el Ejecutivo, más optimista, como los secesionistas evitan en las conversaciones en privado dar por agotada la legislatura. Las negociaciones bilaterales siguen, y el Gobierno confía en que nadie quiera ahora un adelanto electoral.

El Gobierno está convencido de tener buenas cartas para jugar en el medio plazo. En La Moncloa han seguido con inquietud la reacción de los independentistas ante la dura acusación de la fiscalía. Saben que en un momento anímico tan difícil, en el corto plazo, es imposible evitar la reacción furibunda de ERC y PDeCAT, que han dado por muerto el proyecto de Presupuestos pactado entre PSOE y Podemos. Pero están convencidos de que con el paso de los días se podrá hacer un análisis político más sosegado. Y ahí, confían en el Ejecutivo y en el PSOE, los independentistas llegarán a la misma conclusión que les llevó a apoyar la moción de censura: que cualquier opción es peor a la del Gobierno de Pedro Sánchez.

El Ejecutivo insiste en poner en valor algunos de sus gestos también en el ámbito judicial, como el choque de la Abogacía del Estado, que ve un delito de sedición con un máximo de 12 años —que podrían reducirse durante el juicio— contra la fiscalía, que ve rebelión y pide 25 años. Los independentistas no ven esa división como un gesto, pero el Ejecutivo está convencido de que a lo largo del juicio esa apuesta por la sedición tendrá consecuencias y será valorada. La clave política de la legislatura ahora ya no está tanto en los Presupuestos de 2019, que podrían ser prorrogados durante varios meses sin demasiados problemas —como ya hizo Mariano Rajoy— y que serán votados como pronto en marzo, sino en el día a día en el Congreso, donde el apoyo independentista permite a Sánchez sacar adelante la mayoría de sus reformas. Y en el Ejecutivo se niegan a dar por muerta la legislatura porque están convencidos de que ese apoyo seguirá ahora igual.

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Ninguno de los partidos que respaldaron la moción de censura quiere forzar un adelanto electoral, creen en el Ejecutivo, y menos aún los independentistas. Porque el riesgo de que llegara ahora a La Moncloa una coalición de PP y Ciudadanos sigue siendo alto, y con ellos no solo habría un endurecimiento en el juicio —la Abogacía del Estado podría apostar con seguridad por el delito de rebelión— sino también en el día a día, con una intervención de la Generalitat a través del artículo 155 de la Constitución permanente, tal y como han prometido Pablo Casado y Albert Rivera.

Ese riesgo, sumado a la necesidad que tienen los presos de que el juicio se produzca en un ambiente político lo más tranquilo posible, debería facilitar que la legislatura aguante, calculan en el Gobierno obviamente sin todas las certezas.

Tanto desde Esquerra como desde el PDeCAT ven amortizados los Presupuestos si bien no dan por acabada la legislatura de Sánchez. Ambas formaciones se cuidaron el pasado viernes de escenificar un levantamiento de la mesa de negociación con el Gobierno central y, de momento, no descartan continuar con la relación de la gestión del día a día. Los partidos independentistas sí confirmaron que las duras calificaciones de la fiscalía y la Abogacía del Estado han cerrado “muchas puertas”. Los dos partidos reconocen que “aguantar así hasta primavera [cuando en teoría se conocerá la sentencia] o incluso hasta enero será un drama”.

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El elemento sentimental

También hay en juego un elemento sentimental: la semana pasada se cumplió el aniversario del envío a prisión preventiva de Oriol Junqueras y de Joaquim Forn. Todas esas sensaciones hacían complicado articular el viernes discursos más matizados.

El PDeCAT y Esquerra celebrarán este lunes sus reuniones semanales para trazar sus estrategias a partir de ahora, al margen de las cuentas. Esta semana también hay encuentros importantes en Madrid, como la sectorial de Violencia de Género en el Ministerio de Sanidad y, de momento, no hay órdenes de dejar sillas vacías. Fuentes republicanas insisten en que Junqueras, desde la cárcel, pide que se siga negociando incluso con el difícil ambiente actual.

Iceta pide no unir proceso y Presupuestos

El líder del PSC, Miquel Iceta, advirtió a los partidos independentistas de que es un "grandísimo error" ligar el voto a los Presupuestos al juicio a la cúpula del procés. "Es un gravísimo error. El juicio no ha comenzado. Son dos cosas que no tienen nada que ver", insistió en un acto en Tortosa (Tarragona) donde estuvo acompañado por Adriana Lastra, la portavoz del PSOE en el Congreso, que se mostró convencida de que los Presupuestos saldrán adelante porque "son los que catalanes y españoles necesitan".

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