Dos ministros caídos en solo 100 días de Gobierno de Sánchez
Las dimisiones hacen mella en la fortaleza del Consejo de Ministros
El Gobierno de Pedro Sánchez no deja de pulverizar récords. Formado tras la primera moción de censura que prosperó en democracia, fue el de más mujeres de la historia de España y ha sido también el que ha perdido a un mayor número de sus miembros en los primeros 100 días. Exactamente, dos en 102 días, los que se cumplieron ayer al dimitir la segunda ministra del gabinete de Pedro Sánchez.
La renuncia de la titular de Sanidad, Carmen Montón, por las irregularidades de su máster, unida a la del exministro de Cultura, Màxim Huerta, por defraudar a Hacienda, hacen mella en la que hasta ahora era una de las principales fortalezas del presidente socialista: un Consejo de Ministros sólido y solvente, valorado así incluso por sus rivales. La segunda crisis de envergadura en el Gobierno de Sánchez pone a prueba la resistencia de un Ejecutivo que ya arrastra otras debilidades; la principal, su minoría parlamentaria.
La evolución de las crisis que han acabado con la salida de dos ministros ha sido similar, con un desenlace idéntico: una renuncia exprés y un presidente al que no le ha temblado la mano al dejar caer a los miembros de su equipo. En ambos casos hubo un primer —y tímido— intento de salvar al afectado, pero en el caso de Huerta, del que se conoció desde el principio la información completa de que había sido multado por esquivar el pago de 218.000 euros a Hacienda, no terminó el día. Montón aguantó 48 horas, pero en su caso la información se fue conociendo progresivamente, hasta terminar en la revelación de que plagió su trabajo de fin de máster. En ambos casos, La Moncloa decidió que los afectados debían dar explicaciones rápidas. Y, además, el partido presionó para que Sánchez los dejara caer. A Huerta, Sánchez no llegó siquiera a apoyarle en público. Sí lo ha hecho este martes con Montón, en un cálculo equivocado de su equipo porque solo cuatro horas más tarde la ministra anunció que se iba.
La segunda crisis del Gobierno socialista no llega en un buen momento. La situación está especialmente crispada en Cataluña por la cercanía del juicio del procés y pone en duda el proceso de diálogo, y en los últimos días el Ejecutivo ha estado en el foco por una serie de rectificaciones, desde la defensa del juez Pablo Llarena a la venta de armas a Arabia Saudí. Tras 100 días de calma interna en el partido, la dimisión de la ministra de Sanidad despierta además las primeras críticas. El secretario de Transparencia del PSOE, Odón Elorza, miembro de la ejecutiva y diputado, afirmó que una dimisión forzada “resta confianza al Gobierno y al partido”.
A cambio, el Gobierno puede hacer valer que sus miembros asumen responsabilidades políticas. Con el añadido de que el PP no puede aprovechar esta crisis porque su líder está afectado por un caso similar. Otro récord: Montón ha sido la primera ministra en dimitir sin que la oposición se lo hubiera pedido.
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