Localizada en la selva de Perú Patricia Aguilar, la joven española desaparecida el año pasado
La policía peruana ha detenido a un hombre acusado de liderar una secta que tenía sometidas a tres mujeres
Patricia Aguilar, la joven de Alicante que desapareció en 2017 tras cumplir la mayoría de edad, ha sido localizada en una región selvática de Perú, según han confirmado a EL PAÍS fuentes del ministerio de Exteriores español. Durante el operativo, la policía peruana ha detenido a un hombre acusado de liderar una secta satánica que tenía sometidas a tres mujeres, entre ellas Aguilar, según ha informado el municipio peruano de Pangoa, donde se produjo la intervención. Los padres de la chica han denunciado que estaba en manos de una secta apocalíptica que usa esclavas sexuales y llevaban semanas en el país andino intentando agilizar la investigación. La joven, madre de un bebé de un mes, ya se ha reunido con su padre. La familia está haciendo gestiones para traerla a España.
La familia "ha tocado puertas por tierra, mar y aire para sacar a Patricia del infierno de la trata de seres humanos", ha tuiteado la organización ONG SOS Desaparecidos, que ha respaldado la búsqueda de la joven y que ya ha cancelado la alerta que figuraba en su página web. Según la versión de la familia, la joven fue captada a través de Internet por el líder de la secta latinoamericana Gnosis en Perú. Se trata de Félix Steven Manrique, que se hace llamar príncipe Gurdjeff, y que también ha sido detenido.
El arresto de Manrique fue confirmado por la policía peruana a la familia de la joven este jueves por la mañana. Patricia fue localizada cinco horas después de la detención, en otra vivienda de la misma zona en la que estaba al cuidado de cuatro menores de entre cuatro y diez años —todos ellos hijos del líder— además de su propio bebé, una niña a la que dio a luz el pasado mes de mayo. "Me han enviado una fotografía de ella y no la reconocía. Vivía con los niños en condiciones lamentables. Solo le llevaban comida una vez por semana", ha relatado la letrada de SOS Desaparecidos, Maite Rojas. La joven ilicitana estaba residiendo de forma ilegal en Perú y no había respondido a los requerimientos de la Embajada española para regularizar su situación.
Su padre, Alberto Aguilar, viajó hace un mes al país andino con el objetivo de impulsar su búsqueda. "Logró convencer a la policía de la peligrosidad del líder de esta secta", señala Rojas. Hay denuncias por violencia familiar contra él. Manrique vivía junto a otras dos mujeres con las que tiene varios hijos y cuya desaparición también habían denunciado sus propios familiares.
"Este caso comenzó en enero. En junio logramos medidas limitativas de la libertad contra Manrique y hace 10 días fue comisionado un equipo de ocho personas para localizar y rescatar a las víctimas", ha declarado a EL PAÍS el responsable de la Dirección peruana contra la Trata de Personas, José Capa. La prensa del país latinoamericano ha difundido imágenes de la joven española a su llegada a Lima al filo de las 8.30, hora local. Viajó en autobús junto a las mujeres y menores rescatados.
Después, los seis fueron trasladados a dependencias policiales, donde los esperaban algunos familiares. "Fue un rapto psicológico", ha asegurado el padre de Patricia Aguilar. Fuentes del Ministerio de Exteriores español han explicado que el cónsul general en Lima está en contacto permanente con la familia de la joven y que les prestará asistencia. También está en comunicación con las autoridades locales responsables tanto de la investigación como de las medidas cautelares que se pondrán en marcha.
Según Capa, Manrique fue localizado en Lima en 2017 pero después desapareció. "Estaba escondido en Pangoa. Se han requerido acciones de inteligencia y de campo para localizarlo", ha indicado. El supuesto responsable de la secta satánica ha sido finalmente detenido como presunto autor de un delito de trata de seres humanos, en el marco de un operativo policial desarrollado en una región selvática, a 600 kilómetros de la capital peruana. La abogada de SOS Desaparecidos destaca que no salía de casa, donde celebraba sus rituales. "Enviaba a las dos mujeres que viven con él y con las que tiene varios hijos a trabajar", agrega Rojas, aunque una de ellas está embarazada de ocho meses.
"La primera diligencia es la atención a las víctimas, en salud, alimentación y asistencia psicológica. Hemos pedido apoyo de la Unidad de Protección de Víctimas del Ministerio Público, y también al Ministerio de la Mujer, para asistir a los menores por el alto grado de desnutrición que presentan", ha explicado el responsable de la Dirección contra la Trata de Personas. "Ya están en un lugar seguro, y después de ello el personal de pesquisas realizará las entrevistas [con las víctimas]. El delito va a ser materia de evaluación e investigación, porque las víctimas de trata no suelen reconocer su condición, manifiestan siempre que actúan bajo su propia voluntad. Va a ser trabajo de la policía demostrar que ha habido comisión de delito de trata de personas".
La familia Aguilar sostiene que Manrique se aprovecha de menores inestables emocionalmente para captarlas a través de las redes sociales. Les promete que con él se salvarán de la llegada del fin del mundo y las anima a abandonar sus hogares cuando cumplan 18 años para unirse a su harén. "Hemos llegado a acceder a correos electrónicos donde les dice incluso cómo deben depilarse sus zonas íntimas", apunta Rojas. La intervención de la ONG y de la Ertzaintza impidió recientemente que otra chica, en este caso de Guipúzcoa, cayera en sus redes.
Patricia atravesaba una situación de vulnerabilidad tras la muerte de un tío al que quería mucho. Fue ahí cuando, siendo aún menor de edad, trabó contacto con Manrique. Apenas semanas después de cumplir los 18 años, en enero del pasado año, voló a Lima y se reunió con el ahora detenido. El Juzgado de Instrucción de Elche mantiene abierta una investigación por esa desaparición. "Hemos aportado mucha documentación, como correos electrónicos, pero estamos a la espera del informe de la Interpol", asegura la letrada de SOS Desaparecidos.
El supuesto captor se dice elegido para repoblar el mundo tras el apocalipsis, razón por la que tiene su propio harén. Patricia desapareció de su casa de Elche en enero del pasado año y sus progenitores solo habían podido hablar con ella en un par de ocasiones desde entonces.
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