Tensión entre los presidentes autonómicos por las alianzas para negociar la financiación
Distintos líderes regionales advierten de que la creación de frentes puede dificultar el pacto global
La negociación de la financiación autonómica ha dividido a los presidentes regionales en distintos frentes no partidistas, lo que está complicando sus relaciones y la vida interna en el PP y en el PSOE. De un lado están los líderes que prefieren establecer alianzas con otras comunidades para apoyarse mutuamente en las negociaciones, sin que importe el color político de los aliados. Del otro, los que advierten de que la creación de frentes puede dificultar más aún el pacto global y generar peligrosas tensiones territoriales en un país ya golpeado por la crisis en Cataluña.
La firma de un acuerdo entre dos comunidades del PP (Galicia y Castilla y León) y otras dos del PSOE (Aragón y Asturias) para defender que el nuevo modelo de financiación tenga en cuenta la despoblación de esos territorios ha tenido un cuádruple efecto. Primero, que Castilla-La Mancha (PSOE) y La Rioja (PP) hayan dado el paso de confirmar que están dispuestas a unirse al grupo. Segundo, que comunidades con intereses distintos —como Murcia (PP)— se hayan activado para buscar alianzas que contrarresten esa unión de fuerzas. Tercero, que Andalucía (PSOE) y Madrid (PP) redoblen su apuesta por que se tenga en cuenta su peso en la economía nacional. Y cuarto, que distintos líderes regionales hayan advertido de los peligrosos efectos que puede tener la creación de esos frentes en un país ya tensado por la crisis en Cataluña.
“Cuando el norte se pone contra el sur, cuando el este se pone contra el oeste, cuando todos están contra todos, este país no hay quien lo gobierne”, argumentó el presidente de Extremadura, el socialista Guillermo Fernández Vara, para explicar por qué no se unía al grupo que defiende la despoblación y la dispersión como factores clave de la negociación.
“El problema es que alguien quiere plantear estas cuestiones desde el enfrentamiento entre comunidades, en un momento en el que España vive un debate territorial que es extremadamente conflictivo”, advirtió el presidente socialista de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig.
“Es en el Consejo de Política Fiscal y Financiera donde, de forma multilateral, se debe negociar”, abundó la presidenta de Madrid, la popular Cristina Cifuentes, subrayando así la necesidad de que todos negocien en igualdad de condiciones. “Así se garantiza la transparencia del proceso”.
Las conversaciones entre presidentes están siendo constantes. Todos admiten que la negociación no tendrá que ver con las siglas, sino con las necesidades de los territorios. La operación que ha unido a Galicia, Castilla y León, Aragón y Asturias no solo ha mostrado la dificultad de lograr un pacto. También ha provocado que algunos presidentes sean criticados por los partidos de oposición en sus respectivos territorios por no unirse a ese grupo. Y ha tenido el efecto de activar alianzas que actúen como contrapeso en una partida en la que Cataluña, Madrid, Andalucía y la Comunidad Valenciana son clave.
Murcia busca apoyos
“Murcia también mantendrá contactos con otras comunidades que tengan una situación similar a la nuestra, por ejemplo, la Comunidad Valenciana”, dijo el presidente Fernando López Miras.
Solo dos cosas unen a los presidentes. Todos exigen al Gobierno que presente su proyecto, pendiente desde 2014. Y todos urgen al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, a que solucione con decretos el desfase de 4.320 millones que ha supuesto la congelación de las entregas a cuenta por la falta de Presupuestos. El presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, está liderando este pulso con el Gobierno al que sostiene su partido. Un resumen de la tensión que rodea a la negociación.
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