Hallada una mochila en la zona donde se busca al niño desaparecido en la riada de Mallorca
Se amplía al mar la búsqueda de Artur, de seis años, que se perdió la noche del martes cuando fue arrastrado junto a su madre por el aluvión de agua
Especialistas de la Unidad Militar de Emergencias (UME), la Guardia Civil y Bomberos de Mallorca han retomado a primera hora de la mañana de este sábado, por cuarto día consecutivo, las tareas de búsqueda de Artur, el niño de seis años desaparecido en la riada del Levante de Mallorca, que causó la muerte de 12 personas. El Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil ha encontrado una mochila en cala Morlanda, al sur de S'Illot, donde se está buscando al niño. Según fuentes de la Guardia Civil, esta bolsa es del niño y, en cambio, la hallada hace dos días, era de su hermana, que sobrevivió al desbordamiento.
Las mismas fuentes han precisado que ha sido un particular que paseaba por la cala el que ha encontrado la mochila cerca de la zona donde se halló el coche y ha avisado a los GEAS. El rastreo se ha ampliado este sábado al mar, en la zona de la desembocadura del torrente de Ses Planes, y a distintos puntos en 12 kilómetros del cauce. La consejera de Hacienda y Administraciones Públicas, Catalina Cladera, ha detallado que embarcaciones de la UME, la Guardia Civil y Salvamento Marítimo rastrean el área marina frente a s'Illot hasta siete millas mar adentro. El dispositivo lo forman casi 200 efectivos y 11 perros.
Artur, nacido en 2012, desapareció la noche del martes cuando el Hyundai negro en el que viajaba junto a su madre, Joana Lliteras, farmacéutica de Manacor de 40 años, fue arrastrado por el aluvión de agua, fango y residuos de todo tipo que produjeron las lluvias torrenciales vertidas en un par de horas sobre el torrente.
La Guardia Civil trabajaba con la hipótesis de que se desvió por las carreteras secundarias hasta Son Carrió para evitar las retenciones que estaba causando la lluvia, cuando la sorprendió la tromba de agua del torrente Ses Planes, que bajaba desbordado. La mujer llamó a su marido, de origen holandés, que estaba fuera, pero la comunicación se cortó.
La madre, cuyo cadáver fue hallado atrapado en el curso del cauce del torrente en Son Carri al día siguiente de la riada, logró sacar del coche a su hija menor, Úrsula, de cinco años —hasta ahora se había informado por error de que la niña era la mayor—. Luego salió ella con Artur, pero la corriente se los llevó por delante a los dos. Un ciclista alemán ayudó a Úrsula al encontrarla en la zona de Son Carrió y la puso a salvo. La familia tiene un tercer hijo, de ocho años, que no iba en el coche. Artur vestía un polo azul cuando desapareció. El jueves, localizaron una mochila y una chaqueta en el cauce del torrente de Sa Branca.
Las lluvias torrenciales del 9 de octubre en la comarca del Levante de Mallorca, con registros superiores a 230 litros por metro cuadrado, han dejado, por el momento, 12 víctimas mortales, seis de ellos españoles, tres alemanes, dos británicos y una holandesa.
Cientos de familias y empresas han sufrido graves daños en sus propiedades y diferentes infraestructuras públicas han quedado destruidas en la mayor catástrofe natural de la historia reciente de Mallorca.
Catalina Cladera ha destacado este sábado el "gran avance en la limpieza" de Sant Llorenç logrado el viernes gracias al trabajo de más de un millar de voluntarios, por lo que ya que ha comenzado "la fase de reconstrucción", con la intervención de fontaneros, electricistas, carpinteros... En este sentido, ha hecho un llamamiento a la solidaridad de profesionales de la construcción que puedan contribuir a realizar reparaciones en las casas que han sufrido mayores daños.
También ha recordado que el Ayuntamiento de Sant Llorenç ha abierto dos cuentas corrientes para recoger aportaciones económicas en las que se han recaudado hasta hoy 175.000 euros. Este sábado, ha explicado la consejera, 400 voluntarios continúan apoyando los trabajos de limpieza tanto en Sant Llorenç como en otros núcleos afectados como S'Illot, Son Carrió y Canyamel, mientras que 13 trabajadores sociales prosiguen la visita a las viviendas afectadas para iniciar el proceso de evaluación de daños y atender necesidades urgentes.
El Instituto Balear de la Naturaleza tiene a 63 agentes realizando tareas de limpieza en la zona de Canyamel, una de las que más tarde comenzaron a rehabilitarse. El centro de salud de Sant Llorenç estará abierto todo el fin de semana atendido por dos médicos y dos enfermeros, y todos los colegios de la comarca volverán a abrir el próximo lunes, reforzados con asistencia psicológica para ayudar a niños que pudieran tener secuelas por la catástrofe.
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