Trapero declara ante Lamela por la “inactividad” de los Mossos el 1 de octubre

El exjefe de los Mossos d’Esquadra, el mayor Josep Lluís Trapero, declara desde primera hora de la mañana ante la juez de la Audiencia Nacional Carmen Lamela acusado de un nuevo delito de sedición por la inactividad de la policía catalana durante la jornada del referéndum ilegal del 1 de octubre. En el auto en el que fijaba su comparecencia para este viernes, la magistrada acusaba a Trapero de haber dado órdenes sin firma y de carácter “genérico y ambiguo” para “anular cualquier actuación que bloquease el plan estratégico hacia la independencia”. También declara el que, tras su cese por la activación del artículo 155 de la Constitución, fue nombrado por el Ministerio del Interior su sucesor al frente de los Mossos, Ferrán López. La juez le ha llamado como testigo.

En el auto del pasado lunes, Lamela insistía en que para asegurar el éxito del proceso independentista “resultaba esencial contar con la capacidad investigadora e intimidatoria de los Mossos”, cuerpo integrado “por más de 17.000 efectivos armados, con el potencial efecto coercitivo que representan”. La magistrada destacaba la "actitud" mostrada por los Mossos en las distintas movilizaciones "manteniéndose al margen de cualquier actuación desarrollada por la Policía y la Guardia Civil" para cumplir la orden judicial de impedir el referéndum. Los agentes autonómicos, recordaba la juez, "evitaron intervenir en los casos en los que los miembros de los citados Cuerpos eran agredidos" e, incluso, en algunos casos "llegaron a increpar e incluso a enfrentarse a alguno de ellos". De todo ello hace responsable al mayor Trapero.

Lamela también responsabiliza al mando policial de diseñar para el día del referéndum un sistema de comunicación que en lugar de agilizar los trámites "supuso una ralentización" de la respuesta de los agentes autonómicos. A través del mismo, añade, se comunicaron órdenes verbales que contradecían las instrucciones escritas del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña para evitar la consulta ilegal. Los Mossos "no hicieron nada para desalojar los colegios" ni tomaron medidas para evitar su ocupación en los días previos al referéndum, recalcaba la magistrada en el auto.

Como ejemplo de ello, la magistrada señala que a lo largo del 1 de octubre la Brigada Móvil –los antidisturbios de los Mossos- y las unidades ARRO, siguiente escalón para el control de masas, fueron "deliberadamente infrautilizadas". La policía autonómica fue, además, empleada para "controlar las acciones de la Guardia Civil y la Policía Nacional” aquel día y alertar a los congregados en los colegios que las Fuerzas de Seguridad estatales se dirigían hacia los centros. Por ello, considera a Trapero responsable de un segundo delito de sedición, que se suma al que ya le imputó por los hechos acaecidos los días 20 y 21 de septiembre durante el asedio a los guardias civiles que registraban la sede en Barcelona de la Consejería de Economía y Hacienda. Para Lamela, la actuación de los Mossos desde aquellas jornadas y hasta la celebración de la consulta ilegal fue “de total inactividad” y fue “enmascarada bajo los principios de actuación policial de proporcionalidad, congruencia y oportunidad”. La juez concluía recalcando que la actuación de Trapero estuvo orientada “a facilitar la celebración del referéndum y con ello la proclamación de una república catalana, independiente de España”.

Trapero declara ante Lamela por la “inactividad” de los Mossos el 1 de octubre