Detenidos dos estibadores en Algeciras por estafar 200.000 euros a cambio de puestos de trabajo
La policía contabiliza al menos 15 afectados, aunque la cifra de víctimas y de investigados puede aumentar
Juan pagó 12.000 euros a cambio de un codiciado puesto de estibador en el puerto de Algeciras (Cádiz). De eso hace ya cuatro años, pero hace cuatro meses dijo basta. Se cansó de falsas promesas y decidió denunciar. Este joven algecireño de nombre ficticio es uno de los 15 afectados que ya ha localizado la policía, pero se cree que son muchos más. Todos han sido supuestamente estafados por dos estibadores, padre e hijo, que la mañana de este miércoles han acabado detenidos. Les acusan de quedarse con, al menos, 200.000 euros de estos candidatos a los que prometieron unos puestos de trabajo que nunca llegaron.
Los dos investigados siempre repetían el mismo procedimiento. Captaban a personas que querían entrar a trabajar como estibadores en el puerto de Algeciras y les aseguraban la selección a cambio de que pagasen una cantidad. El importe variaba, a algunos afectados les pidieron “hasta un total 30.000 euros por plaza”, reconoce una fuente cercana a la policía. Para iniciar el supuesto papeleo, los interesados debían dar un dinero de entrada que ya luego completarían una vez fuesen seleccionados. Pero esa segunda fase nunca llegaba.
Fue a través de un amigo como Juan se enteró del apaño hace cuatro años y decidió pagar. “Di 12.000 euros. Luego tendría que dar otros 6.000”, reconoce a EL PAÍS. Bajo la norma no escrita de que las contrataciones en la estiba se suelen producir cada cuatro años, decidió esperar. Pero la pasada primavera los hechos se precipitaron cuando se anunció la contratación de 450 nuevos trabajadores portuarios. Para ese entonces, Juan ya tenía claro de que no le iban a llamar: “Entraron otros [en referencia a otras personas ajenas a la estafa], pero a nosotros no nos llamaron. Vi que aquí no iba a entrar nadie, así que le dije que me diera el dinero”.
Pero los supuestos estafadores comenzaron a darle largas y Juan se cansó de esperar. “Decidí investigar por mi cuenta”, reconoce. Incluso, junto con otros afectados, llegó a ponerles la trampa de enviarles a un nuevo interesado en conseguir un puesto. Mientras que el padre estibador prometía devolverle el dinero a Juan, al gancho le pedía dinero para gestionarle un supuesto trabajo. El joven dio entonces otro paso más y consiguió entrar en contacto con más afectados que también habían comenzado a percatarse de que podrían estar implicados en un posible engaño.
La estafa parecía ser aún mayor de lo esperado. Redes sociales y webs locales se llenaron de mensajes que aludían a una posible trama de compra de puestos. Fueron los mensajes los que, según fuentes policiales, llevaron a los agentes a iniciar su investigación. De momento, la policía ha detectado al menos 15 casos, entre ellos el de Juan, a los que los presuntos delincuentes habrían sustraído 200.000 euros, importe correspondiente a la primera parte de la entrega pactada.
Sin embargo, se cree que puede haber muchas más víctimas. “Yo tengo localizados al menos 40 personas y creo que puede haber hasta 60”, reconoce Juan. En este último mes, la policía ha agilizado sus movimientos para acabar con la detención de los dos sospechosos. Ahora, los investigadores imputan al padre, que responde a las iniciales de J.M.C.P., y al hijo sendos delitos de estafa, entre otros. El caso ha recaído en el juzgado de instrucción 1 de Algeciras, que ha decretado el secreto de sumario. Tras la detención de esta mañana, se espera que en las próximas horas pasen a disposición judicial. De momento, la operación se mantiene abierta y la policía no descarta que puedan producirse nuevas detenciones.
El sindicato Coordinadora, mayoritario en el sector de la estiba, aseguran no conocer a los estafadores. “Estas cosas manchan la profesión”, segura un estibador. Igualmente, recuerdan que ya en marzo, el sindicato alertó de la existencia de una posible trama que estaba vendiendo falsamente puestos como trabajadores portuarios. Ya en ese entonces, alertó de que los estafadores llegaron a usar “nombres propios de integrantes del comité de empresa y miembros de Coordinadora”, para dar credibilidad al engaño. Ahora a Juan le toca esperar la resolución judicial de una estafa que le ha ocupado meses de pesquisas y lucha: “Lo peor no es el dinero perdido, sino la ilusión”. De hecho, en estos cuatro años atrás, el joven creía que conseguiría su objetivo, ya que el engaño de los dos detenidos se sustentaba en un rumor que viene de largo en Algeciras. “Suena de toda la vida que si pagabas, entrabas y siempre ha habido gente pagando. De hecho, si esto hubiese salido bien, nadie hubiese denunciado”, remacha el algecireño con dureza.
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