Un vuelo de Nueva York a Madrid sufre una avería en el motor y aterriza de emergencia en Boston
Unos 300 pasajeros, en su mayoría españoles, que viajaban en el avión han sido reubicados en otros vuelos a lo largo del día
Apenas dos horas después de despegar, el vuelo IB6252 de Iberia, que volaba la madrugada de este miércoles entre Nueva York y Madrid, empezó a "ir muy lento". Según relatan los pasajeros en la cabina comenzó a oler a "humo y queroseno". Uno de los motores había sufrido una avería en pleno vuelo y el avión, que aún se encontraba cerca de tierra, tuvo que realizar un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto de Boston. La mayoría de los en torno a 300 pasajeros, en gran parte españoles, han tenido que hacer noche en el mismo aeródromo, ante la falta de hoteles disponibles, según ha explicado Iberia. Aunque varios pasajeros se han quejado del "caos" que ha seguido la llegada a Boston, la empresa ha conseguido reubicar a todos los pasajeros a lo largo del día en vuelos con salida en Nueva York y Boston.
Según explica en conversación telefónica Felipe Serantes, uno de los pasajeros, el avión "bajó rápidamente de 12.000 metros de altura a 7.000 y redujo la velocidad" al poco de "oler el humo y el queroseno". Este español de 42 años, que estaba de viaje en Nueva York con su familia, asegura que al principio "hasta las azafatas se asustaron". Pablo Reyes, otro pasajero, asegura también por teléfono que uno de los motores "se ha quemado y el otro iba calentado". Reyes asegura que la gente se esperaba "una tragedia" sobre todo porque al llegar al aeropuerto, en la pista de aterrizaje esperaban un amplio destacamento de bomberos y varios medios estadounidenses.
"Hemos pasado mucho miedo", relatan Natalia y Carlota Navarro, dos hermanas adolescentes que volvían de vacaciones. "Cuando hemos visto todos los bomberos nos hemos quedado un poco de piedra y estábamos bastante asustadas", explican estas dos menores, que realizaban el viaje solas. El vuelo despegó a las 20.50 del aeropuerto John Fitzgerald Kennedy de Nueva York y el aterrizaje de emergencia se produjo a las 00.03, hora local en ambos casos.
Problemas de realojamiento
La mayoría de los pasajeros han tenido que hacer noche en el aeropuerto de Boston, debido según Iberia, a "la falta de disponibilidades en hoteles de la ciudad". Algunos han criticado la falta de opciones y sobre todo de comunicación, llegando a hablar de "abandono". Según ha explicado otro de los viajeros, Francisco Blanco, lo peor ha sido "la incertidumbre y la sensación de inseguridad". Al parecer, según la versión de varios de los tripulantes del avión, en un principio se iba a trasladar a los afectados en autobús a Nueva York, desde donde sería más fácil recolocarlos en vuelos de la compañía o sus socios al tratarse de un aeropuerto más grande. Sin embargo, finalmente han tenido que hacer casi todos noche en el aeropuerto, para lo cual se les ha proporcionado unas camillas y unas mantas.
Finalmente, todos los pasajeros ha podido ser reubicados en otros vuelos: 155 clientes en vuelos directos desde Boston, tanto de Iberia como de otras compañías, con salida a lo largo del miércoles y otros 110 clientes en Nueva York, donde se les ha llevado a un hotel a descansar y este mismo miércoles viajarán a su destino final. Iberia ha lamentado públicamente los inconvenientes causados por este desvío y por la dificultad para conseguir plazas de hotel o billete en los vuelos directos.
Al hilo de este incidente las acciones de Rolls Royce Holding, fabricante del motor, se han dejado un 1,1%, este miércoles, recuperándose desde una caída de más del 4% a lo largo de la mañana.
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