“Los vientres de alquiler son la utilización del cuerpo de las mujeres más pobres”
"La derecha va muy tarde siempre con el feminismo, muy forzada", asegura la vicepresidenta y ministra de Igualdad
A la mujer más poderosa del Gobierno aún no le ha dado tiempo a cambiar nada de su nuevo despacho. Carmen Calvo (Cabra, Córdoba, 1957) aguarda en la enorme sala luminosa del complejo de Moncloa donde está la Vicepresidencia del Gobierno. Se mudó el jueves. Asegura que apenas ha dormido desde la preparación de la moción de censura, hace una semana. Es un espacio que no le resulta del todo extraño y en el que siempre ha despachado con mujeres. Cuando fue ministra de Cultura en el primer Gobierno de Zapatero (2004-2009) venía a esta misma sala a tratar asuntos con María Teresa Fernández de la Vega, entonces vicepresidenta. También lo ha pisado a menudo durante la última etapa del Gobierno popular, para negociar con Soraya Sáenz de Santamaría la aplicación del artículo 155 en Cataluña.
En esta mañana de sábado, recibe a EL PAÍS para su primera entrevista escrita como vicepresidenta y ministra de Igualdad. El equipo que acude del periódico es, como el nuevo Gobierno, mayoritariamente femenino. Tres redactoras, dos camarógrafas y un fotógrafo. Mira sonriendo al único hombre de la sala y bromea: "¿Tú estás aquí por tus méritos o por cuota?". Durante la entrevista, en la que aborda tanto las urgencias en igualdad como el resto de la agenda política, presume del legado de Zapatero en materia social. Y de su nuevo jefe, Pedro Sánchez: "Vamos a disfrutar de un presidente feminista". Locuaz y directa, tiene una postura muy clara sobre asuntos polémicos como los vientres de alquiler, sobre el que opina que no hay que legislar: "Son la utilización del cuerpo de las mujeres más pobres". Asegura que el Pacto de Estado contra la Violencia de Género tendrá dinero tanto si hay presupuesto como si no: "Se cumplirá hasta el final".
Pregunta. ¿A qué atribuye esta fuerza que ha desarrollado el feminismo en España que no se ha dado en Italia, Portugal o Francia?
Respuesta. Al trabajo de 40 años del movimiento feminista y de muchísimas mujeres de este país que han aprovechado esta democracia para tomar conciencia. Y ahora todo eso se acumula y estalla. España tiene un movimiento asociativo de mujeres espectacular.
P. ¿Este es un Gobierno feminista?
R. Absolutamente. Pero no solo por la presencia de tantas ministras sino porque se conforma en sus propósitos. Esto tenía que llegar y tenía que hacerlo, evidentemente, desde el pensamiento progresista. No iba a llegar desde otro sitio. Las teóricas del feminismo llevan décadas diciéndolo. La democracia va muy justita con nosotras las mujeres.
¿Para cuándo una presidenta? (Se ríe) "Vamos a disfrutar de un presidente feminista"
P. Dice que debía llegar del pensamiento progresista. ¿La derecha no es feminista?
R. La derecha va muy tarde siempre con el feminismo, muy forzada a entender en muchos casos lo que representa los avances que profundiza la democracia en los derechos y las libertades. Ya lo hemos visto con los derechos de los homosexuales, con los matrimonios civiles. Va siempre en una línea de arrastre y de forzamiento. Pero en cualquier caso da igual, hay una parte muy importante de lo que el feminismo propone que es democracia.
P. La primera medida del primer Gobierno de Zapatero en el área de igualdad fue la Ley integral contra la violencia de género. ¿Cuál será la suya?
El teléfono 016 no se va a quedar desasistido porque es absolutamente necesario
R. Dos muy rápidas. El Pacto de Estado contra la Violencia de Género. Estamos trabajando ya en una agenda de trabajo bilateral con el resto de gobiernos de las comunidades autónomas, que son los que tienen transferencias importantes en políticas sociales. Las mujeres merecemos estar seguras y que no se cometan delitos contra nosotras por el hecho de ser mujeres.
Sobre la violación no se puede frivolizar ni un pelo porque le destroza la vida a una mujer
P. ¿Y la segunda?
R. La igualdad laboral.Ya tenemos ley registrada y se va a levantar el veto a esa ley. Necesitamos que las mujeres tengan la independencia económica. Trabajos dignos, ascensos profesionales, compatibilidad cuando quieren ser madres con sus trabajos. Esa es la piedra de toque de su libertad. Y luego hay una preocupación importante, hacer política de impulso en materia de ciencia, investigación o tecnología. Ahí nos jugamos el futuro y hay pocas mujeres.
P. ¿Qué margen de maniobra tiene un Gobierno con un plazo muy limitado, sin un mandato completo y con pocos apoyos?
R. Ha acabado un Gobierno de la derecha con una mirada sobre España que es la que es. Hay cosas que para nosotros son radicalmente distintas y no siempre tienen que ver con el presupuesto. Y otras que requerirán modificaciones presupuestarias y donde todos en este país van a ver al arco entero parlamentario pronunciarse.
La democracia va muy justita con nosotras las mujeres
P. ¿Por ejemplo?
R. La igualdad laboral, nuestra ley tiene implicaciones económicas. ¿Van a ir los partidos a decirle a las mujeres que no les importa lo que ocurre con ellas desde que entran hasta que salen? Pues que nos lo digan a todas las mujeres¿Quieren o no los grupos parlamentarios? Pues que nos lo digan a todas las mujeres.
P. ¿Garantizarán los 200 millones del Pacto de Estado contra la Violencia de Género aunque no salga el presupuesto?
R. Estamos respetando los tiempos parlamentarios pero, en caso de que no haya presupuestos, haremos una modificación para garantizar los 200 millones. El pacto se cumplirá hasta el final en una parte que me importa mucho, las mujeres más desamparadas, las del mundo rural que tienen menos posibilidades de maniobra y ayuda. Tenemos que convertir los Ayuntamientos en una red de prevención y ayuda. Si son escuchadas, evitamos lo peor que son los asesinatos.
P. 14 años después de la Ley Integral de Medidas contra la Violencia de Género, España no baja de 40 asesinadas al año por sus parejas o exparejas.
R. Me preocupa todas y cada una. En la democracia a veces pensamos de una manera más o menos bienintencionada que las leyes lo cambian todo. Son imprescindibles para transformar la realidad pero necesitamos poner fondos y empeño en campañas. El Gobierno saliente no ha invertido nada en campañas de educación, de responsabilidad, de conciencia de una sociedad. Es más, yo creo que la gran campaña fue la salida que tuvimos las mujeres de este país el 8 de Marzo.
P. Dijo usted sobre la sentencia de la Manada que "simplemente la justicia no ha sido justa". ¿Lo mantiene?
R. Hubo una interpretación de las normas poco sensible a la realidad en la que las mujeres enfrentamos delitos tan graves como ese. Sepan ustedes que la primera ley que el grupo parlamentario socialista tiene en la agenda puesta es la de la reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial. Y en estos días toda la Cámara tendrá que debatir si quiere poner recursos económicos previstos en el pacto y esfuerzo en la formación de los jueces y ampliación de juzgado para que la justicia esté acorde con la realidad en este caso. Las mujeres sufrimos delitos específicos gravísimos contra nosotras entre los cuales está, nada más y nada menos, que la violación sobre la que no se puede frivolizar ni un pelo porque le destroza la vida a una mujer.
P. ¿Abordará la prostitución?
R. Estamos trabajando en una ley sobre trata y prostitución. Mi partido es abolicionista. De momento, vamos a ir con estas dos normativas que le indicaba. Estaremos en la de igualdad laboral, que incluye la de brecha salarial que también tiene Unidos Podemos, de la que ya inició la tramitación y que nosotros apoyamos. El presidente va a recibir pronto a los agentes económicos y sociales. Una perspectiva nueva es que hablará a los agentes económicos y sociales de qué pasa con las mujeres.
P. ¿Debe España regular los vientres de alquiler?
R. Tenemos la fuerza parlamentaria que tenemos. Hay una iniciativa de Ciudadanos que se tiene que debatir. Nuestra posición es clarísima. Se llaman vientres de alquiler y son una nueva utilización del cuerpo de las mujeres, una compraventa más. Y particularmente grave para nosotros porque usan el cuerpo de la mujer más pobre. Aquí no valen eufemismos con el lenguaje.
P. Este 12 de junio acaba el contrato del 016, el teléfono contra el maltrato. Las trabajadoras temen que el servicio se precarice o se desmantele con una nueva empresa.
R.Vamos a recibirlas esta semana con la secretaria de Estado [de Igualdad, Soledad Murillo]. El teléfono no se va a quedar desasistido porque es absolutamente necesario. No vamos a abandonar a las mujeres que a veces lo único que pueden hacer es levantar un teléfono y llamar.
P. ¿Para cuándo una presidenta del Gobierno?
R. (Se ríe). Vamos a disfrutar de un presidente feminista que nos va a venir muy bien a las mujeres. Para los socialistas además ya es el segundo. Estas son las fórmulas de la democracia. Las mujeres venimos ganando una batalla detrás de otra, algunas con mucha dificultad. Tendrá que llegar.
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