“¡Presidente!”, “¡Presidenta!”

La exvicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y el exvicesecretario de Comunicación del Partido Popular, Pablo Casado, han cerrado este jueves en Madrid sus respectivas campañas para presidir el PP entre gritos de “¡Presidente!” y “¡Presidenta!”. Mientras que Casado ha reunido a unas 500 personas en la terraza del restaurante El Pabellón del Espejo, en el Paseo de Recoletos, Sáenz de Santamaría, que convocó a un número similar de personas, eligió como escenario el patio de un asador en el distrito de Puente de Vallecas. Los dos candidatos aguardan ahora que los 3.083 compromisarios de la formación, que acudirán este viernes y sábado al XIX Congreso Nacional del PP para elegir al sucesor de Mariano Rajoy al frente del partido, se decanten por ellos.

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En el acto final de campaña de Casado, su equipo de prensa desplegó un cartel publicitario con el rostro del candidato al tiempo que medio millar de afiliados esperaban la llegada del exvicesecretario de Comunicación. “¡Vamos a cortar la Castellana!”, comentó una mujer ilusionada. “He venido esta mañana de la playa para estar aquí”, dijo otra. Entre los asistentes había también rostros conocidos. En primera fila estaban, entre otros, el precandidato José Ramón García Hernández, Andrea Levy y los exministros Rafael Catalá e Isabel Tejerina, con quienes horas antes Casado había compartido una “comida de amigos”. “Este proceso es libre, como dijo el presidente [Mariano Rajoy]. Nosotros libremente hemos optado por Pablo Casado”, declaró Tejerina antes de la llegada del aspirante. “Esta candidatura no ha parado de crecer, mientras que la otra se ha quedado estancada”, agregó.

Repartieron banderas azules con la siglas del PP y el candidato llegó, caminando acompañado por su mujer. “¡Presidente, presidente!”, gritaron, ni muy fuerte ni mucho rato. Una vez más, Casado agradeció la “neutralidad” de Rajoy ante los medios y, otra vez, citó a Fraga. Repitió que si él gana, nadie pierde, y que “ojalá Santamaría se integre a partir del primer día”.

Casado compartió escenario con el presidente del Senado, Pío García Escudero; el presidente de la Comunidad de Madrid, Ángel Garrido; y José Luis Almeida, concejal del PP en el Ayuntamiento de Madrid y portavoz del grupo parlamentario municipal. Solo habló Escudero: “El PP se juega mucho y España también. Nuestro partido es el único que puede hacer oposición a este Gobierno”. El exvicesecretario de Comunicación miraba y asentía. Volteaba la cabeza hacia el público y volvía a asentir. Hasta que le tocó tomar la palabra y se puso de pie. Pidió perdón por su atuendo: “Parece que vengo de un funeral, pero después tengo una entrevista”.

“Vamos a empezar a dar miedo a los partidos de la oposición. Con este equipo qué nos va a decir Ciudadanos sobre corrupción; qué argumento va a tener la izquierda para hablar de Educación”, apuntó el candidato. De vistas al Congreso Nacional, Casado, que obtuvo el apoyo de 34% de los afiliados en la primera vuelta del pasado 5 de julio frente al 37% que obtuvo Santamaría, dio su apoyo a los compromisarios: “Sois vosotros los que ahora tenéis que decidir”. El público aplaudió y su equipo de prensa transmitió todo a través de las redes sociales. Le costó irse. Los afiliados no lo dejaban avanzar al grito de “¡Pablo, foto!”. Así llegaron hasta Colón y cortaron, por un instante, la Castellana, como querían. “¿Foto con la bandera de España o la estatua?”, planteó Casado. Y se hicieron la foto con la bandera de fondo.

Mientras tanto, Sáenz de Santamaría cerraba su campaña en Vallecas. Muy sonriente y con un mensaje de unidad, la exvicepresidenta del Gobierno dijo: “He disfrutado mucho con esta campaña y estoy muy contenta con el trabajo que hemos hecho, siempre en positivo”. La candidata a liderar el PP hizo esperar unos veinte minutos a los militantes y cuando llegó en La Sorayeta, tal y como llaman los afiliados a la furgoneta en la que Sáenz de Santamaría ha hecho campaña, lo primero que hizo fue abrazarse a Eva Durán, exdiputada y presidenta del partido en el distrito de Vallecas, que fue la anfitriona del evento.

Entre aplausos, gritos de “¡presidenta, presidenta!” y con el himno del partido de fondo, el mitin comenzó con un vídeo de promoción con los mejores momentos de Sáenz de Santamaría en el partido, y el público se deshizo en aplausos al aparecer la imagen en blanco y negro del expresidente Mariano Rajoy. “Tuve un buen maestro, aprendí de Mariano Rajoy”, aseguró la candidata.

En el patio del restaurante, subida a una tarima, repitió una y otra vez que el enemigo no estaba dentro del partido. Así, nombró a Pedro Sánchez más de cinco veces, pero solo se dirigió directamente una vez a su rival de estas primarias, porque “cuando se trata de gente de dentro del partido es mejor morderse la lengua”, concluyó. “A mí me hubiera gustado hacer este mitin de cierre de campaña con Pablo Casado a mi lado. No ha podido ser, pero Pablo, sigo aquí, cuando quieras, como quieras y donde quieras, por nuestro partido y por España”, afirmó la exvicepresidenta del Gobierno.

Los 34 grados centígrados que había en ese momento en Madrid se llevaban mejor entre abanicos y difusores de agua bajo la carpa del asador, con un menú de 22 euros por persona, IVA no incluido. Sáenz de Santamaría se mostró sin complejos y aseguró no querer parecerse a nadie: “No somos ni Macron, ni Rivera. Soy Soraya del PP, somos auténticos, no necesitamos marketing”.

La aspirante a liderar el PP cerró el acto pidiendo el voto a los compromisarios con uno de esos abanicos en la mano, un ejemplo gráfico de sus palabras. “Me habéis visto desplegar el abanico por todo el partido, desde la derecha hasta el centro” y eso, aseguró, “es lo que necesita el partido”.