Ciudadanos se lanza a la batalla contra Casado por el voto conservador
El partido no se preocupa porque le perciban escorado a la derecha, seguirá priorizando el debate territorial y hará un discurso "sin complejos" sobre inmigración
La exhumación de Franco ha alineado al PP y a Ciudadanos. Los dos partidos se han unido en el rechazo a sacar ahora al dictador del Valle de los Caídos con similares argumentos. La posición de Ciudadanos, que se abstendrá tras haber votado en 2017 a favor, es el último ejemplo de la intensa competición que ha abierto con el PP por el voto conservador y le ha alejado del centro. El partido no se preocupa porque le perciban escorado a la derecha, seguirá priorizando el debate territorial y hará un discurso "sin complejos" sobre inmigración.
La minimalista sede de Ciudadanos en Madrid ofrece una imagen tan aséptica como parece que el partido pretendiera que fuera su ideología. No se trata de ser de izquierdas o de derechas sino de ofrecer un proyecto superador del bipartidismo, es el discurso oficial de la formación que lidera Albert Rivera, y que hasta ahora le ha granjeado un relativo éxito. Hace solo dos meses el partido lideraba la intención de voto en las encuestas y, aunque tras su llegada a La Moncloa el PSOE le ha arrebatado la posición hegemónica, Ciudadanos compite con el PP por la segunda posición empatado en un algo más de un 20% de voto, según el último CIS.
El cambio de escenario político —con un Gobierno socialista y un liderazgo renovado en el partido histórico conservador— ha movido también a Rivera. El partido ha coincidido en las últimas semanas con el PP en los temas que prioriza —Cataluña, la inmigración y los impuestos— y en el enfoque de oposición. La cúpula asegura que no le preocupa que los ciudadanos les perciban más a la derecha, como ha revelado el CIS, ni ha previsto un plan para revertirlo. Se ha lanzado a la batalla con el PP de Pablo Casado.
Franco es el último ejemplo. En mayo de 2017, Ciudadanos votó a favor de una proposición no de ley presentada por los socialistas que contemplaba “dar cumplimiento preferente” a la exhumación del dictador, crear una “Comisión de la verdad” e incluso “estudiar” la nulidad de los juicios franquistas, una medida a la que se acaba de oponer también el partido de Rivera con el argumento de que es “revisionismo histórico judicial”.
Ciudadanos ha decidido no apoyar la exhumación del dictador y abstenerse porque, explicó Rivera, ni sacar los restos de Franco es prioritario ni debe hacerse por decreto-ley, como ha optado el Gobierno socialista para acelerar la medida. El PP confirmó ayer que también se abstendrá en la votación del decreto. Mismo voto y última coincidencia este verano entre ambas formaciones.
¿Significa eso que se ha derechizado Ciudadanos? La dirección niega un reposicionamiento ideológico. La percepción de que el partido se ha escorado a la derecha, argumenta Rivera, se debe a que ahora es oposición a un Gobierno de izquierdas. "Cuando haces oposición a un Gobierno socialista, es normal que te vean enfrente, y esto a veces puede tener una apreciación distinta de la realidad de los hechos", ha justificado el líder del partido. Pero Ciudadanos, subraya, está "defendiendo políticas progresistas en lo social, en lo moral y en lo político".
Una cierta derechización demoscópica sí es un hecho en los datos del último CIS. El sondeo de julio reveló que los españoles sitúan por primera vez al partido en el 7,04 en la escala ideológica, siendo 5,5 el centro, diez la extrema derecha y uno la extrema izquierda. Hace cuatro años, el partido estaba en el puro centro: en el 5,54. Y esa percepción del electorado tiene su efecto fundamental en las transferencias de voto. Ciudadanos no para de crecer a costa del PP. Según el CIS, los populares les traspasan un 17,9% de votos. A la inversa solo es un 0,5%. Y en cambio, entre Ciudadanos y el PSOE las transferencias quedan compensadas (se quedan prácticamente igual) entre los votos ganados y perdidos.
Crecer en la derecha
En privado, la cúpula del partido de Rivera no oculta que quiere crecer en el electorado del lado derecho, aunque no renuncie también a seguir restando voto al PSOE. La estrategia es dirigirse a los moderados en sentido amplio que quieren un cambio respecto del bipartidismo, explican en la dirección. Pero la percepción de los ciudadanos de que se sitúan más a la derecha no les preocupa ni van a tratar de revertirla. Al contrario, se aprovecha.
Prueba de esa batalla en el lado derecho está en que Ciudadanos desgranará un discurso en inmigración "claro y sin complejos". La formación trabaja esta problemática y estudia si presentar una iniciativa legislativa. El discurso confuso y "buenista" de Sánchez, en su opinión, puede dar alas a la xenofobia. Al mismo tiempo, priorizará la cuestión territorial, la bandera con la que más ha erosionado al PP.
La incógnita es quién de los dos, si Rivera o Casado, ganará la pugna. Los expertos creen que Ciudadanos tiene fortalezas importantes contra los populares. "Tras la renovación del PP siempre hay un periodo de luna de miel que les hace recuperar la centralidad, pero no tengo tan claro que vaya a salir ganador en esta competición. Ciudadanos tiene bazas en cuestiones centrales para estos votantes como el tema territorial, el rechazo a Podemos —nemesis del electorado conservador—, o los impuestos. Y sin ataduras del pasado ni peajes como el PP, con el problema de la corrupción", analiza José Fernández Albertos, doctor en Ciencias Políticas por la Universidad de Harvard. "Un 50,7% de fidelidad en el electorado del PP es un valor catastrófico. Y entre los indecisos del PP hay un elector demócrata que no quiere cambiar la ley del aborto. El PP se queda con los votantes históricos, los que votan desde el 77", destaca el analista electoral Jaime Miquel.
Ciudadanos quiere ganar la batalla a los populares en el flanco derecho con su "liberalismo progresista" frente al conservadurismo tradicional que parece representar Casado. Aunque en la minimalista sede de Ciudadanos también aguardan con interés a que el nuevo líder de los populares termine de definirse tras tomar las riendas del PP.
Discursos coincidentes sobre el 155 y la inmigración
Los argumentos del PP para oponerse a la exhumación de Franco son casi idénticos a los de Ciudadanos. Ambos han justificado que no hay razones para aprobarla por decreto ley y que sacar al dictador no es algo prioritario para los españoles. En las últimas semanas, los dos partidos han coincidido también en similares posicionamientos sobre Cataluña y la inmigración. Ambos han agitado una nueva intervención del 155 y han cargado contra el Gobierno por sus vaivenes ante la respuesta a la llegada de inmigrantes a España
Albert Rivera y Pablo Casado han viajado a Ceuta y Melilla este verano, han alertado de un efecto llamada de migrantes por el "buenismo" de Sánchez y han pedido más medios para las fuerzas y cuerpos de seguridad que defienden las fronteras españolas. Ciudadanos ha lanzado una campaña además contra los manteros con un polémico lema, "Orden y seguridad", que al final retiró de sus redes sociales.
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