El PP deja el futuro de Cifuentes en manos de la investigación judicial

El Partido Popular ya no da por seguro que Cristina Cifuentes sea la candidata del partido en las elecciones autonómicas de 2019, ni defiende su versión sobre cómo obtuvo su polémico máster. Justo en el arranque de la convención nacional que la formación celebra en Sevilla, la dirección nacional ha marcado distancias con la presidenta de Madrid. El futuro de Cifuentes lo decidirán las conclusiones de la investigación judicial abierta a raíz de que una de las profesoras que supuestamente participaron en su examen final denunciara que no reconocía su firma en el acta consecuente.

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"Cristina Cifuentes dio sus explicaciones en el Parlamento de manera extensa y pormenorizada", ha dicho este viernes Fernando Martínez Maillo, coordinador nacional del PP. "Posteriormente ha habido una iniciativa de la universidad, que ha remitido el asunto a la fiscalía, y por lo tanto al ámbito judicial", ha seguido el número tres del partido tras pedir "transparencia y claridad" a la universidad. Y ha subrayado: "Tenemos que ser profundamente respetuosos con ese ámbito judicial, que es el que tiene que decidir lo que ha sucedido".

Cifuentes responderá a los periodistas este viernes en la cita del partido, donde coincidirá con Mariano Rajoy. Si el presidente evita la foto conjunta, reflejará que el futuro de la líder regional ya ha quedado sellado.

La dirección nacional del partido no tiene aún un plan b, puesto que aventura que todavía quedan réplicas del terremoto del caso Cifuentes. Rajoy será quien decida su futuro. El presidente tiene marcado el mismo límite que ya aplicó cuando Ciudadanos exigió la dimisión de Pedro Antonio Sánchez como presidente de Murcia por su imputación en los casos Auditorio y Púnica: la defensa de ninguna persona justifica que el PP pierda el Gobierno.

El PP se enfrenta a una crisis de consecuencias nacionales. Con las elecciones municipales, autonómicas y europeas de 2019 en el horizonte, Madrid debía ser el dique con el que contener el auge de Ciudadanos. Si Cifuentes cae, no se podrán hacer experimentos con la candidatura, según recuerdan fuentes de la dirección nacional. Y pocos nombres del partido pueden igualar el tirón electoral de la líder madrileña.

Así, el vicesecretario Pablo Casado parecía destinado a luchar por la alcaldía de la capital; la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría quiere continuar en el Ejecutivo; y la dirección nacional considera una locura contar con la presidenta del Congreso, Ana Pastor. Optar por la política gallega supondría poner en riesgo el control de la Cámara, que el PP obtuvo en una ajustadísima votación, justo cuando más lo necesita el Gobierno, que está en minoría. Algo impensable, según aseguran desde la sede nacional de la calle Génova.

Los máximos dirigentes del partido tienen claro que Cifuentes no dimitirá. Como consecuencia de esa decisión, los gestores del PP se enfrentan a las siguientes opciones. Permitir su continuidad en una situación de extrema debilidad hasta el final de legislatura, para luego sustituirla como candidata para 2019. Arriesgarse a precipitar un cambio inminente en el que Cifuentes sea sustituida por un diputado autonómico del PP, pese a lo que mantendría la presidencia del PP autonómico. O esperar a ver cómo evoluciona la situación, con Cifuentes en el cargo, perseguida por la polémica, y sin despejar la incógnita de la candidatura.