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El Gobierno no asume el ‘Aquarius’ por ahora: “España no es el puerto más seguro según la ley”

El Ejecutivo asegura que la situación es muy diferente de la otra vez y de momento no piensa en hacerse cargo del barco

Migrantes hacinados en la cubierta del 'Aquarius', el pasado domingo / En vídeo, el Gobierno no asume el Aquarius por ahora (ATLAS)Vídeo: GUGLIELMO MANGIAPANE (REUTERS)

El Gobierno de Pedro Sánchez no parece dispuesto, al menos de momento, a repetir la experiencia del Aquarius. Fuentes oficiales de La Moncloa aseguran que en este momento "España no es el puerto más seguro porque no es el puerto más cercano según lo establecido en el derecho internacional". Esto es, la respuesta oficial es que a España no le corresponde hacerse cargo de nuevo del barco, que este domingo pidió a Europa un puerto seguro para los 141 migrantes que tiene a bordo. Sin embargo, tampoco le tocaba hacerlo la otra vez, y sin embargo Sánchez decidió asumir el rescate del barco y poner en marcha una compleja operación para llevarlo hasta el puerto de Valencia, que entonces tampoco era ni remotamente el más cercano, ante la negativa de Italia a recibirlo.

El Aquarius, con 141 rescatados el viernes, se encuentra fondeado a la espera de instrucciones en un punto a mitad de camino entre Malta e Italia, según el cuaderno de bitácora que publican las ONG que lo operan. Ambos países han rechazado ya oficialmente acogerlo.

La decisión política definitiva, que está en manos del presidente, no parece tomada, pero el mensaje que traslada La Moncloa en estas horas es que la situación no es la misma de la otra vez. El Aquarius entonces tenía 630 personas, por encima de la capacidad del barco [que puede albergar unos 550] y esta vez son 141, recuerdan en La Moncloa. La situación es completamente diferente y por eso no se prevé una decisión en las próximas horas. ¿Qué pasará en los próximos días, cuando la crisis avance con el rechazo de Italia y se acerque a una tensión similar a la de la otra vez? Ahí Moncloa no quiere avanzar una respuesta, pero de momento insisten una y otra vez en que no le toca a España acoger al Aquarius.

En aquella ocasión, varios ministros dejaron claro que la operación del Aquarius era algo excepcional y España no se iba a convertir en el refugio de todos los barcos rechazados en Italia. Sin embargo, desde el punto de vista político, la operación fue un éxito completo, no solo internamente, donde fue aplaudida por los sectores que más interesan al Gobierno puesto que son su electorado, sino que además colocó a Sánchez, hasta entonces un desconocido, en primera línea de la escena europea.

Guglielmo Mangiapane /sos mediterranée

El presidente se mueve de nuevo en el complejo equilibrio entre satisfacer a la opinión pública más cercana a su Gobierno, que le pide que acoja a los migrantes, y a la vez evitar que la presión migratoria se convierta en un problema real de opinión pública que aliente a los grupos más extremistas, como sucedió en Italia.

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La presión del PP, que ha endurecido su discurso desde la victoria de Pablo Casado, también juega políticamente en la decisión definitiva de Sánchez, que se tomará en los próximos días en conversaciones con sus socios europeos -acaba de pasar todo en fin de semana en Doñana con Angela Merkel hablando precisamente de este tema- y siguiendo de cerca la evolución de la situación en el Aquarius. La presión política también llega del otro lado. El Ayuntamiento de Barcelona ya ha dicho que estaría dispuesto a ayudar para acoger el Aquarius en su puerto. Barcelona no tiene ninguna atribución para tomar una decisión, así que está en manos de Sánchez, pero todo suma presión política en uno y otro sentido.

“La Comisión, como ha hecho en ocasiones anteriores, está lista para ofrecer todo el apoyo diplomático para resolver esta situación. La Comisión está en contacto con varios Estados miembros que han apelado a nosotros en relación con este incidente”, ha respondido una portavoz de la Comisión en la rueda de prensa diaria, informa Álvaro Sánchez desde Bruselas.

Dos tercios de los rescatados en dos embarcaciones de madera en aguas internacionales frente a Libia proceden de Eritrea y Somalia.

El barco humanitario solicitó el sábado por los canales operativos habituales (correos electrónicos enviados desde el puente de mando a los centros de coordinación marítima más cercanos) a Malta e Italia que le designaran un puerto seguro además de lanzar un llamamiento público a todos Gobiernos europeos.

El ministro del Interior, Matteo Salvini, replicó en su tono habitual por Twitter. “El buque Aquarius con otros 141 migrantes a bordo: propiedad alemana, fletado por una ONG francesa, tripulación extranjera, en aguas maltesas, con bandera de Gibraltar. Puedes ir a donde quieras pero no a Italia. STOP a los traficantes de personas y a sus cómplices. #Puertoscerrados y #corazonesbiertos”. En esa línea, el ministro de Transportes con responsabilidad sobre los puertos, Danilo Toninelli, del Movimiento 5 Estrellas, ha sostenido que como lleva bandera gibraltareña la responsabilidad es de Reino Unido, informa desde Roma Lorena Pacho

La respuesta oficial al capitán del barco humanitario había llegado horas antes por la vía protocolaria. Roma “no ofrece un puerto seguro porque la operación de rescate no fue coordinada por el centro de coordinación de Italia”, escribieron las autoridades marítimas. El salvamento fue coordinado por Libia, que es quien les ordenó al Aquarius que buscara puerto en otro país.

La Valetta respondió el mismo sábado: “Malta no es la autoridad adecuada y competente para designar un puerto seguro”, replicaron según el cuaderno de bitácora de las ONG que operan la embarcación.

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