Qué pinta el parador de León en Lleida

¿Algún problema con nosotros? Eso es lo que nos preguntamos, entre la sorna y el asombro, los leoneses. Cuando habíamos dejado atrás ser noticia por el asesinato de la presidenta de la Diputación Isabel Carrasco y el no menos mediático juicio, llega Mariano Rajoy y nos arrebata la cuna del parlamentarismo en favor de Reino Unido. Se organizó tal lío que el presidente tuvo que viajar a la ciudad de su infancia a pedir perdón.

Cuando lo que queríamos era presumir de picadillo, cecina y otros bocados contundentes en el año en el que somos Capital Gastronómica de España; mientras el ave trae turistas a paladas (bueno, también despedidas de soltero, que las tapas gratis llaman mucho), van y nos hacen un sello de homenaje ilustrado con la catedral… de Burgos.

Tan solo unos días después encontramos a nuestro Hostal de San Marcos haciéndose pasar por el parador de Lleida en un catálogo online de Viajes El Corte Inglés. Encima, como recalca la prensa leonesa, lo colocan en Cataluña. Y algún otro se duele de que el leridano es un parador de ¡cuatro estrellas!, no como el nuestro, que siempre ha sido de gran lujo.

Puede que tenga que ver con que el antiguo hospital de peregrinos, cárcel en la que dio con sus huesos Quevedo, prisión franquista y escenario de todas las bodas de la burguesía local está cerrado por remodelación. No figurará en los listados durante dos años. Cabe la posibilidad de que, en forma de foto, se haya empeñado en permanecer.

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.-¿Qué les pasa con León? Son unos burros (añádanse emojis de rabia)

-Vaya nivelazo cultural que tenemos en este país. San Marcos es históricamente mucho más que un parador. Por lo tanto, la confusión es imperdonable.

-Quieren borrarnos (emoji de bomba)

Esta es la muestra de lo que se escribe en el grupo de Whatsapp de amigas del colegio. Los del sello eran peores.

Cuando la catedral de Burgos se transmutó en la de León por obra y gracia de Correos, el alcalde, Antonio Silván (PP) pareció tomarse con deportividad el error. Ahora, como cuenta iLeon, ha dirigido sendas cartas a la presidenta de Paradores, Ángeles Alarcó, y al de El Corte Inglés, Dimas Gimeno. En ellas recalca que el hostal, una joya del plateresco maltratada por las tropas de ocupación francesas, “es uno de los edificios más señeros y emblemáticos de la ciudad, orgullo de todos los leoneses”.

Este viernes la agencia de viajes ha pedido disculpas: “Entendemos el descontento que ha provocado en la provincia de León”, dicen, “ y agradecemos el aviso que nos ha permitido subsanar este error”.

La secuencia de gazapos —bueno, lo del presidente es ignorancia, de sus asesores o suya, y eso que estudió en los jesuitas de León— alimenta tanto la perplejidad sonriente como el correoso nacionalismo: “¿Hay o no conspiración contra León? ¿O solo es un cúmulo de desgraciadas casualidades?”, se preguntaba en un tuit iLeón.