Un alcalde holandés denuncia que la policía lo retuvo en Madrid por su origen marroquí
Ahmed Marcouch, edil de Arnhem, iba con su hija y cree que comprobaron su pasaporte debido a su origen étnico
Ahmed Marcouch, alcalde socialdemócrata de la ciudad holandesa de Arnhem, padeció este martes en Madrid, donde celebraba el cumpleaños de su hija, un supuesto episodio de identificación policial por perfil étnico. “Caballero, caballero”, le llamaron “dos agentes que parecían municipales”, pasadas las nueve de la noche, según su relato. “Estábamos en la zona de tiendas del centro de la ciudad. Me pidieron el pasaporte, que fotografiaron, e hicieron una llamada”, explica, por teléfono. Un rato después y con la gente mirando, le dejaron ir sin explicaciones. “Es la primera vez en la vida que me ocurre algo así y en España, un país que adoro”, dice el político nacido en Marruecos en 1969. No interpuso una denuncia “por motivos familiares”, al hallarse de camino a Holanda.
“Qué se sabe de la policía española y la práctica de la identificación por perfil étnico. Nunca, en toda mi trayectoria profesional, me habían sometido a ello”, aseguró Marcouch, muy celoso de su intimidad familiar, poco después del incidente. Conoce bien la calle puesto que fue sargento de la policía de Ámsterdam y también trabajó en el Ayuntamiento gestionando proyectos dedicados a la juventud con problemas, antes de acceder al Parlamento.
Llegó a la alcaldía de Arnhem (de 160.000 habitantes, al este de Holanda) en septiembre de 2017, y uno de sus principales críticos es Geert Wilders, el líder populista de derecha. En su opinión, “Holanda está perdiendo la identidad a base de dejar los Ayuntamientos en manos de titulares que no son autóctonos”. Otro alcalde conocido es Ahmed Aboutabeb, también socialdemócrata, y al frente del consistorio de Róterdam desde 2009. Durante la toma de posesión de Marcouch, varios simpatizantes del grupo de extrema derecha Pegida (Patriotas Europeos contra la Islamización de Occidente) protagonizaron una pitada. Fueron detenidos.
La Comisión Europea contra el Racismo y la Intolerancia (ECRI, en sus siglas en inglés) denomina discriminación racial indirecta el uso de perfiles raciales por parte de la policía. Ocurre cuando “un factor aparentemente neutral (…) pone en situación de desventaja a las personas que pertenecen a un grupo determinado por motivos de raza, color, idioma, religión, nacionalidad, u origen nacional étnico, a menos que dicho factor tenga una justificación objetiva razonable”. La policía nacional holandesa cuenta con una aplicación para teléfono móvil donde se puede presentar una queja. Se trata de comprobar la frecuencia del método, y si algunos agentes lo hacen más que otros, porque su número de placa debe añadirse a los datos.
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