Rivera se suma a la ofensiva del PP sobre la inmigración
Los ministros reprochan al anterior Gobierno “su imprevisión”
La identidad de criterio con la Comisión Europea y la multiplicación de acciones políticas y sobre el terreno son la respuesta inicial del Gobierno a las invectivas del PP y de Ciudadanos contra Pedro Sánchez por la presión migratoria que se da en España. Los ministros reprochan al anterior Gobierno “su imprevisión” y les tachan de irresponsables por buscar el enfrentamiento con la inmigración. Albert Rivera ha estado este lunes en Ceuta y Pablo Casado acudirá este martes.
Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, no tiene previsto ir próximamente a Ceuta para hacerse una foto en la valla por donde saltan los inmigrantes. Con cierta ironía así lo señalan en fuentes gubernamentales ante la visita que este lunes hizo el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, y la que este martes realizará el presidente del PP, Pablo Casado. Pero este martes irá a Ceuta el director general de la Guardia Civil, en tanto que la ministra de Trabajo e Inmigración, Magdalena Valerio, ha estado en Chiclana (Cádiz) para supervisar un nuevo centro temporal de acogida y el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska se ha desplazado a Mauritania. La situación no está incontrolada, pero hay que estar muy encima porque se puede desbordar, señalan interlocutores gubernamentales.
La acción y la adopción de medidas e iniciativas es la respuesta con la que Sánchez responde a las invectivas de Ciudadanos y del PP que acusan al Gobierno de haber provocado un efecto llamada. Irresponsabilidad y demagogia es la respuesta inicial de la ministra Magdalena Valerio y de la secretaria de Estado de Inmigración, Consuelo Rumí. No hay efecto llamada por la llegada del Aquarius ya que, como señalan los expertos, los viajes de quienes llegan a las costas españolas comienzan con meses de antelación. Pero no hay de momento un debate sobre la inmigración sino que el Gobierno solo ve que este problema ha pasado a formar parte del temario de la oposición.
“Los señores Albert Rivera y Pablo Casado buscan la confrontación entre los españoles y los inmigrantes y eso no es responsable”, ha señalado la ministra de Trabajo en Chiclana de la Frontera, donde en las próximas horas se inaugurará un centro de acogida temporal para algo más de 600 personas que gestionará Cruz Roja. El Gobierno ha acusado al anterior “de haber desmantelado las estructuras” que había en tiempos pasados. Además, el Ejecutivo remacha que lleva 55 días en funcionamiento.
¿Papeles para todos? Esto es lo que ha dicho el líder del PP que va a hacer el Gobierno de Pedro Sánchez, lo que fue tildado de disparate por la ministra. “España es un país de tránsito para los que llegan”, ha asegurado. El Gobierno está a la espera de que la oposición solicite la reunión de una Diputación Permanente del Congreso —órgano de dirección del Congreso que se reúne durante las vacaciones parlamenarias— para exigir la comparecencia del Gobierno y abrir un debate sobre la inmigración.
El PP pedirá la comparecencia del ministro del Interior en el Congreso para que informe de la gestión de la crisis migratoria. Casado insistió ayer en su discurso, pero en un tono algo más suave. “Cuando la izquierda no tiene argumentos dice que somos unos radicales, pero radical viene de raíz, de tener las cosas claras, ser fiel a tus principios”, declaró el presidente de los populares en una reunión de la junta directiva del PP de Madrid. “La inmigración se tiene que abordar desde una perspectiva realista, no buenista. La primera cuestión es la seguridad de las fronteras”.
Casado ha insistido en los “informes” que hablan de “decenas de millones” de africanos que preparan su llegada a España, pero a continuación, como había hecho su número dos, Teodoro García, por la mañana, ha presentado a los inmigrantes como víctimas — “vienen a dar lo mejor de sí mismos, dejando atrás a sus familias, hipotecando a pueblos enteros...”—, y ha atacado a Sánchez por limitarse a hacerse fotos “oportunistas” recibiendo barcos. “Esa política de gestos no es buena ni para las fuerzas de seguridad, ni para los inmigrantes extorsionados por las mafias”.
El nuevo presidente popular ha alabado la política migratoria de José María Aznar. “Cuando el PP ha gobernado no ha habido problemas con la acogida de inmigrantes. En los años 90 recibimos seis millones y fue una inmigración ordenada, integrada, sin guetos”, ha añadido, refiriéndose, sobre todo a los latinoamericanos que durante la crisis, regresaron a sus países de origen.
Casado ha asegurado que las visitas de Rivera y representantes del Gobierno a Ceuta habían sido a “iniciativa suya”, después de que él anunciara su viaje. Con un discurso parecido se ha presentado en la valla Rivera: “Quería venir a conocer de primera mano la presión migratoria y a apoyar a nuestros agentes. Para poner fin a la inmigración irregular, necesitan apoyo y aquí echo en falta al Gobierno”. Ciudadanos llevará al Congreso la petición de más recursos y tecnología para los agentes que controlan la frontera: “Muchas de las mafias ya conocen cómo superar estos obstáculos: radiales, heces, cal viva”. La tecnología será una de las apuestas de la formación naranja para controlar este problema.
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