El consejo que preparará el 40º aniversario de la Constitución nace con desacuerdo

Los preparativos para el 40º aniversario de la Constitución, que se celebrará en 2018, se han puesto en marcha este lunes con la formalización de su consejo asesor, en el que, entre otras personalidades, están los tres ponentes vivos de la Ley Fundamental. Unidos Podemos se siente excluido de la conmemoración y rechaza el consejo por “sesgado”. Los últimos acontecimientos políticos han motivado también que ERC, PDeCAT y PNV se desmarquen de la efeméride en un momento en el que la Constitución se ha convertido el campo de todas las batallas políticas.

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La convulsión política que vive España con la fragmentación parlamentaria y el pulso catalán ha quebrado unanimidad de los grupos parlamentarios respecto a la Constitución y los ha polarizado. La conmemoración de su 40º aniversario en 2018, cuya organización se ha puesto en marcha este lunes con la formalización del consejo asesor, expone otra de las grietas que se le han abierto después de que Unidos Podemos se desmarcara el viernes al constatar que en el consejo asesor no figuraba ninguno de los nombres que había propuesto, entre los que figuraban el catedrático de Derecho Constitucional Javier Pérez Royo y el exfiscal José Antonio Martín Pallín.

La proposición no de ley que presentó el PP el pasado 17 de octubre para impulsar la efeméride con “máximo realce”, y que fue apoyada por el PSOE y Ciudadanos, ya puso en evidencia que el consenso que concitó la Ley Fundamental era historia. La inclusión en el comité asesor de “personas de gran prestigio”, entre ellas los tres ponentes de la Constitución que quedan vivos (Miquel Roca i Junyent, Miguel Herrero y José Pedro Pérez Llorca) no ha alejado las suspicacias en el resto de partidos.

Unidos Podemos, que mandó una carta de protesta a la presidenta del Congreso, Ana Pastor, y otra al presidente del Senado, Pío García Escudero, lo considera “un consejo sesgado hacia la representación mayoritaria de filiaciones políticas conservadoras”, en el que se han sido excluidas “voces más favorables a someter el texto constitucional a debates más profundos que nostálgicos”. Asimismo, el grupo confederal denuncia la disparidad del comité, integrado por 32 hombres y siete mujeres, en un momento en el que “las cuestiones de representación de las mujeres en las instituciones y las políticas de género han adquirido una enorme importancia”.

La Constitución no es un referente positivo para Esquerra Republicana de Catalunya o el PDeCAT. Y mucho menos desde que aplicación punitiva a través del artículo 155 ha puesto la Generalitat en manos del Gobierno central. Ninguna de las dos formaciones participará en la efeméride en 2018. El PDeCAT no lo hará "con el 155 en vigor", un precepto que "desborda las previsiones de la Constitución", según el diputado Jordi Xuclà, quien considera que su partido debe permanecer a la espera de lo que ocurra el 21-D y confía en que "se haga la lectura apropiada". 

Tampoco el PNV está para conmemoraciones. Para empezar, según fuentes parlamentarias, la conmemoración es “redundante con lo que viene haciéndose desde 1983, cuando se estableció la festividad del 6 de diciembre para conmemorar la celebración del referéndum que aprobó la Constitución de 1978”. El partido, que es la principal esperanza del PP para sacar los presupuestos de 2018, justifica su posición “en coherencia con la abstención que mantuvo” en el referéndum de 1978, que en el País Vasco alcanzó el 55%.

La prevención del partido se ve intensificada ahora “por el camino involucionista tomado a la hora de interpretar la cuestión territorial”, con una concepción del Estado “en perjuicio del autogobierno vasco, negándolo en algunos casos e interpretándolo a la baja en otros”, afirman estas fuentes. El PNV se pregunta “si es ahora mismo el momento de celebrar un consenso pasado y pretender transmitirlo a generaciones futuras cuando la generación presente no lo practica”. Es decir, “¿celebrar un referéndum de hace 40 años cuando se impide uno en el presente?”. El diputado Mikel Legarda, al fijar la posición del PNV respecto a la conmemoración, aseguró: “No estamos para celebraciones sobreactuadas sino para trabajar y dialogar de buena fe y de forma constructiva”.

Pero el desencuentro respecto a los asuntos de la Constitución va más allá de los previsibles bloques enfrentados en el pulso independentista. Así se ha demostrado en la comisión territorial inspirada por el PSOE, cuyo objetivo es estudiar una actualización del sistema autonómico que puede nutrir los argumentos de una posterior subcomisión para abordar la reforma constitucional. Sin la participación de Unidos Podemos, ERC, PNV y PDeCAT, la primera reunión de este órgano ha puesto en evidencia el talud que separa a los partidos que la integran (PP, PSOE, Ciudadanos y parte del Grupo Mixto), frenando su recorrido hasta enero.