Los audios de Corinna y el ‘efecto bumerán’

La grabación registrada en 2015 en Londres por el comisario José Villarejo con un micro espía a la examiga del Rey emérito Corinna zu Sayn-Wittgesntein puede volverse contra el policía en un inesperado efecto bumerán.

Más allá de las acusaciones contra Juan Carlos I que recogen los audios —Corinna asegura que fue utilizada por el anterior monarca como testaferro—, los investigadores sostienen que el análisis del total revela indicios de presuntos delitos que cercan al propio agente.

“La conversación íntegra, sin editar, muestra la auténtica cara del policía Villarejo”, precisan fuentes judiciales, que tildan los fragmentos divulgados por dos medios digitales el pasado 11 de julio de "parciales e interesados”.

La defensa del comisario ha pedido que se veten los móviles en la sala para evitar grabaciones

El juez del caso Tándem, una presunta red de tráfico de información e inmigración irregular pilotada por Villarejo, decidió el pasado viernes investigar el audio de Corinna. El magistrado abrió una pieza separada secreta, la número 5, tras recibir un informe de la Unidad de Asuntos Internos de la Policía donde los agentes advertían de que el contenido de los audios afectaba a una alta magistratura del Estado.

Antes de arrancar las pesquisas, el magistrado Diego de Egea preguntó a los agentes si el material incautado a Villarejo el pasado noviembre durante su detención incluía información sensible. El juez adoptó esta precaución tras escuchar el aviso del policía jubilado. El comisario alertó al magistrado que almacenaba en su casa datos comprometedores y secretos de Estado. Su munición incluía 30 terabytes con audios, vídeos y documentos.

Ocho sabuesos de Asuntos Internos trabajan a destajo desde entonces para desencriptar esta información. La mitad del contenido de los discos duros está cifrado. La Policía confía en salvar la mayor parte de los archivos secretos de Villarejo.

“La investigación es mucho más compleja que el Rey emérito y Corinna. Esto sigue siendo el caso Tándem y los negocios ilegales de Villarejo”, indica una fuente judicial.

El sexagenario comisario se dedicaba desde su oficina de la novena planta de la madrileña Torre Picasso a buscar trapos sucios a golpe de talonario. Su red de colaboradores se extendía a una decena de comisarios, que le proporcionaban datos sensibles de las bases de datos policiales, según fuentes próximas a la causa.

Tras nueve meses en prisión preventiva, Villarejo ha declarado este jueves en el Juzgado Central número 6, que instruye el caso Tándem. El comisario ha llegado en ambulancia a la Audiencia Nacional a responder las preguntas sobre la pieza secreta de los audios de Corinna. El policía solicitó comparecer por videoconferencia aduciendo dolores de espalda. Su abogado pidió que la declaración fuera a puerta cerrada y que se prohíban los móviles en la sala.

Villarejo ha respondido solo a las preguntas del juez De Egea y de su abogado. Y ha declinado responder a los fiscales de Anticorrupción adscritos al caso, Miguel Serrano e Ignacio Stampa.

Durante la sesión, estaba previsto que se reprodujera el audio íntegro captado en Londres en 2015 por Villarejo. Una grabación donde participan el policía, Corinna y el expresidente de Telefónica Juan Villalonga. La empresaria de origen germano-danés aseguró que el padre de Felipe VI cobró comisiones en el AVE a La Meca.

Fuentes próximas a la causa apuntan que, durante la declaración, los representantes de Anticorrupción han manifestado su posición sobre la pieza secreta. Juan Carlos I perdió su inviolabilidad al abdicar, en 2014. Y mantiene su condición de aforado. Solo puede ser juzgado por el Tribunal Supremo.

El policía también ha tenido que responder en el juzgado sobre uno de sus presuntos colaboradores, al comisario Enrique García Castaño, El Gordo, que está investigado por recibir sobornos –coches y dinero- a cambio de información y que fue puesto en libertad la semana pasada. El instructor archivó la semana pasada provisionalmente la parte de la investigación sobre otro de los supuestos socios de Villarejo, el excomisario del Aeropuerto de Barajas (Madrid) Carlos Salamanca. Anticorrupción le atribuía cobrar por dejar entrar a ecuatoguineanos sin visado en el aeropuerto madrileño.

Villarejo, un policía que durante 25 años ha grabado a jueces, fiscales y empresarios, permanece en prisión preventiva desde el pasado noviembre. Se le investiga por pertenencia a organización criminal, cohecho y blanqueo de capitales.